Gema del nororiente peruano: Amazonas y sus atractivos de obligada visita te sorprenderán

Departamento festeja su 193 aniversario de creación política

08:45 | Lima, nov. 15.

El departamento de Amazonas celebra su 193 aniversario de creación política y nos invita a conocer un conjunto de sorprendentes atractivos de obligada visita en este notable destino del nororiente peruano. Imponentes construcciones heredadas de la ancestral cultura Chachapoya, un vasto acervo cultural originario y mestizo, paisajes naturales de ensueño e irresistible gastronomía nos garantizan una experiencia de visita inolvidable.

A continuación, conoce los atractivos turísticos de imperdible visita en el departamento de Amazonas que pueden visitarse aprovechando la celebración de su 193 aniversario de creación departamental. 


Ciudad de Chachapoyas


Fundada por el conquistador español Alonso de Alvarado, el 5 de setiembre de 1538, con el nombre de San Juan de la Frontera de los Chachapoyas, esta ciudad debe su nombre al vocablo Sachapuyos, que en castellano significa hombres de la neblina, atribuyéndole este nombre por la densa neblina que habitualmente cubre el cerro Puma Urco, que se encuentra en las inmediaciones de la urbe.


Es una urbe con gran predominio de casonas de estilo virreinal, con techos de tejas y grandes patios rodeados de jardines y vistosos balcones. Entre las residencias destacan la Casa de las Dos Rosas, la Casona Montante y la casona del tradicionalista y recuperador de la cultura chachapoyana, Gilberto Tenorio Ruiz.


La plaza de Armas ha sido rehabilitada gracias a la intervención del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), a través del Plan Copesco.



Kuélap


Esta ciudad fortificada, que abarca 136 hectáreas y está construida íntegramente con piedras, entre los siglos XI y XVI d.C., constituye la mayor herencia material de la cultura Chachapoyas. Está localizada en la cima del cerro Barreta, en la parte alta del valle del río Utcubamba, en la provincia de Luya, a poco más de 70 kilómetros al suroeste de la ciudad de Chachapoyas. 


Este complejo arqueológico posee una arquitectura circular que se extiende a lo largo de casi 600 metros y tiene como perímetro una muralla que en algunos puntos alcanza los 19 metros de altura. Existen tres entradas que permiten acceder al corazón de la fortaleza. En una de ellas los pasadizos van estrechándose hasta impedir que pase más de una persona a la vez, lo que facilitó la defensa de sus antiguos habitantes. 


Entre las estructuras de Kuélap, sobresale el Templo Mayor, uno de los centros ceremoniales de mayor importancia. Tiene la forma de un cono trunco invertido, con 13.5 metros de diámetro en su parte superior. Allí se han registrado numerosas evidencias de ofrendas diversas en rituales complejos que incluyó colocar huesos humanos dentro del recipiente interior, que se convirtió así en un gran osario.


Destaca también el Pueblo Alto, ubicado en la parte norte y oeste del sitio y tiene una muralla que lo delimita y separa del resto del asentamiento. Tiene tres sectores bien definidos, a los cuales se accede por dos lugares, uno que permite ingresar al sector norte y central y el otro que permite el acceso solamente al sector sur, de carácter básicamente residencial.


Desde el 20 de mayo entraron en funcionamiento tres circuitos culturales de visita autorizados en complejo arqueológico monumental Kuélap, gracias al avance de los trabajos de investigación arqueológica y recuperación estructural en la zona. Esta medida busca enriquecer la experiencia de los visitantes, impulsar el turismo regional y garantizar una gestión sostenible del patrimonio.


El primer circuito, denominado boleto CAMK, tiene acceso gratuito y permite ingresar al Parador Turístico-Centro de Visitantes de La Malca, recorrer los senderos externos habilitados, conocer la réplica de una vivienda tradicional chachapoya y apreciar la llaqta desde su frontis. Este circuito no tiene restricción de cupos y se ha concebido para quienes desean un acercamiento panorámico a Kuélap sin acceder directamente a la llaqta.


El segundo recorrido es el boleto CAMK + Circuito Completo, que permite el ingreso al interior de la llaqta a través de 1,541 metros lineales distribuidos en doce áreas interpretativas que revelan murallas monumentales, relieves con iconografía Chachapoya, el Templo Mayor, estructuras decoradas, el castillo, la kallanka y puntos de observación paisajística. Dicho circuito tiene una duración estimada de dos horas y veinte minutos y admite hasta 660 personas al día, permitiendo una visita sin comprometer la conservación de los espacios arqueológicos.


Una tercera opción es el boleto CAMK + Circuito Corto, que incorpora un trayecto interno de 997 metros repartidos en siete zonas de interpretación y pensado para personas con movilidad limitada, adultos mayores o visitantes que prefieren un desplazamiento más breve. Este circuito tiene un cupo limitado a 204 visitantes diarios con una duración estimada de una hora y quince minutos.


Todos los recorridos cuentan con señalética renovada, zonas de descanso, puntos de interpretación y rutas diferenciadas para mitigar el impacto en los sectores más sensibles de la zona arqueológica. Los circuitos han sido diseñados por los especialistas y validados por la Dirección Desconcentrada de Cultura de Amazonas.


Los boletos se adquieren exclusivamente en la plataforma oficial tuboleto.cultura.pe y sus precios varían entre S/ 2.00 y S/ 30.00, según la categoría del visitante. El CAMK atiende de martes a domingo, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m.


Para llegar al complejo arqueológico existe el servicio de Telecabinas Kuélap, operado por una concesión privada y mantiene una tarifa única de S/ 26.95 para el traslado ida y vuelta entre Nuevo Tingo y La Malca. Su horario habitual es de 8:00 a. m. a 4:30 p. m., por lo que se recomienda verificar el calendario operativo antes de viajar.




Silic


Este sitio arqueológico constituye otro testimonio palpable de la cultura Chachapoya, un espacio que permite reconstruir el modo de vida prehispánico en la vertiente oriental de los Andes peruanos. Su arquitectura, cosmovisión y expresión simbólica lo convierten en un destino clave para el turismo arqueológico, cultural y de naturaleza en la región Amazonas.

Se localiza en la margen izquierda del río Utcubamba en el distrito de Tingo, provincia de Luya, región Amazonas. Ocupa casi dos hectáreas y se sitúa en la cima y ladera norte de una de las colinas del cerro Rupalin, entre los 1785 y 1815 metros sobre el nivel del mar.


Su acceso se realiza a través de la carretera Chachapoyas-Leymebamba (en la ruta a Kuélap) o por un sendero peatonal que mide tiene una extensión  de un kilómetro aproximadamente que parte del sector sureste del poblado de Nuevo Tingo.

Compuesta por más de 60 recintos circulares de piedra dispuestos en terrazas, funcionó como una aldea Chachapoya. Estas estructuras sirvieron como viviendas familiares y, en algunos casos, como almacenes, talleres o espacios rituales. La evidencia de entierros en basamentos y pisos sugiere una conexión simbólica entre la vida cotidiana y el mundo espiritual. 

Asimismo, también hay registros de que los habitantes de Silic practicaron una economía diversificada basada en agricultura, ganadería, caza, pesca e intercambio de productos con otras regiones como Kuélap y el Imperio Inca.

La preparación y el consumo de alimentos fueron aspectos centrales. En los recintos excavados se han identificado batanes, fogones (tushpas), hornacinas, y utensilios como morteros, manos de moler y vasijas de cerámica. El maíz tuvo un rol clave en la dieta, evidenciado por la presencia de tipinas, pequeños punzones de hueso usados para su procesamiento.


En cuanto a los textiles, se confeccionaban con algodón y fibras de camélidos. Las mujeres usaban llicllas, sujetas con tupus de hueso o metal, como parte de su vestimenta cotidiana.

Entre los hallazgos arqueológicos más importantes en Silic destacan cerámica utilitaria y decorativa (jarras, platos con engobe crema y decoración geométrica, cuencos y vasijas de doble gollete); objetos de piedra: morteros, manos de moler; artefactos rituales; Illa o conopa de camélido en piedra basáltica.

También se hallaron un Tupu de cobre de uso ornamental y simbólico; iconografía y simbolismo como un rostro humano tallado en hueso con diseño geométrico y tocado felino; la clava antropomorfa en piedra caliza; bajorrelieves geométricos (rombos biconcéntricos) similares a los de Macro; y evidencia del uso de toe (floripondio) en contextos rituales, junto con caleros de piedra.

Imperio


Este sitio arqueológico fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2020 por su filiación cultural Chachapoya (Horizonte Intermedio Tardío, 800-1470 d.C.). Además, presenta una influencia inca del Horizonte Tardío (1470-1532 d.C.). Posee rasgos arqueológicos distintos, como terrazas, estructuras circulares y octogonales ajustadas al terreno, elaboradas en piedra y argamasa de barro, representativas de la ingeniería prehispánica en la región.

Tiene una extensión de 3.2 hectáreas y se encuentra a menos de un kilómetro hacia el este de la Zona Arqueológica Monumental de Kuélap. Está rodeado de campos de pastoreo y terrenos agrícolas dedicados a la siembra de granos y tubérculos. 


Está dividido en tres sectores: Sector I: ubicado en la sección suroeste del sitio, se caracteriza por una superficie irregular y aterrazada, resultado de la transformación del terreno mediante la construcción de terrazas durante la ocupación inca. Presenta varios recintos circulares de diversas dimensiones.

Sector II: se extiende en la parte central del sitio. Se caracteriza por una superficie semiplana que se desarrolla sobre una antigua dolina (geológicamente es una depresión circular). Sobre ella se edificaron varias estructuras ortogonales durante la época inca y posteriormente en el periodo colonial temprano.

Sector III: ocupa la sección norte del sitio. Presenta un terreno irregular con pendientes moderadas hacia el lado este, que cuenta con recintos circulares que se conservan hacia los extremos este y oeste respectivamente.


Imperio fue habitado por comunidades agro-alfareras y pastoriles, las cuales experimentaron un progresivo proceso de complejización social. De acuerdo con las cuatro fases de ocupación, el lugar fue determinado para desarrollar rituales funerarios: se halló una cista funeraria sobre el piso de una vivienda, lo que podría indicar una coexistencia simbólica entre los vivos y sus ancestros.

Las investigaciones arqueológicas indican que Imperio y Kuélap tuvieron fuerte interacción simbólica y cultural. Las evidencias materiales sugieren que Kuélap desempeñaba el rol de centro ceremonial, con una población escasa, mientras que en Imperio albergaba a la mayor parte de la población de dicha zona.

Las evidencias arqueológicas recuperadas en ambos sitios revelan una relación simbólica compartida durante la etapa inca. La élite y los pobladores de Imperio reproducen prácticas funerarias semejantes a las de Kuélap, como lo demuestra la presencia de entierros secundarios múltiples en cámaras funerarias de piedra, similares a los registrados en el Templo Mayor de Kuélap.

Kuélap es el punto de partida hacia un universo arqueológico que se extiende por los valles y montañas del Amazonas. Sitios como Silic, con su admirable arquitectura preinca, e Imperio, con sus estructuras ocultas entre el bosque nuboso, revelan la complejidad y grandeza de la cultura Chachapoya más allá de lo conocido. 


Catarata de Gocta


Es una de las más altas del mundo. Dividida en dos caídas que sumadas llegan a los 771 metros de altura, Gocta está rodeada de una frondosa vegetación y acceder a ella tras una caminata de más de 6 kilómetros, permite apreciar un espectacular escenario natural donde destacan diversos tipos de flores y árboles. 


Sarcófagos de Karajía


Son un conjunto de sarcófagos o ataúdes según la tradición funeraria de la civilización Chachapoya, ubicado en el distrito de Luya. Son únicos en su género por su tamaño colosal, ya que llegan hasta los 2.50 metros de alto y por su cuidadosa elaboración. El hecho de que estuvieran emplazados en lo alto de un barranco de difícil acceso, ha permitido que se conserven intactos por mucho tiempo.


Museo de Leymebamba


Inaugurado en junio del 2000, este recinto cultural alberga las más de 200 momias y sus ofrendas funerarias, recuperadas en 1997 de la Laguna de los Cóndores, mediante el proyecto arqueológico de emergencia dirigido por el Centro Mallqui.


Las tareas de rescate permitieron recuperar para la historia local una valiosa colección arqueológica que se encontraba en riesgo de desaparecer debido a la acción vandálica de huaqueros y visitantes inescrupulosos. 


A partir de una iniciativa de The Bioanthropology Foundation Perú-Centro Mallqui, la construcción del Museo Leymebamba fue posible gracias al aporte financiero proveniente de un grupo de ciudadanos austriacos y de otras donaciones privadas.


Sala de Exhibición Gilberto Tenorio Ruiz


Comprende cuatro salas que exhiben 369 bienes culturales de la cultura Chachapoyas que desde setiembre de 2020 son Patrimonio Cultural de la Nación. La primera sala muestra la ubicación, flora y fauna de la región; en la segunda sala se exhiben bienes culturales de cerámica estilo Chachapoyas, con influencia Cajamarca e Inca, textil y objetos orgánicos; mientras que en la tercera sala se exponen bienes líticos; y en la cuarta sala se puede apreciar momias.


Cañón del Sonche


Este cañón, llamado también Huanca Urco y que tiene una profundidad de 962 metros, se ubica al este del pueblo de Huancas, a 2,620 metros sobre el nivel del mar y posee una extensión aproximada de 11.45 kilómetros.


En este magnífico espacio paisajístico existe una biodiversidad microbiológica que permite mostrar flora de tipo xerofítica y de pequeños arbustos. Su fauna está compuesta por roedores, marsupiales y aves como halconcillos, perdices y palomas. Desde el mirador se puede apreciar la variada y agreste geografía que conforma el relieve de los andes amazónicos. Cuentan los pobladores de Huancas que en algunos meses del año se pueden observar cóndores sobrevolando el cañón. Para llegar al mirador se parte de la Plaza de Huancas. Se puede acceder a pie o en auto.



Caverna de Quiocta


La caverna de Quiocta se ubica en la zona de Chumblate, en el distrito de Lamud, a unos 36 kilómetros al noroeste de la ciudad de Chachapoyas y a una altitud de 2,793 metros sobre el nivel del mar. 


La cavidad se caracteriza por ser casi totalmente horizontal, presentando un desnivel de más de 23 metros que va ascendiendo en un recorrido total de 545 metros de profundidad. 


La entrada presenta un muro de tres metros, terminado con rejas que facilitan el paso de murciélagos que habitan la caverna. Desde la misma entrada de la cavidad se evidencia material arqueológico. A derecha e izquierda de la cueva aparecen pinturas rupestres, generalmente amorfas y desde la misma entrada es posible encontrar restos óseos de animales y seres humanos. Esto es una constante durante todo el primer tramo de la cavidad, dado que estas cavernas fueron utilizadas por la cultura Chachapoya como cementerio.


A pocos metros de la entrada se abre una galería a la derecha de escaso recorrido e interés y justo en esa zona nos encontramos con un curso de agua activo. Este arrollo surge desde el final de la caverna e indica que toda ella ha actuado hasta la fecha como una surgencia. El cauce se va desarrollando zigzagueante por todo el recorrido a lo largo de una galería única y rectilínea de origen claramente vadoso o de cruce poco profundo. En el recorrido abundan las zonas de barro y cuatro desniveles configurados por una sucesión de gours o formaciones que se producen en las paredes inclinadas de las cuevas por las que resbala una lámina de agua de bella confección.


Casi a 300 metros de la entrada se empieza a encontrar las primeras formaciones y conforme se avanza por la galería estas son cada vez más frecuentes. Se pueden encontrar estalactitas y estalagmitas de millones de años de antigüedad que cautivan la mirada de los visitantes.


Las estalactitas son rocas calcáreas en forma de cono irregular y con la punta hacia abajo, que se forman en el techo de las cavernas debido a la filtración lenta de aguas con carbonato de calcio en disolución.


Por su parte, las estalagmitas tienen la misma composición y forma cónica irregular con la punta hacia arriba y se forman en el suelo de una caverna al gotear desde una estalactita agua con carbonato de calcio en disolución.


En este mundo subterráneo se observan curiosas figuras esculpidas por los siglos, el agua y el viento, como el lanzón, la fuente de los deseos, el cacique mirando a la princesa, entre otros. Con un poco de imaginación también se puede hallar otras imágenes. 


Además del interés turístico, esta caverna representa un lugar interesante para la arqueología, la espeleología y la geología.


Desde mediados de mayo, la caverna de Quiocta se ha convertido en la primera del Perú en ser iluminada gracias a la obra de mejoramiento de los servicios turísticos en este atractivo turístico que se encuentra a aproximadamente 1 hora y 30 minutos en auto desde la ciudad Chachapoyas, y luego demanda una caminata corta de unos 15 minutos. Para llegar hay que abordar colectivos que se dirigen al distrito de Lámud y luego realizar la breve caminata indicada.



Otros atractivos


Otros atractivos que se pueden conocer en la provincia de Chachapoyas son los Túneles de San Antonio, que son formaciones rocosas a manera de puentes naturales, situadas sobre el río San Antonio.


Asimismo, el Bosque de Palmeras de Ocol, en el distrito de Molino Pampa; la zona arqueológica de Yálape, de cuatro hectáreas de extensión, que constituye un conjunto arqueológico de piedras unidas con argamasa de barro que perteneció a la cultura Chachapoyas y data de los años 1,100 a 1,300 d.C.



Gastronomía típica


Al estar ubicada en la ceja de selva, donde confluyen la geografía y cultura andina y amazónica, la gastronomía de la región Amazonas ofrece una amplia gama de potajes en donde destacan el Purtumute (elaborado a base de frijoles y mote, con aderezo preparado con culantro); el tacacho (plátano machacado y aderezado con manteca de cerdo) con cecina (carne de cerdo seca y ahumada).


Otros platos emblemáticos con el juane (de arroz y de yuca), la patarashca (sopa a base de pescado de río y hierbas aromáticas), el Inchicapi (sopa tipo crema a base maíz y maní, acompañado de carne de gallina); la cazuela (sopa que lleva carne de res, ave y carnero, acompañada de verduras como col, zanahoria y choclo desgranado).


La carta regional considera también el cuy frito acompañado de guiso de papas y maní tostado; el Inchik Uchu (yuca sancochada acompañada con salsa de maní, ají y culantro), ensalada de chonta (fibra de palmera amazónica comestible), humitas saladas y dulces a base de choclo; y tamales rellenos con carme de cerdo, res, pollo o gallina.


(FIN) LZD/MAO


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Publicado: 15/11/2025