Sin bien Machu Picchu, las líneas de Nasca, Chan Chan, el río Amazonas, el Cañón del Colca, el lago Titicaca y las ciudades de Cusco, Arequipa, Lima y Trujillo, entre otros, son los destinos que atraen más turistas en Perú, existen muchos otros escenarios de ensueño que tienen un enorme potencial para sumarse a la vasta oferta turística de las regiones y son una notable alternativa de visita que evidencia por qué nuestro país es único y pletórico de experiencias inolvidables.
A continuación, conozcamos algunos de estos destinos de ensueño que se encuentran en las regiones y que, seguramente, van a posicionarse pronto como imanes turísticos.
Valle de los géiseres
Este conjunto de más de 80 fuentes termales, entre lagunas y géiseres, que conforman el Valle de los Géiseres ubicado en la provincia de Candarave brinda un paisaje fantástico y escasamente conocido de la región Tacna, teniendo al volcán Yucamani como custodio natural y complemento paisajístico perfecto.

Para llegar a este destino hay que viajar por la carretera Tacna-Tarata-Candarave hasta el kilómetro 168 y a partir de allí avanzar por el camino de trocha que conduce llegar a los géiseres y lagunas termales.
Los Yuracochas
Comparada por su belleza a las célebres montañas arcoíris de Cusco (Vinicunca, Palcoyo y Pallay Punchu), esta cadena de cerros llamada Los Yuracochas, ubicada a 4,800 metros sobre el nivel del mar, tiene similares características por su composición multicolor que responde a la variedad de minerales sedimentados en esta parte de los Andes peruanos. Desde la cima de esta cadena montañosa se puede apreciar al nevado Rajuntay, la laguna Yuracocha y toda la belleza de la sierra del departamento de Lima.

Para llegar a este imponentemente bello lugar desde Lima hay que viajar alrededor de tres horas hacia el distrito de San Mateo, en la provincia de Huarochirí. Para un ascenso sin padecer soroche se recomienda pernoctar allí y al día siguiente iniciar una caminata de unas seis horas hacia los fascinantes Yuracochas.
Catarata de Panahua
Esta alucinante caída de agua generalmente congelada es uno de los nuevos tesoros turísticos de la región Arequipa, al constituir una fascinante escultura natural de hielo de alrededor de 50 metros de alto que invita a inmortalizar la visita con fotos y videos.

Para conocer esta obra de arte de la naturaleza hay que viajar desde Arequipa en vehículo hasta el distrito de Orcopampa, en la provincia de Castilla, durante unas 8 horas. Desde allí hay que tomar el camino un tanto agreste que lleva hasta el ingreso a la catarata congelada.
Cañón de Tinajani
En sus más de 200 hectáreas de extensión, este fabuloso cañón está conformado por imponentes y gigantescas formaciones rocosas de arenisca que le dan a este espacio su característico color rojizo. A estas formaciones les acompaña el Pacobamba, un río de tranquilas aguas cristalinas que recorre las quebradas del cañón. El cañón de Tinajani presenta también chullpas funerarias de antiguas culturas altiplánicas. Se recomienda observar el paisaje durante el atardecer, cuando los colores del ocaso le dan un movimiento y colorido único a este mágico lugar.

El cañón se encuentra A 12 kilómetros al sur de la ciudad de Ayaviri por la carretera panamericana, a 150 kilómetros al norte de la ciudad de Puno y a 4,059 metros sobre el nivel del mar.
Laguna Morón
Esta laguna que da vida a un espléndido oasis es una alternativa ideal al muy concurrido oasis de Huacachina y es otro de los tesoros turísticos poco conocidos de la región Ica. Se ubica a unos 20 kilómetros de la ciudad de Pisco y está rodeada de formidables dunas, vegetación desértica y una fauna donde predominan aves de distintas especies, entre residentes y migratorias.

Para llegar a este paradisiaco lugar hay que viajar primero a la ciudad de Pisco y desde allí hay que dirigirse a la localidad de Bernales y a continuación caminar alrededor de una hora hasta llegar a la laguna Morón. El viaje vale absolutamente la pena y la experiencia será inolvidable.
El río más caliente
El río Mayantuyacu es único en el Perú y, posiblemente, en el mundo, dado que sus aguas calientes superan los 90 grados Celsius y son capaces de sancochar alimentos. Nombrado por la población local como Shanay Timpishka, este río hirviente se encuentra en el distrito de Honoria, uno de los cinco que conforman la provincia de Puerto Inca en el departamento de Huánuco.

Los geólogos que estudian a este río sostienen que el agua hirviente que transporta proviene de glaciares andinos y se adentra en zonas profundas de la tierra donde alcanzan altas temperaturas. Aunque este lugar es visitado principalmente para conocer el río hirviente, aquí se puede apreciar una gran diversidad de flora. Según los expertos, el bosque por donde surca este río hirviente cuenta con más de 70 especies por metro cuadrado.
Caverna de Quiocta
La caverna de Quiocta se ubica en la zona de Chumblate, a unos 36 kilómetros al noroeste de la ciudad de Chachapoyas y a una altitud de 2,793 metros sobre el nivel del mar.

La cavidad se caracteriza por ser casi totalmente horizontal, presentando un desnivel de más de 23 metros que va ascendiendo en un recorrido total de 545 metros de profundidad.

La entrada presenta un muro de tres metros, terminado con rejas que facilitan el paso de murciélagos que habitan la caverna. Desde la misma entrada de la cavidad se evidencia material arqueológico. A derecha e izquierda de la cueva aparecen pinturas rupestres, generalmente amorfas y desde la misma entrada es posible encontrar restos óseos de animales y seres humanos. Esto es una constante durante todo el primer tramo de la cavidad, dado que estas cavernas fueron utilizadas por la cultura Chachapoya como cementerio.

A pocos metros de la entrada se abre una galería a la derecha de escaso recorrido e interés y justo en esa zona nos encontramos con un curso de agua activo. Este arrollo surge desde el final de la caverna e indica que toda ella ha actuado hasta la fecha como una surgencia. El cauce se va desarrollando zigzagueante por todo el recorrido a lo largo de una galería única y rectilínea de origen claramente vadoso o de cruce poco profundo. En el recorrido abundan las zonas de barro y cuatro desniveles configurados por una sucesión de gours o formaciones que se producen en las paredes inclinadas de las cuevas por las que resbala una lámina de agua de bella confección.
Casi a 300 metros de la entrada se empieza a encontrar las primeras formaciones y conforme se avanza por la galería estas son cada vez más frecuentes. Se pueden encontrar estalactitas y estalagmitas de millones de años de antigüedad que cautivan la mirada de los visitantes.

Las estalactitas son rocas calcáreas en forma de cono irregular y con la punta hacia abajo, que se forman en el techo de las cavernas debido a la filtración lenta de aguas con carbonato de calcio en disolución.
Por su parte, las estalagmitas tienen la misma composición y forma cónica irregular con la punta hacia arriba y se forman en el suelo de una caverna al gotear desde una estalactita agua con carbonato de calcio en disolución.

En este mundo subterráneo se observan curiosas figuras esculpidas por los siglos, el agua y el viento, como el lanzón, la fuente de los deseos, el cacique mirando a la princesa, entre otros. Con un poco de imaginación también se puede hallar otras imágenes.

Además del interés turístico, esta caverna representa un lugar interesante para la arqueología, la espeleología y la geología.
La caverna de Quiocta se encuentra a aproximadamente 1 hora y 30 minutos en auto desde la ciudad Chachapoyas, y luego demanda una caminata corta de unos 15 minutos.

Para llegar hay que abordar colectivos que se dirigen al distrito de Lamud y luego realizar la breve caminata indicada.

Para ingresar a la caverna es necesario agenciarse de botas de jebe, linterna y casco que se puede alquilar en Lamud. Es necesario también tomar los servicios de un guía turístico acreditado y autorizado.
(FIN) LZD/MAO
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