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Fiestas Patrias: conoce a los próceres de la Indepedencia y dónde están sus restos [video]

ANDINA/Héctor Vinces

09:47 | Lima, jul. 29.

La gesta de la independencia fue un proceso largo, difícil y sacrificado, alimentado por rebeliones y levantamientos diversos de hombres y mujeres que se lo jugaron todo por el sueño de la patria libre. ¿Quiénes fueron estos próceres? ¿En dónde descansan sus restos?

La pequeña capilla ubicada a pasos de la emblemática Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a unos pasos de la cuadra 12 de la avenida Nicolás de Piérola, esconde un gran tesoro. 


Nos referimos al Panteón de los Próceres, un espacio que acoge los restos de los prohombres que fueron pieza clave en el proceso emancipador y que cobran gran relevancia en el mes patrio.


En esta cripta descansan los restos de 23 próceres y precursores de nuestra independencia”, detalla a la Agencia Andina, Guillermo Sánchez Ortiz, historiador del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú (CEHMP), la más alta entidad encargada de investigar, estudiar y difundir la historia general y militar del Perú; y actual administrador del lugar. 


El Panteón de los Próceres fue construido por el presidente Augusto B. Leguía en los sótanos de la original capilla del noviciado Jesuita de San Antonio de Abad, que luego pasó a manos de la Universidad San Marcos, para ser finalmente regentado por el CEHMP.

En 1924 los restos de varios héroes de las guerras de la independencia (1821-1824) fueron trasladados a la cripta ubicada debajo del altar de la capilla.



Se inauguró el 10 de diciembre de 1924 al cumplirse el primer centenario de las Batallas de Junín y Ayacucho, que sellaron el proceso de independencia de España en las Américas.

La edificación cuenta con una entrada amplia, alimentada por los imponentes bustos de San Martín y Simón Bolívar, cada uno con sus respectivos hombres de guerra, venidos de toda Sudamérica e incluso Europa.   


En la nave central de la capilla destaca su altar mayor hecho en caoba traída desde Guayaquil. El turquesa intenso de su cúpula se ve realzado por la personificación de las 4 virtudes cardinales: justicia, prudencia, fortaleza y templanza, finamente dibujadas por indigenista José Sabogal. 

Mujeres valientes 


A la derecha e izquierda del gran atrio se imponen figuras de luchadores históricos como José Gabriel Condorcanqui, Toribio Rodríguez de Mendoza, Faustino Sánchez Carrión, entre otros; solo eclipsados por una placa enorme en la que se graban a perpetuidad el nombre de numerosas mujeres sin rostro, cuya valentía fue el precio de sus vidas. El título del homenaje lo dice todo: “La caravana de la muerte”.


“Figuran 75 damas y 17 niñas quienes fueron apresadas por el único delito de haber sido parientes o haberse identificado con la lucha de Túpac Amaru II. Todas fueron apresadas en Cusco y vinieron a pie hasta el Callao para luego ser transportadas a México y Europa. Muchas encontraron la muerte en el calabozo del Real Felipe, otras no lograron sobrevivir al trayecto”, relata sobrecogido el historiador.   


La lucha por la libertad congregó a mujeres de diversos orígenes y condición social, aclara, mientras señala una nueva placa, esta vez en honor a “las patricias de la independencia”.  




No solo eran damas de abolengo, también estaban las de barrio, que siempre estuvieron dispuestas a entregar víveres, arreglar la ropa de los guerreros, a brindar apoyo. A través de esta placa se reconoció el valor de cada una de ellas, imponiéndole una banda de seda en el que se puede leer “al patriotismo de las más sensibles”.



El gran Mariscal Castilla y Juana Manrique  


Ramón Castilla es sin duda la estrella del Panteón de los Próceres. 



“Su mausoleo es una réplica del sarcófago de Napoleón Bonaparte, ubicado en París, Francia”, refiere Carla Rivero Vegas, guía del lugar. 

Elaborado en mármol color hueso, la joya pétrea reposa en el corazón del Panteón, a varios metros bajo la superficie y que, a modo de corazón abierto, podemos contemplar desde el primer piso, a través de un enorme tragaluz circular. El sepulcro es imponente y le hace justicia a la enormidad del personaje que preserva, más allá de su emblemática liberación de esclavos. 



Castilla fue presidente del Perú en dos ocasiones y durante su administración se estableció el primer presupuesto de la nación, se dio la primera reforma educativa, se fundó el Archivo General de la Nación y se instaló el alumbrado a gas en Lima. Priorizó la construcción de obras públicas. Su estancia en el gobierno fue solo superada por el de Augusto B. Leguía.  

La cripta está decorada con un techo de hermosos mosaicos en los que se leen los nombres de las batallas fundamentales para alcanzar la independencia: Junín, Ayacucho, Zepita y Pichincha.




Ya en el sótano encontramos dos cámaras mortuorias. Una de ellas da espacio a la única mujer enterrada aquí: Juana de Dios Manrique. 

“Desde el advenimiento de la expedición libertadora ella se identificó plenamente con la causa de los patriotas y contactó con el jefe de la expedición libertadora”, explica Ortiz.  

Agrega que mientras el virrey  José de la Serna trasladó la capital del poder a Cuzco, los patriotas llegaron a Lima junto a San Martín. Al retorno de la autoridad española, los independentistas tuvieron que refugiarse en el Callao.

Juana de Dios sirvió como enlace entre las fuerzas libertadoras y los que se mantenían refugiados en el Callao, para ello contó con la decidida colaboración del patriota chorrillano José Olaya Balandra quien se encargó de transmitir las noticias de Lima al Callao y viceversa”. 

Al lado de su esposo, el distinguido patriota José Cayetano Luna, convirtieron sus casas, en Huacho y Lima, en centro de insurgencia, siendo, además, refugio de los patriotas que lo requerían.

"El reconocimiento a su trabajo y colaboración en la independencia se dio en el siglo XX (1982-1983)  y por esta razón se trasladaron sus restos al Panteón", destaca el investigador.  

Los hombres del himno 


Junto a su tumba de esta importante mujer descansan los restos del músico afroperuano, José Bernardo Alcedo compositor del himno nacional, y de José de la Torre Ugarte, autor de la letra.


El otro ambiente mortuorio reúne a notables como Manuel de Mendiburo y Monet y don Toribio Rodríguez de Mendoza, presidente de la primera junta preparatoria del primer congreso constituyente del Perú, maestro de muchos prohombres. 

Aquí también está José Faustino Sánchez Carrión y Rodríguez de Mendoza, quien fuera el secretario general en la lucha final en Ayacucho y Junín, por encargo de Bolívar. De igual modo, Hipólito Unanue Pavón, que nació en Arica en 1755 y llegó a ser ministro en el primer gabinete de San Martín. Fue primer ministro y fundador de la escuela de medicina de San Marcos.    

Un lugar especial está reservado para Pascual Saco Oliveros y el coronel Don José Andrés Rázuri, cuya osadía y desobediencia fue decisiva para alcanzar la victoria en la batalla de Junín. 

El historiador de CEHMP rememora que, por instrucciones de Simón Bolívar, el hijo de San Pedro de Lloc (La Libertad), tenía la tarea de reclutar al Regimiento Húsares del Perú. 


El 6 de agosto de 1824, en medio de la gélida llanura sobre los 4,000 m.s.n.m. y en franca superioridad de ataque realista, este patriota recibió la orden de retirar sus tropas del campo de guerra cuanto antes. Sin embargo, desacató la indicación y continuó el ataque a los invasores. 

El brío de Rázuri fue seguido por los soldados libertarios, que, pese a su desventaja numérica, alcanzaron la gloria y dieron un paso más en la gesta independentista, coronada luego en la batalla de Ayacucho. Su valiente decisión fue destacada por el mismo Bolívar. 


En este lugar descansan también los restos de Guillermo Miller, decidido patriota, que vino de Inglaterra para luchar por la independencia de las Américas. San Martín dio libertad a lo que ahora es Argentina, posteriormente pasó a Chile y Perú. Miller combatió en Junín y Ayacucho, murió en el Perú”, destaca Guillermo Ortiz.      

El Panteón de los Próceres reúne historias fascinantes de quienes lucharon a lo largo del tiempo por la independencia del país: militares, mestizos e incluso campesinos que integraron diversos movimientos rebeldes y que podrían haber quedado en el olvido, pero aquí son preservadas para la posteridad.   

Visitas: De lunes a domingo, incluyendo los feriados de 10 a 5. El costo de la entrada es de 2 soles. El guiado es gratuito.

Museo Cementerio Presbítero Maestro


El Museo Cementerio Presbítero Matías Maestro, ubicado en Barrios Altos, constituye un lugar imperdible en el recorrido por la historia de la Independencia del Perú. En este camposanto, inaugurado en 1808, podemos encontrar las tumbas de presidentes, escritores y vecinos ilustres que lucharon por lograr la emancipación del territorio patrio.

Entre las figuras más representativas de aquella época y que tuvo una presencia significativa en la declaratoria de la independencia se ubican los restos del diseñador de este camposanto, el español don Matías Maestro Alegría quien fue un sacerdote, arquitecto, pintor, escultor, decorador, músico y urbanista muy reconocido en la sociedad limeña. 


De acuerdo con los registros históricos, este multifacético hombre plasmó su firma en el acta independentista del 15 de julio de 1821, paso previo a la proclamación de la libertad del Perú por el general José de San Martín.


La licenciada en turismo Wendy Barchi Mini, de la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, declaró a la agencia Andina que el presbítero Maestro, a pesar de su origen español, asumió y colaboró con la postura patriota, tan es así, que ante la Junta Eclesiástica de Purificación juró defender la independencia del Perú de la monarquía española. 

Matías Maestro fue uno de los vecinos notables de Lima que firmó el acta de la independencia del Perú, a pesar de que era español. Recordemos que el primero en firmar fue don José de San Martín en la sala capitular de Lima. Este documento lo pueden ver todos los ciudadanos que visitan la biblioteca de la Municipalidad de Lima”, acotó.

Guía de turismo Wendy Barchi  de la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana.

Este hombre de fe murió en Lima el 7 de enero de 1835. Sus restos fueron sepultados en el Cementerio General, cuyo nombre cambio a Presbítero Maestro en 1923 en honor a dicho personaje que se encargó de su diseño y administración. 

Rosa Merino


Otro de los personajes importantes de la independencia que yace en este cementerio, el más antiguo de América Latina, fue la cantante limeña Rosa Merino quien interpretó por primera vez el Himno Nacional del Perú el 23 de setiembre de 1821 en el antiguo Teatro Principal de Lima. 

Entre los invitados de honor en esta ceremonia estuvo el general don José de San Martín y los próceres de la independencia quienes al escuchar las sagradas notas en la voz de la interprete, los asistentes se pusieron de pie en señal de respeto.

Según cuenta la especialista en turismo, la soprano pidió antes de morir no ser enterrada en un mausoleo o cripta sino en uno de los nichos o cuarteles generales donde se sepultaba a los peruanos de escasos recursos económicos porque dijo que quería estar rodeado de su pueblo peruano.


A ella le ofrecieron ser enterrada en un mausoleo o cripta, pero prefirió que lo hagan en uno de los cuarteles más grandes del cementerio Presbítero Maestro porque deseaba estar acompañada de su pueblo”, relató.

Durante el proceso de independencia del Perú, Merino contribuyó con la causa libertadora al donar el ingreso de una de sus funciones para la armada peruana. 

Su nicho se ubica en el cuartel Santa Ana, espacio que alberga 2,500 bóvedas, en el número 97, letra D y el ingreso es por la puerta 4 del cementerio Presbítero Maestro, reconocido como el más antiguo de Latinoamérica.


Presidentes peruanos


La experta también mencionó que, en este cementerio reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación en el 2021, se encuentran diversos presidentes de comienzos de la etapa independentista del Perú como José de la Riva-Agüero y Sánchez Boquete, primer presidente proclamado en el país.


Su figura fue fundamental en la gesta emancipadora ya que participó en las prácticas conspirativas al tener contacto con el general José de San Martín a fin de preparar su ingreso al Perú.

En 1823, es elegido el primer jefe de estado peruano en llevar la banda presidencial. Al fallecer sus restos fueron enterrados en el cuartel San Lino del cementerio Presbítero Maestro y posteriormente trasladados al mausoleo de la Familia Riva Agüero y Osma en el mismo lugar.

Este imponente mausoleo es de estilo neoclásico y ostenta el escudo de la familia. Tiene columnas estriadas adornadas con hojas de acanto. En su interior, además de las tumbas familiares, entre ellas la del historiador y bisnieto José de la Riva Agüero y Osma, se encuentra un altar para celebrar misa”, especificó.


Muy cerca de este sepulcro está la de Felipe Santiago Salaverry, el presidente más joven del Perú. Asumió el mando en 1835 con apenas 29 años. Durante su breve periodo realizó una alianza comercial con Chile, restableció la Dirección General de Aduanas y eliminó la contribución de castas.

Derrotado y apresado por Andrés de Santa Cruz, murió fusilado en 1836. En su tumba se pueden apreciar símbolos como un reloj de arena, una serpiente, guirnaldas de rosas y una estatua del militar casi al tamaño real.


El reloj de arena que se aprecia en su sepulcro significa que el personaje murió joven y la serpiente que lo rodea mordiéndose la cola simboliza el comienzo y fin de la vida. También se ve una escultura muy realista del general Felipe Santiago Salaverry”, expresó.

Siguiendo con el recorrido histórico, mencionó, se observa la tumba del Gran Mariscal José de la Mar cuyos restos están a la altura de la puerta 4 de dicho cementerio. Este monumento fue restaurado gracias al apoyo de la embajada de Ecuador y el banco Financiero. 

Una de las peculiaridades que muestra este monumento es la presencia de un gorro frigio que representa los ideales de libertad francesa ubicado encima del escudo peruano. En él también se puede ver que los símbolos de la vicuña, el árbol de la quina y la cornucopia se encuentran desproporcionados debido a que fueron elaborados en Europa”, mencionó.

Por otro lado, Barchi indicó que el 90 % de las esculturas son de mármol de carrara (piedra blanca muy apreciada extraído de las canteras de los Alpes Apuanos en Carrara, Italia), le sigue las de bronce y piedra.

Las personas que desean visitar el cementerio Presbítero Maestro en el jirón Ancash 1692 pueden hacerlo de lunes a domingo de 9 a.m. a 4 p.m. Los adultos pagan S/ 10, los universitarios S/ 7 y los niños S/ 3. 

En el caso de recorridos nocturnos el horario es de 7 p.m. a 10 p.m., y el costo de las entradas es de S/ 22 para adultos y S/ 11 para niños (no incluye el servicio de guiado). Para mayores informes puede llamar al 972868216.

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(FIN) KGR-ICI/LIT
JRA



Publicado: 28/7/2023