Según el documento "Migraciones internas en el Perú", el migrante peruano se caracteriza por su espíritu emprendedor y de superación, persistencia en sus objetivos personales, así como un alto grado de sacrificio, lo que hace que trabaje más horas y en varias actividades económicas si fuera necesario.
El estudio publicado recientemente por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) da cuenta que la mayor población migrante es joven (de 15 a 29 años de edad) y representa el 47.8%, de los cuales el 23.7% son mujeres. El 28.7% cursó la primaria y el 16.5% tiene estudios superiores.
"Las migraciones internas han permitido mayor integración, más identidad, han redefinido la fisonomía de la población peruana. Dadas sus capacidades productivas se van acomodando a los nuevos espacios que ocupan y, de esta manera, potencian el espacio geográfico interno", enfatizó Aníbal Sánchez, autor de la investigación en diálogo con la agencia Andina.
Pese a que está lejos de su lugar de nacimiento, el migrante mantiene un vínculo permanente con sus tradiciones regionales, añadió.
Por su parte, Javier Vega, coordinador de Proyectos en Cuestiones Migratorias de la OIM, subrayó que las migraciones aportan transferencias monetarias o remesas internas, fuerza de trabajo, generan empleo y aportan a la productividad laboral y al Producto Bruto Interno (PBI).
"La migración interna se ha descentralizado, debido en gran medida al crecimiento económico sostenido que viene mostrando el Perú desde hace más de una década. Los nuevos centros de atracción migratoria evidencian una diversificación productiva y se distinguen por una acelerada creación de empleo, que a su vez generan expectativas de progreso individual y regional", manifestó.
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