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Día de Todos los Santos: cementerios de Trujillo recibieron público que oró por difuntos

Visitantes recordaron a sus difuntos llevándoles flores y otros obsequios

ANDINA/archivo

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12:24 | Trujillo, nov. 2.

Los cementerios de Trujillo recibieron a muchas familias que recordaron a sus difuntos con música, poesía, rezos y flores en el Día de Todos los Santos.

En el cementerio Miraflores, el más antiguo de la ciudad, muchos visitantes dejaron flores, muchas de ellas artificiales para prevenir la reproducción del mosquito transmisor del dengue, y limpiaron la lápida que cubre la última morada de padres, madres, abuelos, nietos, hijos, sobrinos o amigos.

Además de las flores, los parientes suelen comprar en las afueras de los cementerios globos y tarjetas con mensajes de cariño, así como juguetes si el difunto es un menor de edad, los cuales se colocan al pie de la lápida junto a las flores. 

Los que no pudieron viajar a sus ciudades de origen para visitar a sus difuntos, rezaron al pie de la Cruz Mayor para elevar una oración por el alma de sus familiares.

Por su parte, en el cementerio Jardines de la Paz del distrito de Florencia de Mora, familias enteras se sentaban sobre el césped y alrededor de las lápidas de sus difuntos para orar.

Esta celebración permitió que grupos de violinistas ofrezcan sus servicios de interpretación de música clásica a los visitantes. 

La masiva concurrencia de público generó también caos vehicular, por lo que la Policía de Tránsito envió varios agentes para ordenar la circulación del tráfico.

Cementerio Mampuesto

A espaldas de una hilera de casas que invaden la vía está el cementerio Mampuesto, un camposanto castigado en 2017 por las intensas lluvias y deslizamientos en la quebrada San Ildelfonso, provocadas por El Niño Costero.

Ahí encontramos a Esteban Peláez, un hombre de 64 años, quien no ha logrado encontrar a sus tres familiares porque malos ciudadanos han rellenado con desmonte parte del cementerio y han enterrado la zona donde justamente se encontraban sus dos hermanos y su padre.

La misma odisea atraviesa Fernando Reyes Goicochea, quien se dio con la amarga sorpresa de que la tumba de su padre ha quedado sepultada por varios metros de desmonte. 

(FIN) LPZ/LZD

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Publicado: 2/11/2019