A sus 60 años, Carmen Rosario Belsuzarri Salas dudaba de su capacidad para enseñar a distancia. Pero el gran amor por su profesión la lanzó a la piscina del cambio y ahora disfruta la experiencia de enseñar a través de la pantalla, algo totalmente nuevo en sus 35 años de docente, pero que ha reafirmado sus ganas y orgullo de serlo hasta el último de sus días.
Con la declaratoria de emergencia por la pandemia del coronavirus y la suspensión de clases presenciales, la docente del Instituto de Educación Inicial 090 "Santa Rosita de Lima", ubicado en Jesús María, se llenó de desánimo y tristeza. Una gran distancia se instalaría entre ella y sus pequeños aprendices de cuatro años.
“Al principio, pensé que esto no funcionaría porque en el nivel inicial la metodología es lúdica y los niños aprenden a nivel concreto, pero en esta situación de emergencia teníamos que adaptarnos. Todo el equipo docente comenzó a realizar sesiones para hacer las clases en forma virtual”.
Manos a la obra, grabaron su primera clase y empezaron a idear la manera de llegar mejor a los pequeñines. Felizmente, allí mismo el Ministerio de Educación implementó la plataforma
Aprendo en Casa y todo empezó a ser más estructurado. Sin embargo, reconoce, esto aún sigue siendo un reto enorme del que no quita el cuerpo.
“Si bien ya conocía, más o menos, las redes sociales, no tenía conocimiento de otras plataformas que me puedan ayudar en cuanto a las clases virtuales. Pero encontré en recursos de Aprendo en Casa algunos consejos para aprender. Comencé a investigar en Internet
algunos tutoriales para mejorar mi manejo de las tecnologías de la información. Los cursos de Perú Educa también me ayudaron mucho”, recuerda con entusiasmo.
Dividió a sus estudiantes en grupos de cinco para hacerles llamadas y reforzar así las sesiones de Aprendo en casa, poniendo su sello para no sentir tanta distancia física y emocional.
“Las sesiones son activas y los niños participan respondiendo preguntas y haciéndome otras a mí. Ellos comentan sus experiencias. Jugamos, bailamos, reímos. De esa manera yo evalúo su proceso de evolución, de aprendizaje, para darles la retroalimentación oportuna”.
Los padres, pieza fundamental
Sin perder la gran sonrisa y la vitalidad, Carmen explica que enseñar a distancia, más allá de la ausencia física del maestro, impone cambios en el modelo y forma de aprender.
Mientras en las clases presenciales, los niños son parte de la planificación de lo que se dicta en aula, en las
virtuales ya todo está planificado. En las primeras, el docente observa todo el proceso de aprendizaje del niño, pero en las segunda solo pueden ver el producto final.
“En las clases presenciales se desarrolla un trabajo colaborativo, pero en la clase virtual todo se hace de manera individual con apoyo de los padres de familia, piezas fundamentales para que esto se lleve a cabo”, destaca.
"Ya quiero abrazarlos"
Madres de dos 2 hijas y abuela de 3 nietas, la profesora Belsuzarri comenta que para ella es muy gratificante ser docente.
“Estar pasando este reto me motiva más para seguir en la búsqueda de
nuevas herramientas para aplicarlas en mi salón de clase. No veo el momento de volver a las clases presenciales para estar junto con mis niños. Recibir esos abrazos, esos besos, esas risas y juntos seguir en el camino del aprendizaje”
Como consejo les sugiere a sus colegas no quedarse encasillados en lo que ya conocen y por el contrario estar siempre a la caza de nuevas estrategias para encandilar a los alumnos.
“Crear y cumplir las normas para convivencia virtual es fundamental. Tener a la mano siempre elementos de motivación, que pueden ser canciones, adivinanzas, juegos. Ser dinámicos en las clases como si estuviéramos en nuestra aula. Eso es fundamental para que nuestros niños estén atentos”, refiere con un guiño coqueto.
A sus niños los invita a seguir teniendo paciencia y quedarse en casa junto a su familia como medida de protección ante
un posible contagio con coronavirus.
“Queridos niños todavía tenemos que estar en casa cuidándonos junto a nuestra familia, pero ya pronto vamos a regresar al jardín y así volveremos a jugar, a reír, a crear y a tener nuevas aventuras. Los espero pronto chicos”, los exhorta llena de entusiasmo e ilusión.
(FIN) KGR/RRC
Publicado: 6/7/2020