Andina

Día de la Mujer: el inmenso amor de doña Carmen que hizo caminar a su pequeño Ángel

Conoce el inmenso amor de doña Carmen López Gómez que hizo caminar a su pequeño Ángel afectado por una enfermedad al cerebro. Foto: Luis Puell

Conoce el inmenso amor de doña Carmen López Gómez que hizo caminar a su pequeño Ángel afectado por una enfermedad al cerebro. Foto: Luis Puell

12:24 | Trujillo, mar. 8.

Doña Carmen López Gómez lo ignora, pero su amor incondicional hace milagros. Su lucha y entrega lograron que su hijo Ángel caminara. Ese mismo niño a quien los médicos condenaron a la silla de ruedas, tras detectarle una enfermedad en el cerebro.

Cuando su pequeño Ángel tenía un año de nacido, los médicos le dieron la noticia: padece de atrofia cerebral, una enfermedad degenerativa que se caracteriza por la pérdida de la funcionalidad de las regiones del cerebro.


Este mal se origina por la muerte de algunas neuronas del cerebro, así como la pérdida de conexión entre ellas. Esta patología puede afectar a todos el cerebro o solo un área específica.


La noticia fue un golpe muy duro para Carmen, usuaria del programa Juntos, que vive en el distrito de Simbal, ubicado en la provincia de Trujillo, en la región La Libertad. Ella, lejos de deprimirse, decidió sacar adelante a su pequeño Ángel. Se dedicó a tiempo completo para darle una mejor calidad de vida y enfrentó este gran desafío con determinación y coraje.


Carmen pasó interminables días y noches en vela para atender a su hijo, quien no podía valerse por sí solo. Siempre cumplió con las citas médicas, atenciones y terapias que debía recibir Ángel para poder progresar.

El andar de Ángel


Su determinación, cariño y amor de madre lograron que Ángel, ahora de siete años, caminara, y fuera a la escuela. Actualmente cursa el segundo grado de primaria, y aunque tiene habilidades diferentes, puede caminar solo y es feliz ayudando a su madre en el negocio de venta de raspadilla.


Carmen, ahora de 44 años de edad, sigue trabajando incansablemente para brindarle a su familia mejores oportunidades, especialmente para su pequeño, a quien sigue asistiendo con todo el amor del mundo.

“Todos los días lo acompaño a sus clases para ayudarlo y hacemos las tareas juntos. Pese a que mi niño no puede hablar y tiene dificultades para oír, capta todo lo que ve y aprende lo que le enseñan sus profesores”, cuenta esta valiente mujer.

A pesar de sus limitaciones, su hijo ha mejorado mucho desde que empezó a asistir a la escuela. Se ha vuelto muy sociable y querido por sus amigos, y destaca en educación física por correr muy rápido.

Después de las clases, Carmen y Ángel van juntos a la plaza, donde está el negocio de las raspadillas. Ángel ayuda a su mamá sacando la mesita y sillas, mientras que ella raspa los bloques de hielo, acomoda los vasitos, echa el hielo y agrega los jarabes de frutas que prepara en su casa para atender a sus clientes.


Doña Carmen es un ejemplo de valentía y dedicación, y su historia nos enseña que el amor y la determinación puede cambiar vidas, y hacer caminar a su pequeño Ángel. 

Más en Andina:

(FIN) LPZ/MAO

Publicado: 8/3/2024