Un gran porcentaje de madres de personas con discapacidad continúan enfrentando múltiples barreras para acceder y permanecer en empleos dignos. A pesar de ello, muchas permanecen invisibles para el Estado debido a la antigüedad de la última encuesta especializada hecha en el país, que no ayuda a diseñar nuevas políticas, advierte la Defensoría del Pueblo.
De ese total, 29 % era ayudado por sus hijas, 26 % por sus madres, 21 % por sus conyugues y otro porcentaje importante, por otros familiares como padres, hermanas o hermanos.
Se evidenció que 4 de cada 10 personas con alguna limitación dependía de otra persona para realizar sus actividades diarias, revelando que, muchas de ellas tenían empleos en los que no se les brindaban las facilidades para el ejercicio de sus labores como cuidadoras.
Derechos pendientes
Han transcurrido 11 años desde que se obtuvieron esos resultados sin que el Estado cuente con información más actualizada, pese a los reiterados pedidos formulados por la Defensoría del Pueblo.
La jefa del Mecanismo Independiente para los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Defensoría, Malena Pineda, explicó que esta situación empeora debido a que el diseño y aplicación de las modalidades de empleo aún no garantizan una conciliación entre la vida familiar y laboral.
“Es el caso de madres que, además de sus obligaciones laborales, tienen que asistir a sus hijas o hijos con discapacidad. Es lo que les ocurre, sobre todo a las madres de personas con discapacidad severa, como la parálisis cerebral”, comentó.
En estos casos se presenta una mayor dependencia y las madres requieren de
horarios laborales flexibles, sin embargo, muchas se han visto en la obligación de renunciar a sus empleos, precisó.
Mujeres son las cuidadoras
Pineda refirió que
la crianza de una hija o hijo con discapacidad implica una dedicación absoluta. La mayoría de experiencias que atiende la Defensoría del Pueblo es de mujeres, porque son las que asumen este rol y luchan diariamente contra las barreras.
Estos obstáculos los enfrentan en los servicios de salud para lograr una cita médica, en el acceso a la educación, cuando en los colegios se les niega una vacante o cuando tienen que trabajar porque son cabezas de hogar y único sustento familiar, pero a la vez deben cumplir con sus funciones de cuidadoras.
“Exhortamos a las instituciones del Estado, incluidos ministerios y empresas privadas, a flexibilizar los horarios laborales u otras medidas que permitan una conciliación entre la vida familiar y laboral ajustada a casos concretos. El Mecanismo Independiente para los Derechos de las Personas con Discapacidad considera que la lucha diaria de estas madres no debe permanecer invisible”, destacó.
Pineda recordó que la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad señala la obligación del Estado de implementar ajustes razonables en el empleo para las personas con discapacidad y también para sus familiares, a fin de asegurar el ejercicio de sus derechos en igualdad.
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Publicado: 13/5/2023