El presidente de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Ricardo Soberón destacó la voluntad de la entidad para apoyar con mayor fuerza a los pueblos originarios en su lucha contra el narcotráfico, a través de un trabajo conjunto entre el Estado y las comunidades.
“Tenemos el compromiso de continuar apoyando a los pueblos originarios en Huánuco y Ucayali; tenemos que hacer una alianza con las comunidades y los socios internacionales para combatir la deforestación de los bosques, problema que está vinculado con el narcotráfico y otros delitos”, comentó Soberón.
El titular de Devida hizo estas afirmaciones en su participación en el conversatorio “Dos años sin Arbildo Meléndez. Narcotráfico, usurpación de tierras y violencia en Huánuco”.
En el marco de la Política Nacional Contra las Drogas al 2030, el Pacto Social Ciudadano contribuirá a reducir cultivos ilícitos de coca de manera focalizada y sostenible en territorios de los pueblos originarios, áreas naturales protegidas y zonas de amortiguamiento, bosques de protección permanente y fronteras.
Soberón explicó que, al 2020, se registra un total de 9,989 hectáreas de cultivos de coca con fines ilícitos, de las cuales 6,475 están en comunidades nativas y 3,515 en comunidades campesinas a nivel nacional. De este total, se registran 793 hectáreas en Huánuco y Ucayali.
Amenazas: realidad crítica
En el conversatorio, los participantes resaltaron que la amenaza a la vida de los defensores y defensoras indígenas de Huánuco y otras regiones amazónicas aún es crítica, debido a la presencia de actividades ilegales en los territorios comunales.
El evento se desarrolló en el auditorio de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) y fue organizado por la Federación Nativa de Comunidades Kakataibo (Fenacoka), Aidesep, Amazon Watch, el Instituto de Defensa Legal y el Instituto del Bien Común (IBC).
Asimismo, participaron Marcelino Tangoa, presidente de la comunidad nativa Unipacuyacu, distrito de Codo del Pozuzo, provincia de Puerto Inca, en la región Huánuco, a donde pertenecía Meléndez; Herlin Odicio, presidente de Fenacoka; y Carmen Loyola, especialista ambiental del Instituto del IBC.
Asistieron también Daniel Jara, coordinador de las Fiscalías de Derechos Humanos; y Edgardo Rodríguez, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. El encuentro fue moderado por la lideresa yanesha Teresita Antazú.
Calidad de vida
“Necesitamos mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades, de nuestros niños y contar con proyectos de desarrollo de acuerdo a la cosmovisión de nuestro pueblo”, manifestó Odicio, quien destacó que Devida viene trabajando en la actualización de los planes de vida y esperan ser parte de este proceso.
“La única alternativa como pueblos originarios es caminar juntos, tanto las comunidades indígenas como el Estado”, añadió el dirigente de la Fenacoka.
La actividad se desarrolló al cumplirse dos años del asesinato del entonces presidente de la comunidad indígena de Unipacuyacu y líder cacataibo Arbildo Meléndez, el 12 de abril del 2020.
Los participantes destacaron la labor de Meléndez pues solicitaba la titulación de tierras de su comunidad. Este reclamo había generado disputas con invasores que lo habían amenazado de muerte en reiteradas ocasiones.
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(FIN) NDP/CCH
Publicado: 8/4/2022