Las vacaciones de los escolares son momentos de esparcimiento, diversión y relajo, pero cuando llegan a su fin, pueden manifiestarse sentimientos de desgano, flojera y apatía porque implica cambiar nuevamente de hábitos y rutinas diarias. ¿Cómo hacerlo sin que sea tan traumático?
Johanna Rubianes, psicoterapeuta y especialista del Departamento de Análisis y Modificación del Comportamiento (Damoc) del hospital Hermilio Valdizán, recomendó preparar a los escolares entre una y dos semanas antes del inicio de las clases, estableciendo horarios para ir a dormir, jugar y comer.
“Para ambos, padres e hijos, es un reto volver nuevamente a la rutina escolar. No debemos hacer los cambios justo el primer día de clases sino una semana antes, o mejor dos semanas, sobre todo en la rutina diaria; por ejemplo, levantarse temprano para tomar desayuno, el uso del tiempo libre y actividades deportivas”, dijo en Salud y Bienestar de Andina Canal Online.
Empezar a gestionar nuevos hábitos –dijo– es más fácil en los niños que en los adolescentes, porque los primeros suelen cumplir sin cuestionar las normas establecidas por los padres, a diferencia de los segundos, quienes, por encontrarse en una etapa de rebeldía y autonomía, se resisten y no acatan disposiciones.
Acerca del empleo de los medios electrónicos, la licenciada señaló que los padres deben ir restringiendo paulatinamente el uso del celular, tabletas, televisión, etc., ya que los chicos ocupan mucho más tiempo revisando sus redes sociales o con juegos en línea.
Recordatorio
El rol con nuevas actividades debe plasmarse en una hoja en un lugar visible del cuarto del menor o en la refrigeradora de la cocina, con el objetivo de que sea un recordatorio de las cosas que deben hacer en las semanas previas al inicio del
año escolar 2023.
¿A qué hora deben dormir?
Si existen dificultades en las horas de dormir y levantarse en temporada escolar, Rubianes dijo que lo más recomendable es que duerman entre las nueve y las diez de la noche, a fin de cumplir con las horas de sueño necesarias en su etapa de formación.
Sin embargo, agregó, los padres no deben ser demasiados rígidos en este tema, sobre todo con la hora de dormir, porque si el menor se levanta tranquilo y con energía para empezar sus actividades diarias, no existiría ningún inconveniente en que se acueste una hora más tarde. Sin embargo, si el niño se despierta malhumorado e irritable, no podría haber concesiones.
“No podemos ser tan rígidos con la hora en que se acuestan todos los días, porque no son un robot para que se duerman exactamente a las ocho de la noche. Lo importante es ir explicándoles que esa norma es parte de su autocuidado y que se acostumbrarán con el tiempo”.
¿Cómo motivarlos?
La experta dijo que para motivar el entusiasmo es importante ir con los mismos escolares a comprar sus útiles de colegio y también hacerlos participar en la preparación de los cuadernos, algo que muchos disfrutan.
La comunicación, añadió, siempre debe estar presente entre padres e hijos para saber los problemas por los que puede estar atravesando el niño.
La psicoterapeuta consideró que el cambio de hábitos no solo debe hacerse antes del inicio de clases, sino mantenerlo durante todo el año escolar.