La gran escultura de la Virgen de la Natividad de la provincia cusqueña de Paruro, que data del siglo XVIII, fue restaurada por primera vez y entregada a los fieles católicos y autoridades para las celebraciones en setiembre próximo.
La sagrada imagen llegó al Centro de Restauración de Tipón, de la Dirección de Cultura, hace tres meses, y junto a las esculturas de del Niño de la Virgen y el Niño Torero de la Virgen, que también registraban deterioro, fue intervenida.
Edson La Torre Sotomayor, coordinador de este taller, informó a la Agencia Andina que la efigie tenía fracturas, fisura en el cuello, fisuras en los dedos, los brazos estaban relativamente desprendidos, los alambres que la sostenían se habían corroído, y desgastes.
El trabajo fue minucioso y, según el especialista, “se hizo un sistema de articulación en madera que va garantizar su estabilidad”. Destacó, a la vez, que hallaron repintes, que fueron tocados para volver a su color original, tanto en el pan de oro como en la policromía “todo eso se ha restituido”.
La Torre Sotomayor afirmó que hubo un descuido en el mantenimiento de la imagen de la virgen, además del tiempo “que es el peor enemigo de las imágenes”, y la fragilidad.
En tanto, las esculturas del Niño de la Virgen y el Niño Torero, volvieron a su estado original, dado que también registraban deterioro y habían sido repintados, lo cual incluso hacía dudar a la feligresía de su originalidad.
“Estaban cubiertas con una capa delgada de yeso y repintado, hubo una mala intervención, no se apreciaba el pan de oro, la perdía incluso, pero ahora ya se puede apreciar en su originalidad”, destacó.
Alegría y devoción
Las tres imágenes escultóricas fueron recibidas con mucha algarabía y devoción por los feligreses, directivos de las hermandades, danzarines, autoridades eclesiásticas y autoridades municipales de Paruro, durante una ceremonia en la Casa Museo del Inca Garcilaso de la Vega.
“Estas imágenes llegaron a nuestros talleres presentando grave deterioro como desprendimiento de varios dedos, ataque de xilófagos, fracturas en las articulaciones, repintes inadecuados y daños estructurales, que fueron superados con el talento y la experiencia de nuestros restauradores”, destacó Edson La Torre ante el público.
Por su parte, el Vicario General del Arzobispado de Cusco, monseñor Manuel Álvarez Bravo, agradeció a la entidad cultural por la restauración de estas veneradas imágenes y resaltó las capacidades profesionales de los restauradores.
Finalmente, el alcalde de Paruro, Ricardo Cavero Cárdenas, felicitó a los restauradores por cumplir con el compromiso asumido y devolver a la Virgen de la Natividad plenamente restaurada.
La feligresía católica de Paruro se alista a las celebraciones que tendrán por día central el 8 de setiembre próximo, en vísperas y días posteriores. Los mayordomos y danzarines ofrecerán ceremonias religiosas y rituales como lo hacían sus antepasados.
(FIN) PHS