Sumado a ello, su cañón pulverizador cubre un área de acción de 980 metros cuadrados al tener un alcance de 50 metros. El equipo es adaptable, es decir, se puede acoplar como un remolque, y también se puede colocar en la parte superior de una camioneta y/o cisterna.
El profesional sanmarquino hizo un llamado a los alcaldes de los diferentes distritos de la capital para que puedan gestionar el uso de esta iniciativa y llegue a los distritos más vulnerables del país.
"Si hay apoyo se podría tener al menos un cañón en cada distrito, hecho por peruanos y para peruanos. Los invito a sumarse a esta campaña, compartiendo y difundiendo”, informó.
Este cañón desinfectante puede tener aplicaciones en diversas industrias, tales como el sector construcción para controlar el polvo que generan las demoliciones, el sector agrícola para dosificar el riego y esparcir insecticidas, el sector municipal para usarse para el riego de áreas verdes, entre otros.
Ahora lo que se necesita es financiamiento para la construcción en serie de estos equipos. El costo varía entre 5 y 8 mil dólares, según la cantidad que se desee fabricar.
Hace unas semanas este ingeniero diseñó una campaña denominada #UnCañonPorDistrito para que los vecinos puedan unirse a esta propuesta.
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