Andina

Conoce a don Jorge Venegas y su grupo que ayudan a familias vulnerables de Trujillo

Entregan pan y reparten gratuitamente protectores faciales

Jorge Luis Venegas Minchola lidera el grupo solidario que regala pan y protectores faciales a familias vulnerables de Trujillo afectadas por la pandemia de coronavirus (covid-19). Foto: Luis Puell

Jorge Luis Venegas Minchola lidera el grupo solidario que regala pan y protectores faciales a familias vulnerables de Trujillo afectadas por la pandemia de coronavirus (covid-19). Foto: Luis Puell

03:30 | Trujillo, set. 3.

Es lunes y don Jorge Luis Venegas Minchola entrega las últimas bolsas de pan a doña María, su paisana de Otuzco. La mujer, de 76 años de edad, debe de labrar la tierra para subsistir, porque su esposo de 82 años está muy enfermo para mantenerla. Recibe el donativo y eleva una plegaria para que él siga ayudando a los que menos tienen.


Este es el segundo domingo que don Jorge, su esposa doña María Catalina Luján Gómez, y un grupo de amigos, unen esfuerzos en la elaboración de pan y bizcochos para repartir a las familias más necesitadas del distrito trujillano de El Porvenir, en la región La Libertad.


Don Jorge cuenta que la primera vez hornearon 1,000 piezas de pan y otras 1,000 de bizcochos para beneficiar a 100 familias, pero esta vez han duplicado la cifra para poder ayudar a más personas, porque siempre parece insuficiente en esta pandemia del covid-19.

El sábado en la noche, antes del inicio de la inmovilización obligatoria, todos se encuentran en el recreo campestre de don Jorge, ubicado en el valle de Laredo. El negocio ahora luce el pasto de la cancha de fulbito crecido, el agua de la piscina al ras del piso y el hotel vacío. La pandemia alejó a los comensales y turistas. Informes advierten que la economía peruana es una de las más golpeadas de la región.


Es doña María Luján quien se encarga de dirigir la preparación de masa. Sabe el punto exacto para que, al salir del horno de barro, el pan sea crujiente por fuera y suave por dentro. Desde las primeras horas del lunes el pan se reparte a diferentes sectores de El Porvenir, para ello cuenta con personas que lo hacen posible.

Ella toma los últimos panes y los sirve junto a pollo horneado, café y leche de vaca recién ordeñada. “Este pan te puede durar dos días”, dice mientras saca dos camotes del horno.


“Estoy pasando por una situación económica muy difícil, mis negocios están cerrados, pero eso no nos amilana porque Dios nos bendice. Afortunadamente tenemos amigos que nos ayudan. Las autoridades deberían estar en el primer orden ayudando, pero no lo hacen, y nosotros que somos un grupo solidario intentamos contribuir”, indicó.


Para enfrentar la crisis, los esposos Venegas Luján venden leche fresca, que producen las vacas que crecen con forrajes frescos en una parte del local; sin embargo, no hay tiempo para lamentos, y con los primeros cantos del gallo todos se levantan para iniciar la labor solidaria.

Protectores faciales


Cuando el gobierno dispuso la obligatoriedad del uso de protectores faciales en el transporte público, doña María compró una docena para su familia. Sin embargo, al notar lo sencillo de su confección nació la idea de replicar y donarlo a los más necesitados.

La meta fue elaborar 5,000 protectores faciales y hasta el momento han repartido un total de 2,000. Los otros 3,000 se encuentran en proceso de confección. Para lograrlo han solicitado el apoyo de voluntarias y unas máquinas de coser y de zapatos de una vecina.


“Cuando se da esa norma cada protector facial costaba 15 soles, y pensamos que una familia de 3 a 6 integrantes no podrían comprarlo, por eso decidimos con mi esposo hacerlo nosotros para donarlos”, recordó.

Doña María, quien también es natural de Otuzco, espera terminar estos días los protectores que faltan para poder entregarlos, y así cumplir con la palabra empeñada.

Pero no es la primera vez que los esposos Venegas Luján ayudan a los más necesitados. Don Jorge empezó su trabajo social con el Inter Fútbol Club, equipo con el que ganó la liga distrital y jugó la Copa Perú. Entre 1989 y 1990, cuando era auditor de una empresa importante, se convirtió en presidente del club Carlos A. Mannucci, el equipo de fútbol más popular de la ciudad.

Desde hace mucho tiempo lleva juguetes a los niños, medicinas algunas personas enfermas que lo soliciten, o víveres a otras personas que lo requieran. No es que les sobran los recursos, pero lo poco que han dado lo dan con todo el corazón.

“Ayudar es un don divino, pero esto ha sido posible porque mi esposa comparte mis ideas, y también está convencida que ayudar es bueno”, dice don Jorge.


Mientras reponen fuerzas con el desayuno, don Jorge y doña María esperan que la economía mejore, pero quieren que las personas sean mejores cada día, con un mejor corazón. Eso es lo que intentan heredar a sus hijos. 

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(FIN) LPZ/MAO

Video: Grupo solidario ayuda a familias vulnerables de Trujillo
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Publicado: 3/9/2020