"Este tipo de acciones afirmativas que se empiezan a dar en el mundo entero nos ha dado un resultado favorable y ahora estamos alrededor de 40% de participación de mujeres en los proyectos", reiteró.
También destacó que en el Perú hay disciplinas con mayor participación de mujeres que de hombres como las ciencias de la salud. En otras hay paridad, pero también hay carreras con retraso como las ingenierías mecánica o minera con presencia reducida de mujeres, incluso con tasas menores al 8%.
En su opinión, aún hay acciones afirmativas que pueden plantearse. En Brasil, las mujeres investigadoras con hijos tienen consideración adicional en sus postulaciones. La razón, precisa, es que las mujeres involucradas en ciencia y tecnología ven reducida su productividad debido a su vida familiar.
Por ello, el Concytec realiza un mapeo sobre las experiencias en países de Latinoamérica, con escenarios similares al nuestro, y las acciones que se han adoptado para aumentar la presencia femenina. "Parece algo tan obvio pero tenemos que estudiarlo, justificar y contar con un marco de evidencia de que es necesario hacerlo. No solo decir que es muy evidente... Estamos apuntando (concluir esa evaluación) este año. Tenemos que pasar las etapas para una directiva (como esa)", dijo.
Una renovada política institucional
En el 2019, el
Comité Pro Mujer -integrado por diez destacadas investigadoras y científicas- concluyó una hoja de ruta que será desarrollado por el equipo conformado para este año.
"Una de las acciones más importantes es la política institucional para promover la presencia de la mujer en ciencia y tecnología", sostuvo. En ese sentido, el Comité Pro Mujer propuso adecuar el marco normativo orientado a la igualdad de oportunidades, así como el fortalecimiento de la capacidad operativa del ente rector para proponer instrumentos de promoción de la mujer en CTI.
León-Velarde manifestó que hay tres factores vinculados a una política institucional: acciones en múltiples niveles para sumar presencia femenina al sistema; temas culturales y sociales; así como aspectos económicos.
En los tres niveles se están adoptando acciones. Entre ellas se trabajan actividades con los colegios. "Cada vez tenemos más niñas participando en el concurso Eureka!. Hay que cuidar las vocaciones, potenciarlas y promoverlas. Trabajamos con mentorías y actividades como talleres con científicas", agregó. De esta forma, las niñas no solo podrán reconocer una vocación en estos modelos, también descubrirán que las científicas tienen carreras exitosas.
El Comité Pro Mujer busca institucionalizar las mentorías en instituciones de investigación y de educación superior, así como integrar a los investigadores con interés en certificarse.
El segundo factor implica acciones integradas desde todos los ámbitos a escala nacional. "Dar un salto muy rápido requieren acciones afirmativas en todos los niveles. Eso requiere acciones no solo del Concytec, todos tenemos que sumar para que eso ocurra en el colegio, para fomentar vocaciones de ciencia; así como desde la universidad con facilidades para que puedan continuar sus carreras científicas; desde la casa; desde la legislación. Hay que actuar en cada nivel. Yo creo que estamos en camino y sí espero que esa brecha se vaya reduciendo y, de hecho, ya lo hace. Con una sola acción afirmativa hay más mujeres en proyectos", manifestó.
Por eso, el Comité Pro Mujer se está acercando a las universidades y colegios para llevar la voz del Concytec y trasladar sus propuestas.
Finalmente, el tema económico resulta relevante porque hay que conocer cuánto se está perdiendo debido a una participación aún menor por parte de la mujer, explicó. Para ello, Concytec presentará este viernes un avance del Estudio de Línea de Base del Gasto Público en Ciencia Tecnología e Innovación.
Este balance preliminar permitirá conocer lo que gasta cada institución en ciencia y tecnología. "No es una pregunta a un administrativo, es el gasto real", afirmó. También se ha incluido cifras y datos sobre la participación de las mujeres en los sectores que cuentan con dicha información.
En octubre del 2018 se dio inicio a la primera etapa del estudio durante un taller en el cual participaron 58 instituciones y/o unidades ejecutoras. Los 230 funcionarios pudieron conocer cómo se debía completar el Formato de Recolección de Datos, que ha permitido la construcción de una base de datos.
Dicha información se convierte en el principal insumo para el ejercicio del análisis del gasto público en CTI, pues contiene datos sobre el tipo de intervención, instrumento utilizado y descripción, entidad financiadora, entidad ejecutora, desembolso por año, sector, entre otros.
El estudio forma parte del proyecto "Mejoramiento y Ampliación de los Servicios del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Sinacyt)", que busca fortalecer el marco institucional y la capacidad de investigación e innovación en el país.
Por otro lado, León-Velarde informó que se trabaja en una actualización del Censo Nacional de Investigación y Desarrollo a Centros de Investigación, cuya primera edición se realizó en el 2015. "El censo incluye participación privada y pública y estamos apuntando al 2021", agregó.
A finales de marzo se espera contar con el
reglamento de la Ley de Promoción del Desarrollo del Investigador Científico. El próximo martes será revisado por el consejo directivo y, de dar luz verde, pasa a la Presidencia del Consejo de Ministros para su aprobación.
León-Velarde sostuvo que una versión preliminar ha sido revisada por las unidades de CTI. También se han hecho focus group y la propuesta fue enviada a sectores como el Ministerio de Educación, Sunedu, entre otros.
Con su aprobación se espera que, a fin de año, se realice el primer llamado para la creación del
cuerpo de investigadores en Ciencia, Tecnología e Innovación. Con una ampliación del presupuesto, para el 2021, un grupo de científicos podría recibir apoyo para continuar con su labor.
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(FIN) SPV