Un grupo de rovers del tamaño de una caja de zapatos, han sido puestos a prueba recientemente en un laboratorio del Glenn Research Center de la NASA. La instalación, llamada Simulated Lunar Operations lab (o SLOPE), está diseñada para imitar las operaciones que se realizarán en la superficie de la Luna o de otros planetas, informó la agencia espacial.
El proyecto Cooperative Autonomous Distributed Robotic Exploration (CADRE) de la
NASA desarrolló estos robots programados para trabajar en equipo autónomamente y así
explorar la superficie lunar, recopilar datos y mapear diferentes áreas de la Luna en 3D.
Los minirovers recorrieron la simulación del suelo lunar, también conocido como regolito, para comprender mejor los tipos de desafíos que enfrentarán los vehículos lunares de este tamaño, en la superficie de la Luna. Los resultados de las pruebas se utilizarán para caracterizar el rendimiento de los rovers pequeños y mejorar el diseño de movilidad de los equipos.
Cada minirover tiene libertad de movimiento de forma independiente, por lo que se puede realizar mediciones conjuntas distribuidas, que serían casi imposibles de lograr con un solo rover. La tecnología de autonomía central desarrollada bajo el nombre CADRE también podría usarse en otros cuerpos planetarios, como Marte.
Trabajo conjunto con miras a la exploración lunar
Los investigadores de CADRE del Jet Propulsion Laboratory, en el sur de California, trabajaron con los ingenieros de SLOPE para descubrir si los pequeños robots podían desenvolverse en el desafiante y fino entorno de la superficie lunar.
“Probamos la tracción de las ruedas en diferentes condiciones”, dijo Alex Schepelmann, especialista en robótica de SLOPE, en el Centro Glenn de la NASA. “Las ruedas del rover también se probaron para ver si podían sortear grandes rocas lunares y escalar las laderas de nuestros lechos inclinados que simulan las colinas de la superficie de la Luna”.
El equipo de SLOPE también utilizó imágenes de equipos científicos para determinar la tasa de deslizamiento de las ruedas en el suelo lunar simulado, lo que podría afectar la capacidad de los rovers para determinar la ubicación con precisión utilizando sus sensores.
“Si la rueda patina, el rover podría pensar que ha ido más lejos de lo que realmente ha viajado, ya que la tecnología GPS aún no se ha desarrollado para la Luna”, dijo Schepelmann.
Caracterizar este deslizamiento es un punto importante para los algoritmos de los rovers que determinan la posición. El software CADRE también utilizará datos de una unidad de medición inercial, cámaras estéreo y un sensor solar para rastrear la posición de cada explorador mientras exploran la superficie lunar.
Según Schepelmann, los
robots CADRE utilizan ruedas de radios, como las ruedas del rover VIPER, que se llevará a la Luna a finales de 2023 para buscar hielo y otros recursos.
Los rovers CADRE continúan desarrollándose y probándose en JPL. CADRE tiene como objetivo realizar una demostración de tecnología en un módulo de aterrizaje robótico comercial, en los próximos cinco años, a través de la Iniciativa Commercial Lunar Payload Services de la NASA.
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Publicado: 12/11/2021