Chile se considerará "un Estado social", según el proyecto de nueva Constitución, lo que cambiará su papel subsidiario que recoge la actual Carta Magna, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), según publicó el martes la Convención Constitucional.
"Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural y ecológico", señala el artículo 1 de la futura ley fundamental aprobada por la Convención Constitucional, que será votada el próximo 4 de setiembre en un plebiscito de voto obligatorio en el que están llamados a participar más de 15 millones de ciudadanos.
Esta definición es considerada por varios analistas uno de los puntos clave que resume el giro en el pacto social que reclamaron los chilenos en protestas masivas, algunas violentas, desde octubre del 2019.
"Se constituye una República solidaria, su democracia es paritaria y reconoce como valores intrínsecos e irrenunciables la dignidad, la libertad, la igualdad sustantiva de los seres humanos y su relación indisoluble con la naturaleza", continúa el artículo aprobado.
El órgano constituyente trabaja desde el 4 de julio del 2021 para redactar un proyecto de Constitución que se presentará el próximo 5 de julio tras un año de trabajo.
El artículo inicial del borrador cambia el concepto básico vigente de "Estado subsidiario, implícito en la actual Constitución, que entrega principalmente a los privados el cumplimiento de los derechos sociales, desligando del Estado la responsabilidad de garantizarlos", indicaron desde la Convención a través de un comunicado.
Con el cambio, el Estado deberá generar "mayor bienestar social" de forma preferente a través de políticas públicas, agregaron.
También se aprobó por una mayoría transversal "la consagración de los emblemas nacionales". Bandera, escudo e himno se mantendrán inalterados, demostrando que eran falsas las polémicas surgidas en el debate público y en redes sociales de que estos iban a ser cambiados.
En otros artículos se recoge que Chile será un país "laico, donde se respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales", "conformado por diversas nacionalidades", con una "democracia inclusiva y paritaria" y en el que "quien dañe el medio ambiente tendrá el deber de repararlo", según el texto.
La nueva Constitución ha generado polémicas a lo largo de las últimas semanas y en las últimas cuatro encuestas publicadas. En tres de ellas vencía la opción de rechazar la nueva Carta Magna, sin que se hubiera divulgado aún un borrador.
La Convención Constitucional fue concebida como la salida institucional con la que Chile encauzó las violentas protestas sociales que estallaron el 18 de octubre del 2019 y en las que señalaban a la actual Carta Magna como origen de la desigualdad en el país.