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¿Cerebro rápido y saludable? Aquí te decimos qué comer

Alimentos ricos en omega 3 no deben faltar nunca en su dieta básica

Investigan el desarrollo de ordenadoresd que simulan el cerebro humano.

Investigan el desarrollo de ordenadoresd que simulan el cerebro humano.

11:52 | Lima, jul. 21

El cerebro consume diariamente entre el 20 % y 30 % de la energía de nuestro cuerpo, un órgano muy demandante de alimentos, que bien escogidos pueden darle mayor agilidad y protegerlo de futuros daños.

Elizabeth López, nutricionista del Instituto Nacional de Salud Mental, detalló que los alimentos ricos en omega 3 son fundamentales. Entre ellos los pescados, sobre todo los de carne oscura, los mariscos, las semillas, los frutos secos y las verduras de hoja verde.

“Son ideales porque se trata de una grasa buena, no olvidemos que el cerebro está conformado en mayor proporción por grasa”, detalló durante el programa Saludable Mente de Andina Canal On Line. 

El omega-3 es particularmente esencial porque posee el DHA (ácido docosahexaenoico), componente de la estructura original del cerebro y de su tejido nervioso. Previene enfermedades asociadas al sistema nervioso central y a sus funciones cognitivas. 



Los frutos secos tampoco pueden faltar, como nueces, almendras, entre otros, incluidos como snacks saludables entre las comidas principales.     

“Este tipo de alimentos además de nutritivos evita que subamos de peso, porque ofrecen sensación de saciedad debido a que tienen mucha fibra. Si a pesar de eso se sigue teniendo hambre hay que aumentar la cantidad de vegetales como espinaca, brócoli; los cereales, los granos integrales, la avena”, indicó. 

Las frutas deben estar presentes en la dieta diaria. Le aportan vitaminas, esenciales para su funcionamiento, como las cítricas (naranjas, kiwi, mandarinas) sin olvidar las manzanas y los frutos de color rojo. El plátano, la piña son ideales contra la depresión o ansiedad.   

Cerebro de hierro

No hay que olvidar que el hierro es otro elemento indispensable en la dieta de un buen cerebro. su carencia disminuye las funciones neuronales y la concentración.

Se le puede encontrar en pescados de carne oscura, como el bonito, jurel, caballa, que además son bastante económicos. Este mineral se encuentra además en las carnes rojas, vísceras y menudencias, como el pulmón, hígado, riñones y en la sangrecita de pollo. 




El hierro presente en las menestras se absorbe de mejor manera si se consume junto a cítricos. Las gaseosas o infusiones no permiten la absorción eficiente de este mineral. 

“Las semillas son otro alimento esencial para la alimentación de nuestro cerebro, como las de girasol que podemos consumir diariamente después de tostarlas. Se pueden acompañar con otros frutos secos, como nueces, pecanas. La medida a consumir es lo que cabe en un puñado”, recomendó la especialista.  

La nutricionista sugirió evitar el consumo de café, té, bebidas gasificadas, altas en azúcar y alcohólicas porque son dañinos para el cerebro. Lo estresan y eso genera una alta oxidación. “Son agentes para mantenerlo alerta, pero su consumo regular no es beneficioso. Lo que no debe faltar es el agua”, anotó. 

En la línea de lo que debe evitarse, mencionó también las grasas saturadas, dañinas para el funcionamiento del cerebro. Las grasas trans son mucho peores, dijo. 

No lo acostumbre mal 

Elizabeth López recomendó evaluar siempre lo que nos llevamos al estómago, porque el cerebro desarrolla una memoria de lo que come. Si lo acostumbran mal, elegirá mal.  

“Lo que comemos impacta en el cuerpo, pero también en el desempeño cerebral y emocional. En ocasiones me puedo sentir bajoneado y mi elección tal vez no será la más adecuada: algo rápido o con mucha grasa. Los alimentos con mucha azúcar le permitirán mayor actividad, pero no precisamente generarán que se sienta mejor o feliz”, comentó. 

Cuando se da un cambio hacia comidas sanas, nutritivas para el cerebro, dijo, las personas indican que tienen mayor vitalidad, sienten ganas de hacer cosas que antes no hacían, se sienten más frescos y ágiles mentalmente hablando.   




“La alimentación es importante para la actividad cerebral y la salud mental. Un cerebro que se alimenta de forma inadecuada va a tener sentimientos de irritabilidad mucho más seguidos, va a ser propenso a depresiones o volverse ansioso. Es importante saber que no servirá de nada tener una buena alimentación y cero ejercicios. Hacerlos ayudará a liberar endorfinas, lo que nos pondrá además contentos”, refirió.   

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(FIN) KGR/ART

JRA


Publicado: 4/7/2019