La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyectó hoy que la economía peruana crecerá 3.1% este año, superando el promedio de expansión estimado para la región (2.2%).
Con ello mantiene su previsión sobre nuestra actividad económica difundida en su reporte de abril pasado.
En su Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2025: Movilización de recursos para el financiamiento del desarrollo, difundido esta mañana, considera que nuestro producto bruto interno (PBI) aumentará 2.9% al cierre del próximo 2026.
Cabe mencionar que en mayo del presente año, la producción nacional se incrementó 2.67% en comparación con lo registrado en igual mes del 2024, de acuerdo con Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
La entidad peruana precisó que entre enero y mayo del 2025, la actividad económica acumuló un crecimiento de 3.13%, mientras que en el periodo junio 2024 - mayo 2025, la expansión fue de 3.40%.
Con ese resultado de mayo, la economía peruana sumó 14 meses consecutivos de crecimiento.
El documento elaborado por la CEPAL alerta que la región continúa en un prolongado período de bajo crecimiento. Por ello estima que el producto interno bruto real de la región crecerá en promedio 2.2% en 2025 y 2.3% en 2026, manteniendo las tasas registradas en 2023 y 2024.
Cabe resaltar que las nuevas proyecciones de la CEPAL para este 2025 representan una leve revisión al alza respecto a las publicadas por el organismo en abril pasado (2%), explicada por un mejor desempeño del PBI en el primer trimestre de este año.
Dinámicas diferenciadas
El informe, dado a conocer en una conferencia de prensa encabezada por el Secretario Ejecutivo de la comisión regional de las Naciones Unidas, José Manuel Salazar-Xirinachs, resalta que las proyecciones apuntan a dinámicas diferenciadas entre subregiones y países.
Así para América del Sur se prevé una expansión de 2.7% en 2025, por encima del promedio regional, sustentada principalmente en la recuperación de Argentina y Ecuador, el repunte del crecimiento en Colombia y la sólida expansión de Paraguay.
El informe de la CEPAL, señala que el escenario macroeconómico regional para 2025-2026 estará marcado por un menor dinamismo de la demanda agregada interna.
“El entorno macroeconómico regional estará caracterizado por una débil demanda interna, en particular por la desaceleración del consumo privado. Además, las perspectivas internacionales se mantienen desfavorables, limitando el impulso externo para el crecimiento regional”, señaló.
Previsión
Para 2025 y 2026, proyecta una moderación del crecimiento económico mundial como consecuencia de múltiples condicionantes —tensiones y fragmentación geoeconómica, condiciones financieras aún restrictivas, debilitamiento del comercio internacional y conflictos bélicos, entre otros.
A esto se suma una acentuación de la vulnerabilidad externa, reflejada en el aumento proyectado del déficit de la cuenta corriente y en la mayor dependencia del capital externo, agregó.
El informe señala que para el período 2025-2026, la balanza de pagos de la región seguirá siendo impactada por distintos riesgos, tales como el agravamiento de los conflictos geopolíticos, la volatilidad de los precios de los productos básicos y la desaceleración sincronizada de las principales economías del mundo.
Empleo
La CEPAL estima también una desaceleración del crecimiento del empleo. Así, en consonancia con la dinámica de la actividad económica, espera que el crecimiento del empleo se mantenga bajo en las economías de la región en 2025 y 2026.
Prevé que el aumento del número de personas ocupadas sería menor que en años anteriores.
“En este escenario, la tasa de desocupación se estabilizaría en torno al 5.6%. Si bien se anticipa una leve reducción en la informalidad y en las brechas laborales entre hombres y mujeres, estos indicadores permanecerían en niveles elevados”, aseveró.
Indicó que las proyecciones para 2025 y 2026 apuntan a una inflación regional estable, aunque se prevé que persistan riesgos de presiones inflacionarias al alza.
“En suma, el informe advierte que el panorama global y regional para 2025 y 2026 está sujeto a una elevada incertidumbre. La dinámica de crecimiento de las economías de la región podría deteriorarse a causa de un aumento de los riesgos globales”, puntualizó.
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(FIN) SDD/SDD