El presidente del gobierno catalán, Carles Puigdemont, proclamó la victoria del "sí" en el referéndum de independencia que los tribunales declararon inconstitucional y el gobierno español intentó impedir con un fuerte dispositivo policial.
"Con esta jornada de esperanza y también de sufrimiento, los ciudadanos de Cataluña nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente que se constituya en forma de república", afirmó Carles Puigdemont en una solemne alocución.
Según los datos ofrecidos por su gobierno, más de 2,2 millones de personas participaron en la votación de las que un 90% apostó por el sí. Con esta victoria, la mayoría independentista del parlamento regional había prometido declarar la secesión de esta región del noreste de España.
La policía española intervino este domingo en Cataluña para cerrar varios puntos de votación, protegidos desde antes de la madrugada por multitudes de personas. Más de 800 manifestantes tuvieron que ser atendidos por los servicios de emergencias.
Puigdemont acusó a Madrid de ejercer un "el uso injustificado, irracional e irresponsable de la violencia" pero el jefe de gobierno español Mariano Rajoy contestó que las fuerzas de seguridad "han cumplido con su obligación y con el mandato que tenían de la justicia".
Al intervenir, los agentes no dudaron en cargar contra aquellos que opusieron resistencia, echando mano de porras, empujones y pelotas de goma, según varios testigos interrogados por la AFP.
"Se han llevado las urnas por la fuerza, porque los presidentes de las mesas agarraban las urnas con las dos manos y se las arrancaban literalmente de las manos", explicó Marc Carrasco, apoderado de un colegio barcelonés.
Los servicios regionales de salud atendieron a 844 personas, entre las cuales había 92 heridos graves y menos graves. Uno fue alcanzado por una pelota de goma en un ojo y otro sufrió un infarto durante una incursión policial, señaló un portavoz regional de Salud.