Los más de dos millones de vehículos que circulan actualmente en la ciudad de Lima han generado un caos en el transporte que se agudiza por una falta de infraestructura vial y la inacción de las autoridades en implementar un adecuado y consensuado sistema de transporte público integral.
Para
Luis Quispe Candia, presidente de
Luz Ámbar, la solución a este problema que padecen a diario los
10 millones de habitantes de la ciudad capital, se inicia con la urgente implementación de una
Autoridad del Transporte Urbano que ponga fin a disputas entre las
municipalidades de Lima y Callao por la administración del
transporte público y privado.
“
No puede haber dos gerentes generales en una misma empresa. No pueden administrar una ciudad dos alcaldes,
eso es imposible, es irracional. Y no solo tenemos dos alcaldes, tenemos también la
Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico que administra el servicio de trenes”, recalcó.
Explicó que la ATU asumiría las funciones de las gerencias de transporte urbano de Lima y Callao, de Protransporte (Metropolitano) y de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico, a fin de administrar todo el transporte de buses y trenes que circulan por la capital.
Quispe dijo que, a partir de la ATU, y con
apoyo financiero del Gobierno central, se podrán ejecutar los cambios radicales y “sin anestesia” que son necesarios para mejorar el sistema de transporte en Lima y Callao, así como reducir el
caos vehicular que genera anualmente una
pérdida de horas/hombre de 1,000 millones de dólares.
Soluciones
En primer lugar, Quispe recalcó la necesidad de iniciar un programa agresivo de retiro de las unidades de transporte público (combis y cousters) informales y con más de 20 años de antigüedad.
Paralelamente, la Autoridad de Transporte Urbano, con el apoyo económico del gobierno central, debe lanzar un programa de chatarreo que incluya un bono que se ofrecerá a los propietarios de los vehículos antiguos que sean retirados de circulación.
También hay que impulsar un programa de reconversión laboral para los dueños de las combis y las coasters y los choferes que queden relegados, porque habrá un excedente de conductores.
“En el transporte público urbano tenemos 27,000 vehículos entre Lima y Callao. El año pasado Lima ha retirado vehículos con más de 30 años de antigüedad, quiere decir que están circulando vehículos con 29 años de antigüedad”, aseveró.
Corredores complementarios
Según Quispe Candia, los
corredores complementarios Javier Prado (rojo),
Arequipa (azul),
San Juan de Lurigancho-Tacna (morado) y
Vía de Evitamiento-Canta Callao (amarillo) son estupendas iniciativas que faltan completar para que puedan cubrir la demanda de las millones de personas que requieren de estos servicios.
“Por ejemplo, el corredor Amarillo tiene un trazo nuevo desde el óvalo de Javier Prado hasta Canta Callao, y utiliza el corredor nuevo con un túnel de 1.8 km que es una vía fenomenal exclusiva con el que se ahorra tiempo de viaje en esa zona. Pero apenas ha comenzado con 40 buses y esa ruta está diseñada para 600 buses, pero hay que completar la ruta y el recorrido”, anotó.
Dijo que la misma situación ocurre con El
Metropolitano, donde operan cerca de 500 buses, cuando en una ciudad con menos habitanteS que Lima, como Santiago de Chile, el
Transantiago (similar al Metropolitano), circulan
más de 6,000 unidades.
Sostuvo que todos estos corredores están implementados a medias, no tiene la flota completa y no hay ni siquiera el recaudo electrónico como debería haberse hecho desde el primer día.
“Hacen falta buses de gran capacidad y tener un transporte integrado en que el pasajero pueda hacer trasbordo de un bus a otro y al tren con un solo pasaje”, manifestó.
Dijo que, a partir de estos cambios, los más de 300,000 taxis que circulan por la capital dejarán de ser necesarios porque el público optará por un servicio de transporte más rápido y barato.
“Si se implementa un sistema de transporte masivo ordenado con buses de gran capacidad, automáticamente desaparecen los taxis y los autos colectivos", agregó.
"Hoy pueden hacerse 1,000 operativos y al día siguiente habrá un auto colectivo porque la población lo que quiere es viajar, no le interesa si es pirata o si tiene licencia, porque quiere viajar y rápido”, subrayó.
Igual ocurrirá con los vehículos particulares que se quedarán guardados porque será más conveniente al ciudadano viajar en un bus rápidamente por un corredor segregado o haciendo trasbordo de un bus a otro, pagando un solo pasaje.
“Necesitamos un transporte urbano con buses de gran capacidad que tengan un tiempo de viaje establecido, que tengan una frecuencia ordenada, que consiste en que cada 5 o 10 minutos pasará un bus por un punto donde el usuario podrá esperar con tranquilidad”, indicó finalmente.
(FIN) LIT/ART
Publicado: 9/8/2018