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Aristóteles Breña: El embajador de la comida peruana en Panamá

Vendió cigarros, maní y cancha. Soñó con ser futbolista pero el destino le deparó otro camino de éxito

ANDINA/Difusión

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07:08 | Lima, feb. 12.

Por Valery Díaz Vásquez

Aristóteles Breña es un chef autodidacta. Trabajó vendiendo cigarrillos y confites, además de dedicarse a la construcción. En la actualidad, como propietario de las tres sucursales de Nazca 21 en Panamá, recibe a una amplia gama de clientes, como el cantante y compositor Rubén Blades. Esta es su historia de éxito.

Su padre laboró como vareador en el Hipódromo de Monterrico. Su madre halló en la venta ambulatoria un sustento para el hogar.

“Recuerdo mucho los días en que había carrera. Mi madre y mis hermanos íbamos al hipódromo a vender cancha, habas, maní, cigarrillos y caramelos”, narra Aristóteles. 

Al culminar el colegio,  encontró su pasión en el fútbol. “Quería ser futbolista profesional. Era mi pasión en ese momento”, comenta al recordar dicho momento de su vida

Sin embargo, la difícil situación socioeconómica que vivía el Perú, canceló sus ilusiones de futbolista y lo empujó a buscar nuevos horizontes. Panamá fue el destino apuntado.


Un camino distinto


Al llegar al país del istmo, Aristóteles trabajó en construcción, pero el destino le tenía deparado un camino distinto, la gastronomía.

“Mis tíos vivían en Panamá, se dedicaban al restaurante. Siempre me invitaban a trabajar con ellos”, dice nuestro compatriota, que aceptó el ofrecimiento.

Así, entre los vapores y los aromas de la cocina, encontró su gran pasión. Lo que comenzó como una mera observación de los cocineros en plena faena se transformó en un ferviente deseo por dominar el arte culinario.  Con determinación se sumergió en el mundo de las recetas y técnicas, absorbiendo cada enseñanza como una esponja ávida de conocimiento.

“Estaba lavando los platos, pero me llamaba mucho la atención el manejo de los cocineros. Entonces me ponía a ver lo que hacían y todo lo apuntaba en un cuaderno”, rememora.



Con el correr de los días, su destreza en la cocina se hizo evidente y la oportunidad para demostrar su talento no tardó en presentarse. En un giro del destino, se vio frente a frente con la prueba definitiva: preparar un pedido en solitario. Confiado en sus habilidades y con el corazón palpitante, asumió el desafío y el resultado fue un rotundo éxito. Seis meses después fue jefe de cocina. 

“Avance bastante rápido. Cuando ocurrió esta prueba tenía 22 años, más o menos un año después de haber llegado por primera vez a Panamá”, resalta.

Este logro no solo fortaleció su confianza, sino que encendió en él la llama del emprendimiento gastronómico. 

Fue así que después de trabajar 10 años con su tío, decidió trabajar de forma independiente. Sabía que emprender iba a ser un camino tortuoso, pero que valía completamente la pena


Nazca 21


Aristóteles y su hermano, unidos por lazos de sangre y sueños compartidos, se embarcaron en la aventura de abrir su propio restaurante. 

Comenzaron con la búsqueda de un lugar que albergara su anhelado proyecto. Negociaron y lucharon por conseguir el local perfecto.

De este modo, comenzó la historia de Nazca 21, un restaurante dedicado a la promoción de la gastronomía peruana en Panamá. 

Empero, nos cuenta que los primeros días no fueron fáciles. Se endeudaron y junto a su esposa, se quedaron a vivir en el restaurante.
 
“Fuimos avanzando poco a poco, dos años después abrimos otra sede en Coronado que es el área de playa y un año y medio después abrimos en Costa del Este”, destaca.

Con el paso del tiempo, el restaurante se convirtió en un referente de la gastronomía peruana en Panamá, atrayendo a una variada clientela que incluía artistas famosos como Rubén Blades.



Sus clientes panameños lo llaman el embajador de la comida peruana en Panamá. Se enorgullece de ello.

El éxito de Nazca 21 no solo se basaba en la calidad de sus platos, sino también en la pasión y el compromiso de Aristóteles y su equipo, quienes se esfuerzan por mantener viva la esencia de la cocina peruana en cada sucursal.


Planes 


Entre los planes futuros de Aristóteles se vislumbra la internacionalización de Nazca 21, así como la planificación de hacer un par de proyectos que tenga como protagonista al pollo a la brasa en Panamá.

También tiene pensado iniciar nuevos proyectos como la de una escuela de cocina en colaboración con la alcaldía de Moquegua, en Perú. 

Finalmente, y a modo de despedida Aristóteles brinda un mensaje con características de vida, que en su caso fueron aplicados con rigor y le dio como recompensa lograr el éxito en Panamá.

“Fijen sus metas, trabajen siempre en pro de esa meta, pónganle todo el empeño del mundo y nunca pierdan el objetivo, perseveren siempre”.


Más datos: 


-Aristóteles Breña participó en octubre del año pasado en la 1era Cumbre Latina de Emprendedores en Los Ángeles (Estados Unidos).

-Nazca 21 participó en el octavo concurso gastronómico “Perú Fest USA” en 2019 llevada a cabo en Miami, donde ganó el primer puesto al mejor ceviche.

-Coronado, donde su ubica una de las sucursales de Nazca 21, es una zona turística popular, con una gran afluencia de visitantes locales y extranjeros.


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(FIN)VDV/RES

Publicado: 12/2/2024