El diseñador de moda Maco Calderón fusiona la tradición andina con la vanguardia parisina en su marca homónima. Nació en las entrañas de Junín, entre los picos majestuosos de los Andes peruanos. Lleva consigo la esencia de una familia de artesanos cuyas manos han tejido la tradición de generación en generación.
Siempre buscó crear prendas que comunicaran la riqueza de la
cultura andina. Su madre, al vestirse con trajes típicos al regresar de la ciudad, le enseñó el poder de la indumentaria como una forma de expresar la conexión con las raíces.
“Ella se ponía sus trajes típicos para ir a ver a sus padres y yo cuando era pequeño no entendía cómo era, decía vivo en dos mundos, el de Lima donde la gente se viste de tal manera y otro en donde viven mis abuelos”, comenta.
Buscó la excelencia académica en diseño en la Universidad de Palermo en Argentina. Luego estudió en Lima, en la escuela francesa Mod'Art. Así, después de cuatro años, viajó a Francia para cursar el posgrado.
Esto marcaría un antes y un después en su carrera. París, la Ciudad Luz, lo cautivó desde el primer momento.
“Desde el momento que vine a Francia, me enamoré de la ciudad y decidí quedarme”, rememora. Tiene nueve años residiendo en París.
En la Ciudad Luz
Aunque la transición de Latinoamérica a Europa implica un cambio evidente, Maco lo abrazó con naturalidad.
“Mis padres se mudaban mucho, así que esto de cambiarme de lugar y adaptarme a este nuevo espacio es algo que desarrollé muy fácilmente”, explica.
París se desplegó ante él como una ciudad donde la moda y la tradición cultural convergen en una danza fascinante. Para él, no fue un choque cultural, sino una oportunidad de fusionar sus raíces andinas con la elegancia parisina, creando una armonía única en sus creaciones.
Se enorgullece de su herencia, de la cultura que sus padres le transmitieron. En un mundo donde la gente a menudo cuestiona la validez de las identidades diversas, eligió levantar la voz y convertirse en un defensor de sus raíces.
Vivir entre dos mundos, entre Francia y Perú, ha sido un desafío que ha asumido con determinación y se ha embarcado en una misión de reivindicar y visibilizar la riqueza de la tradición andina a través de su trabajo.
En un esfuerzo por compartir y celebrar la diversidad de la moda peruana, reunió a otros artistas como él para formar un colectivo de 15 marcas. Juntos, idearon un concepto innovador: un pop-up en tendencia en Europa que lleva consigo el espíritu navideño de Perú. La tienda efímera, con su propósito claro, se convirtió en un escaparate para el regalo de Navidad de Perú al mundo.
El criterio para participar es claro: calidad excepcional, terminación impecable y una conexión intrínseca con la cultura peruana o andina. Maco no solo busca destacar su propia marca, sino que aspira a ofrecer a otras marcas peruanas la plataforma para brillar y compartir su narrativa única.
Inspiración y creación
La aceptación de su marca en Francia ha sido más que un triunfo; ha sido una conexión emocional. Se ha convertido en el embajador de la moda peruana en París, encarnando el espíritu de un peruano que habla de moda y ofrece productos que narran historias. Cinco años después del nacimiento de su marca, se siente afortunado de vivir de su pasión, llevando consigo las raíces andinas a través de cada puntada y diseño.
Aunque la inspiración y la creación se gestan en París, ha decidido que la producción sea un tributo a las tierras que lo vieron crecer. Desde las montañas de Arequipa hasta la región de Junín, Puno, Cusco y Lurín en Lima, Maco divide su tiempo para garantizar que cada prenda lleve consigo la autenticidad de la artesanía peruana.
A medida que mira hacia el futuro, tiene planes ambiciosos. Busca internacionalizar su marca, pero con un compromiso sólido: todo se produce en Perú. Desde Lima hasta Nueva York, quiere llevar su historia, su cultura y sus creaciones a nuevas fronteras, pero manteniendo firme el vínculo con sus raíces.
Mientras se embarca en conferencias y ponencias en Lima, lleva consigo el orgullo y la felicidad de ser andino.
Con cada paso, teje un puente entre el pasado y el futuro, entre dos mundos que convergen en la moda que es, para él, más que una prenda, es una declaración de identidad y pertenencia.
“Es necesario que todas y todos los peruanos reconozcamos nuestra historia para revalorar nuestros orígenes y empoderarnos, pues cada cultura como la andina merece ser respetada en el Perú y en el mundo”, subraya con convicción.
Más datos:
-Su marca homónima fue fundada hace cinco años en París. Todas las prendas de las colecciones de Maco están íntegramente hechas a mano en Perú por artesanos que perpetúan la tradición quechua de hilar y tejer alpaca y algodón Pima.
-Maco Calderón estrenó el documental ‘Awackuna. Los que tejen’ en el que aborda la importancia de la herencia ancestral en las técnicas del tejido andino.
-“Es urgente visibilizar la identidad andina para tomar conciencia de la gran cultura que hemos heredado con propuestas artísticas que nos ayuden a experimentar una evolución personal”, señaló Maco Calderón.