Se espera que la recuperación económica de América Latina y el Caribe de la crisis del covid-19 pierda fuerza a medida que los vientos favorables a nivel mundial disminuyan y las debilidades estructurales resurjan, señala el documento Situación y Perspectivas de la Economía Mundial (WESP) 2022 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Prevé que la región registrará este año un crecimiento del producto bruto interno (PBI) de 2.2% frente al 6.5% previsto para el 2021, cuando las actividades económicas se recuperaron de la recesión inducida por el covid-19.
Agregó que la recuperación más rápida de lo esperado se vio respaldada por un progreso significativo en la vacunación, lo que permitió a los gobiernos aliviar las restricciones y reabrir sus economías.
A principios de diciembre del 2021, dos tercios de la población de la región había recibido al menos una dosis de la vacuna, aun cuando las disparidades entre países seguían siendo grandes. Además, la región se benefició de condiciones externas favorables, incluida la fuerte demanda de China y Estados Unidos, los altos precios de las materias primas y las crecientes entradas de remesas.
Pero la recuperación ha sido insuficiente para revertir el daño de la pandemia, que ha dejado a millones de personas sin trabajo y en la pobreza, asevera el informe.
Panorama desafiante
El informe advierte que, tras el fuerte repunte económico del año pasado, América Latina y el Caribe se enfrenta a un panorama desafiante para el 2022 y el 2023.
El entorno externo será menos propicio a medida que se desacelera el crecimiento de los principales socios comerciales de la región y se endurecen las condiciones financieras mundiales, señala.
Al mismo tiempo, muchos de los bancos centrales de la región seguirán aumentando las tasas de interés para controlar la inflación, mientras que los gobiernos se alejarán cada vez más del estímulo fiscal, explica.
Ante estos obstáculos, prevé que el crecimiento del PBI en América del Sur alcance solo el 1.6% en el 2022. Las perspectivas a corto plazo son más favorables para América Central y especialmente el Caribe, donde la continua reanudación del turismo respaldará la recuperación económica.
Mercados laborales
Señala que los mercados laborales de la región han experimentado solo una recuperación parcial y desigual después de sufrir un shock sin precedentes durante las primeras etapas de la crisis del covid-19.
“Si bien la actividad económica repuntó, la creación de empleo ha sido insuficiente en cantidad y calidad. En la mayoría de los países, las tasas de desempleo siguen siendo significativamente más altas y las tasas de participación más bajas que antes de la pandemia”, subraya.
Considera que los jóvenes, las mujeres y los trabajadores con menos educación han sido los más afectados por el deterioro del mercado laboral, y el empleo informal representa una gran parte de los puestos de trabajo creados durante la recuperación.
En el mundo
El informe señala que la recuperación económica mundial se enfrenta a obstáculos significativos en medio de nuevas oleadas de infecciones por el covid-19, desafíos persistentes en el mercado laboral, la cadena de suministro y presiones inflacionarias en aumento.
Refiere que después de expandirse 5.5% en el 2021, se prevé que la producción mundial crezca solo 4% este 2022 y un 3.5% en el 2023.
“Sin un enfoque global coordinado y sostenido para contener el covid-19 que incluya el acceso universal a las vacunas, la pandemia seguirá representando el mayor riesgo para una recuperación inclusiva y sostenible de la economía mundial”, señaló el Secretario General Adjunto del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, Liu Zhenmin.
Endurecimiento monetario y fiscal
El informe de la ONU detalla que el rápido aumento de la inflación ha llevado a muchos bancos centrales a endurecer la política monetaria.
En el 2021, la inflación promedio de los precios al consumidor en la región alcanzó su nivel más alto en dos décadas, impulsada por la liberación de la demanda acumulada, la escasez de oferta, los precios más altos de bienes y servicios importados debido a la depreciación del tipo de cambio; y, lo que es más importante, el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y la energía, refirió.
Si bien es probable que la mayoría de estos factores sean temporales, varios bancos centrales (por ejemplo, en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú) han aumentado las tasas de interés para controlar la inflación y evitar el desanclaje de las expectativas de inflación.
Ante la posibilidad de que el ciclo de ajuste monetario continúe en el 2022, la pregunta es cuán agresivamente los bancos centrales aumentarán los costos de endeudamiento en vista de una recuperación aún frágil e incompleta, agrega. “La perspectiva fiscal de la región también sigue siendo desafiante”.
Dado que se espera que las condiciones financieras mundiales se endurezcan, es probable que aumenten las presiones para consolidar las finanzas públicas, especialmente para los países que tienen una gran deuda denominada en dólares.
En muchos países, el espacio fiscal se reducirá aún más a medida que la carga del servicio de la deuda siga aumentando, mientras que las demandas de gasto (por ejemplo, para fortalecer los sistemas de salud y educación, ampliar la cobertura de protección social, facilitar la transición energética y fomentar políticas industriales y tecnológicas) seguirán aumentando.
“A medida que la pandemia amenaza con dejar cicatrices duraderas en las perspectivas de desarrollo sostenible de la región, los encargados de formular políticas continúan enfrentando decisiones difíciles”, enfatiza.
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(FIN) NDP/SDD/JJN