Una relación de pareja, en la que se oprime a la persona, se regula su comportamiento y se muestran celos enfermizos, se convierte en una dependencia emocional que perjudica el estado emocional y la salud mental de ambos.
Ladd señaló que, a diferencia de la dependencia emocional, el enamoramiento sano se da cuando dos personas se juntan para pasarla bien, aceptando a la persona con sus defectos y cualidades, permitiendo que las personas involucradas se respeten mutuamente y vivan felices respetando su individualidad y la independencia de cada uno.
Dependencia emocional
Generalmente, las personas dependientes emocionalmente buscan que el otro cambie en función de las expectativas de la persona obsesionada. No controla sus celos, regula la forma de comportamiento de la persona y por tanto hace que la relación se entorpezca causando daño emocional y en la salud mental de la persona.
El especialista mencionó, además, que el hombre es el más enamoradizo, pero es la figura femenina la que más seriamente se enamora y la que más sufre y se deprime cuando una relación termina.
Rasgo psicológico
El especialista manifestó que la persona dependiente emocionalmente, por lo general proviene de familias donde no se han vinculado estrechamente o no han establecido un apego adecuado.
Esto, porque el padre o la madre no estuvo presente durante la infancia o porque fue maltratadora o negligente.
“El haber tenido problemas en la infancia y no pasar adecuadamente una adolescencia, augura que en la etapa de la adultez puedan tener un problema de dependencia emocional. Esto a largo plazo genera alteraciones en la personalidad en la etapa de la adultez”, acotó el especialista.
Proceso de enamoramiento
Ladd, indicó que el enamoramiento en sí supone una alteración del estado de conciencia, donde vemos, sentimos y entendemos al objeto amado como algo sumamente único y donde la persona enamorada tiene ciertas características: realza la figura amorosa como la mejor, piensa constantemente en el objeto amado, sufre cuando discute con la persona amada y lo enaltece si la figura amada realiza algo por amor.
Asimismo, indica que todo este proceso está relacionado con sustancias químicas que nuestro cerebro y genes nos predisponen a enamorarnos produciendo un desbalance en nuestra mente.
Por ejemplo, pensar obsesivamente en alguien supone un déficit de la serotonina; identificar a alguien como único objeto amado es regulado por la noradrenalina; estar en este carrusel afectivo donde se siente disfrute o dolor es regulado por la dopamina.
Recomendaciones
El especialista indicó que una relación sana es beneficiosa para el bienestar y la salud mental de las personas. Mejora el estado emocional, eleva la autoestima, mejora el rendimiento de trabajo, ofrece mayor resistencia a enfermedades debido a que fortalece y evita la presencia de enfermedades o alteraciones mentales.
Asimismo, propicia el crecimiento personal en todas a las áreas e incrementa la sensación de seguridad que repercute positivamente en la salud mental de la persona. Además, aporta una mayor motivación frente al presente y al futuro.
(FIN) NDP/LIT
Publicado: 13/2/2017