La Dirección Antidrogas de Perú estrenó hoy en la terminal marítima del Callao la nueva unidad de buzos, que se encargará de detectar la presencia de droga adherida a los cascos de los barcos, modalidad nunca antes detectada en el ámbito nacional pero sí en otras latitudes.
Luego de que los integrantes de esta nueva unidad policial hicieran una demostración con los equipos que utilizarán en sus labores, el director de la Policía Antidrogas, Teddy Bartra Arévalo, dijo que esta inusual modalidad de tráfico de estupefacientes, que ha sido detectada en España y Holanda, presenta tres variedades: por imantado, por soldadura y a través de cámaras de succión.
Detalló que los narcotraficantes acondicionan el estupefaciente en placas planas de acero y, con el apoyo de imanes de gran poder o mediante la soldadura, lo adhieren a la quilla (casco) de los barcos, que está sumergida en el agua.
También usan las cámaras de succión, que son tubos que permiten el paso del agua a los motores para que éstos se mantengan fríos. En ellos se puede ocultar hasta una tonelada de droga. Cabe destacar que los barcos más grandes pueden tener hasta un máximo de tres cámaras: en babor, estribor y a veces en proa.
Con esta modalidad, se puede transportar cualquier tipo de droga, como el clorhidrato de cocaína, que es el más común en el tráfico.
Este primer grupo de cuatro buzos se capacita desde 2007 y hoy comenzaron sus labores. Ellos fueron formados por la Dirección General de Capitanías y Guardacostas de Perú (Dicapi), de la Marina de Guerra, en su escuela de Talara.
“Estamos formando ocho buzos más, que estarán listos en diciembre. Así, desde enero habrá 12 buzos operando a lo largo de toda la costa, así como en los ríos del país”, manifestó Bartra.
Explicó que los operativos que se ejecutarán para evitar el tráfico de drogas a través de los puertos y de los ríos se harán de manera aleatoria, pero también como consecuencia de una investigación previa.
Es así que se escogerán barcos al azar en todo el litoral y también en los ríos para ser revisados y se intervendrá a los navíos bajo sospecha.
El equipo que se utilizará, valorizado en más de 35 mil dólares, fue donado por la embajada de Estados Unidos, e incluye una consola para la toma y el envío de aire, y para mantener la comunicación con el buzo; una compresora para llenar los tanques de oxígeno; trajes completos y cables de oxígeno, presión y comunicación.
El técnico de primera de la PNP y buzo seleccionado Pavel Gonzales destacó que para este trabajo se buscó personal con un perfil especial.
“El entrenamiento es exigente. Anteriormente trabajábamos en la unidad de salvamento acuático y tenemos experiencia de 15 a 20 años en lo que respecta a rescate. Gracias a los convenios firmados por la Policía Nacional pudimos capacitarnos en buceo”, puntualizó el efectivo policial.
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