El complejo arqueológico de Vichama, en Végueta, celebró su 18° aniversario con una serie de actividades que revivieron el mito andino de Vichama, rituales tradicionales y la puesta en valor de expresiones culturales como el tejido del junco y la producción vitivinícola de la zona.
Vichama: ciudad agropesquera
El complejo arqueológico de Vichama, parte de la Zona Arqueológica de Caral, fue un centro urbano agropesquero que prosperó entre los años 1800 a.C. y 1500 a.C. Con una antigüedad de alrededor de 3,800 años, se ha convertido en un punto de identidad cultural para el distrito de Végueta.

Inicio de la celebración
La jornada del Vichama Raymi 2025 comenzó con un pasacalle desde la Plaza de Armas de Végueta hacia Vichama, a cargo del Punto de Cultura Wiqi Kallpa Végueta, con la participación de escolares del colegio FACOPA, quienes portaron faroles y antorchas inspirados en el mito ancestral.

Posteriormente, estudiantes del COAR Lima Provincias presentaron la escenificación del mito de Vichama, seguido de un ritual de pago a la tierra (Pachamama) y al mar (Cochamama).
El mito de Vichama
La narración relata cómo, tras una sequía, una mujer sobreviviente dio a luz un hijo del dios Sol. El dios Pachacamac, celoso, lo asesinó. La mujer clamó por su pérdida y el dios Sol le hizo engendrar un nuevo niño al que llamó Vichama, que significa pescador. Vichama creció rápidamente y decidió recorrer el mundo como su padre el Sol.

Al regresar de su viaje, encontró a su madre muerta. Tras convertir en piedras a los pobladores, el héroe se arrepintió y, con ayuda del Sol, creó una nueva humanidad a partir de tres huevos de oro, plata y cobre.

En la ceremonia estuvieron presentes autoridades locales, así como la congresista Susel Paredes y la arqueóloga Ruth Shady, investigadora principal de la Civilización Caral, recibida con aplausos por los asistentes.

“Es muy importante porque se continúa con una costumbre que es milenaria y además nos da mucha identidad”, señaló América Bazalar, de la Asociación Cultural Hatun Runakuna, al destacar la vigencia de estas expresiones en la comunidad.
Producción vitivinícola
Como parte del recorrido cultural, se visitó el Fundo Barón de Huaura, ubicado en la carretera Chacaca Km 2.6 (Ruquia, Huaura). Con más de 25 años de historia, conserva 49 hectáreas de cultivo tras la reforma agraria y produce uvas como quebranta, italia y borgoña.
El fundo, que inició como un espacio familiar, ahora se abre al turismo con vendimias, hospedaje y producción artesanal, consolidándose como un atractivo del norte chico.
Tradición milenaria
Otra práctica resaltada en la jornada fue el tejido del junco, fibra vegetal extraída de los humedales de Medio Mundo. Esta técnica, utilizada hace más de 5,000 años por los antiguos habitantes de Caral para elaborar shicras (bolsas vegetales que transportaban piedras en las pirámides), se transmite hoy en talleres escolares y comunitarios.
“Se ha descubierto cestos en tejido tupido, en petate, las mismas shicras… es algo que la creatividad ha venido siendo desde antes ya”, explicó Lidia Palma, artesana y capacitadora del taller de fibra vegetal en Caral.
Café sostenible en Végueta
Finalmente, otro punto de interés fue el Norcentral Vivero Café, en el km 160 de la Panamericana Norte. Este espacio ofrece café ecológico en un ambiente sostenible, convirtiéndose en una parada esencial para los visitantes de Végueta.
(FIN) ETA/LZD
También en Andina: