09:55 | Chincha, feb. 15.
La provincia iqueña de Chincha se apresta a celebrar la 38° edición de su alborozado Verano Negro, una de sus festividades más emblemáticas, rebosante de júbilo, colorido, sabrosa gastronomía, así como danzas y música vibrantes que deleitarán a la siempre hospitalaria población local y a los turistas nacionales y extranjeros que visiten este cautivante destino del sur peruano.
La 38° edición del Verano Negro en Chincha resalta la pródiga y variada cultura afroperuana, su poesía, sus danzas y música, así como su irresistible culinaria. Durante esta celebración se desarrollan conversatorios, concursos de cuentos y décimas, festivales de danza, pasacalles, entre otras actividades.
Danzas típicas
Chincha es un destino pródigo en herencia cultural afroperuana que se expresa, entre otras manifestaciones, en sus danzas pletóricas de alegría y colorido expresados con cautivantes movimientos ejecutados por sus bailarines.
Entre las danzas emblemáticas de Chincha destacan las siguientes:
Festejo
Es una de las danzas afroperuanas más antiguas cuya temática son asuntos festivos y surgió en Lima durante la época virreinal. Esta danza era bailada originalmente solo por hombres y su coreografía era libre. Luego, esta danza tuvo una evolución y se transformó en un baile de cortejo que se baila en parejas de hombres y mujeres con una dosis de erotismo en sus movimientos.
La música que la acompaña es interpretada con guitarra, cajón, quijada de burro y palmas de las manos. El festejo es un género que posee distintas vertientes y aires coreográficos como el “Alcatraz” o el “Inga” y se presume que parte de su riqueza rítmica proviene de la etnia congoleña que junto con los bantúes y los yorubas llegaron como esclavos al continente americano.
Landó
Surgida entre fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, el landó es una danza de carácter festivo que tiene como práctica musical la provincia limeña de Cañete y la provincia iqueña de Chincha. Tiene un ritmo muy complejo que es acompañado principalmente por el cajón, instrumento de origen afroperuano, y la guitarra criolla. Es interpretado por mujeres quienes bailan descalzas, portan vestimenta doméstica y representan actividades cotidianas como lavar la ropa.
Según el declamador y etnomusicólogo peruano Nicomedes Santa Cruz (1925-1992), la palabra Landó deriva de ondú, una danza angoleña. También se sugiere que el landó deviene del baile brasileño Lundú. Recién en la década de 1960 se hizo popular una canción llamada "Samba Malató", recopilada en Lima por Nicomedes Santa Cruz y grabada por su conjunto "Cumanana". A partir de entonces, los grupos de danzas han recreado una coreografía para este baile, dado que la original se perdió.
Zamacueca
Danza afroperuana precursora de la Marinera, que se bailaba en el Festival de la Pampa de Amancaes desde fines del siglo XIX hasta principios del siglo XX.
Es una danza de cortejo que, en sus inicios, fue censurada por sus movimientos "atrevidos" y de connotación sensual. La cantante Victoria Santa Cruz la reconstruye en la década de 1970, tomando como modelo el vestuario que aparece en las acuarelas del pintor tradicionalista Pancho Fierro y con las referencias del musicólogo argentino Carlos Vega. En la actualidad se conocen algunas Zamacuecas creadas especialmente para el espectáculo, mas no se encuentra en la práctica popular espontánea.
Zapateo
El zapateo afroperuano es una competencia entre bailarines al compás del cajón afroperuano y la guitarra criolla. Esta danza tiene origen en bailes de África y se divide en zapateo en mayor y en menor, definidos gracias al guitarrista Vicente Vásquez, quien continuó el trabajo de investigación de su padre, Porfirio Vásquez, registró las melodías principales de esta forma musical.
Por tratarse de una competencia, la danza del zapateo tiene un reglamento que deben cumplir los intérpretes, sobre todo en el tiempo de duración de cada zapateo, y requiere de mucho adiestramiento y habilidad.
Hatajo de Negritos
Declarada Patrimonio Cultural de la Nación, el 7 de junio de 2012, es una expresión musical y de danza interpretada exclusivamente por varones, como parte de las celebraciones por la Navidad, con especial incidencia en la provincia iqueña de Chincha.
La danza consiste en la ejecución de bailes basados en el zapateo, canto e interpretaciones del violín y la guitarra españoles. El baile del zapateo involucra la reproducción de patrones rítmicos de ascendencia africana al son de los instrumentos musicales que evocan tonadas con influencia andina.
El Hatajo de Negritos es una danza liderada por un “caporal” que dirige al conjunto e inicia con jolgorio la marcha por calles y caseríos. Un personaje se encarga de “bautizar” con agua bendita a los nuevos integrantes. Todos los danzantes vestidos de blanco representan a esclavos y antiguos pobladores afrodescendientes, transitan a ritmo de zapateo, soltando versos y cargando campanillas adornadas con cintas.
Durante los festejos, los varones visten también coloridas bandas y contrabandas, y portan una campana y un vistoso chicotillo con cascabeles. La Unesco reconoció, el 12 de diciembre 2019, al Hatajo de Negritos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Las Pallitas
Esta danza afroperuana también fue reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación, el 7 de junio de 2012 y, al igual que el Hatajo de Negritos, se manifiesta en la celebración de la Navidad.
Las Pallitas, palabra quechua que alude a doncellas o pastoras, lucen bastones llamados “azucenas” y alternan su recorrido también con zapateo y villancicos. Ellas llevan vestidos de color claro y velos de tul, así como bastones multicolores.
El único instrumento que acompaña la comparsa de las Pallitas es la guitarra, con la finalidad de transmitir alegría y ternura a su paso. Ambas danzas se ejecutan desde el 24 de diciembre para celebrar el nacimiento de Jesús y concluyen el 6 de enero con la Pascua de Reyes.
Estas dos expresiones culturales afroperuanas, declaradas por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tienen como antecedente histórico una larga tradición de danzas y cantos de villancicos frente a los nacimientos, de procedencia española, pero fuertemente asentadas en Perú desde el siglo XVII.
Gastronomía
La culinaria chinchana tiene como abanderados a la
carapulcra y la
sopa seca. Cuando se sirven juntos, el plato recibe el nombre de
“mancha pecho”. Este emblemático potaje fue declarado por el Gobierno Regional
plato de bandera, típico y representativo del departamento de Ica. Y en adelante, tendrá una fecha en el calendario gastronómico peruano: el
cuarto domingo de octubre.
También destacan el seco de cabrito y de conejo, el chupe y el cebiche de mejillones, el picadillo de pavo, el locro de zapallo, los tamales, los anticuchos y las humitas de maíz, entre otros.
En los postres destacan la irresistible jalea de níspero, el suculento machacado de membrillo, el cautivante dulce de higo verde y ciruela, el delicioso frejol colado y los célebres picarones.
(FIN) LZD/MAO
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Publicado: 14/2/2024