La ciudad de Rioja ya celebra el Carnaval. La vibrante salida del Ño Carnavalón, las comparsas, la algarabía de los diablos, el juego con agua limpia, la gastronomía y su gente son el valor agregado de esta impresionante fiesta popular. Los barrios tienen un nombre ancestral y son los que organizan esta celebración, la más grande de San Martín y de toda la Amazonía peruana.
En Rioja, una de las ciudades con más personalidad y tradición entre los pueblos del oriente peruano, existe una versión propia de los carnavales que no se parece a ninguna otra. El
Carnaval Riojano es una de las fiestas tradicionales más importantes para el desarrollo de esta provincia ubicada en el Alto Mayo, porque a través de ella se rescata, preserva y difunde la expresión oral de la población, brindando espacios de encuentro, convivencia e integración familiar y comunitaria.
Conocida también como la “Ciudad de los sombreros”,
Rioja está considerada como la capital del carnaval sanmartinense, por ser la fiesta mágica que mezcla antiquísimas manifestaciones de culto y adoración de nuestros antepasados en los albores de la humanidad, y de aportes permanentes debido a la creatividad, fantasía y jolgorio del pueblo.
En ese sentido la congresista de la República por San Martín, Karol Paredes Fonseca el 31 de enero de este año presentó el proyecto de Ley Nº 6931/2023-CR, el mismo que declara de interés nacional la declaración como Patrimonio Cultural de la Nación al Carnaval de Rioja.
“Este proyecto de Ley beneficiará y colocará en los ojos del mundo al carnaval riojano, por la importancia cultural y turistica del mismo, teniendo en cuenta que el carnaval es una celebración espectacular, eufórica, colorida y de participación colectiva, en el que se manifiesta la riqueza cultural viva, con representación teatral, y la afectuosa identidad local de los pueblos expresada en danza, música y tradiciones que exterioriza gran alegría”, expresó Paredes Fonseca.
Por su parte, Irene Ortiz, jefa del área de Turismo de la Municipalidad Provincial de Rioja, manifestó que el carnaval en Rioja, se celebra en fecha movible, dependiendo de la programación anual de la Cuaresma en el calendario católico, captando turistas nacionales y extranjeros atraídos por la original forma de celebrar el carnaval, concluyendo el mismo el día “Miércoles de Ceniza”.
Según los organizadores de este festividad, para el presente año se espera un flujo turístico de más de 25 mil personas, por ser el punto de encuentro para disfrutar de esta fiesta única en el oriente peruano, expresándose libremente con diversiones que combina elementos tales como disfraces, pasacalles, fiestas en la calle entre otras actividades de cara al recogimiento de la Semana Santa.
Antiguamente la gente distinguida de Rioja participaba del carnaval montada en caballos de paso, los cuales eran cuidadosamente adornados. Los dueños los exhibían orgullosos y jubilosos por toda la ciudad, siendo un gran espectáculo digno de apreciar.
Días previos a la festividad, se elaboran las vestimentas, máscaras de los Diablos que sirven para disfrazarse de diversos personajes de la ciudad, mientras las instituciones y los barrios mediante sus “Comités de Carnaval” preparan sus comparsas y alegorías, los vecinos las calles, patios y jardines así como bocaditos, comidas y tragos típicos para recibir a los visitantes. Es casi obligatorio que, semanas antes de los días centrales se desarrollan las populares kermeses con la finalidad de recaudar fondos para servir a los visitantes lo mejor de la gastronomía riojana.
Asimismo, se organizan comisiones de trabajo, se contrata grupos de música típica, se conforman equipos para el parado y adornado de las coloridas e imponentes Umshas activados con cintas, serpentinas, globos, banderines y un sin número de regalos.
El carnaval de Rioja, tiene diferentes actividades que se cumplen de acuerdo a un programa establecido para tal fin que comprende actividades relacionadas a:
El Gran Albazo, acto en el cual la población sale de su casa en la madrugada para juntos bailar a ritmo de la inconfundible “pandilla riojana” y los diversos pasacalles, acompañados de bandas típicas. Al finalizar la travesía, los danzantes vuelven a congregarse en los barrios respectivos para degustar el sabroso desayuno a base de tamal y café rupa rupa.
Salida de los “Diablos Riojanos”, el diablo es uno de los personajes que integran la danza de los Diablos Riojanos que trasmite un mensaje cultural y místico de la lucha entre el bien y el mal. Los diablos son hombres disfrazados que representan a diversos personajes, imitando movimientos graciosos y burlescos de algunos animales del bosque.
Los diablos son los personajes que ejecutan la danza tradicional más representativa del folclor riojano. Están enmascarados meticulosamente de ciertos animales de monte (mono y otorongo), o domésticos (perro y caballo). También se caracterizan de diversos personajes tradicionales de la comunidad (chacarero, el indio y la mujer pícara). Se remeda además a personajes de la sierra (el shilico, la shishaca y el shishaco). Los diablos, es el grupo dancístico más emblemático del folclor riojano y su ap{arición en público genera la atención y el alborozo generalizado de todo el pueblo. El conjunto de los diablos lo conforman 304 personas, de los cuales 180 son varones y 124 mujeres. En la danza solo participan 12 miembros.
Elección y coronación de “Miss Carnaval 2024”. Semanas antes de los días centrales de esta festividad, cada barrio, sector, empresa e institución representativa de la ciudad eligen a sus reinas, las mismas que participan en la elección de “Miss Carnaval”, oportunidad para apreciar el talento y la belleza de la mujer riojana.
Entrada del Ño Carnavalón, que hace su ingreso por las principales arterias de la ciudad con elegancia y pícaros bailes acompañado de los “Diablos”, quienes son recibidos por las autoridades y ciudadanía en general. El Ño Carnavalón es un personaje imaginario que se distingue por sus amoríos, poder económico y notable presencia en la comunidad.
El concurso de las pandillas alegóricas, es un acto donde cada barrio participa con su propia pandilla, danza de algarabía, de júbilo, de confraternidad. El ganador se hace acreedor a un premio.
El corso carnavalesco, desfile de todas sus majestades (caporales) haciendo gala de vistosos trajes y carros alegóricos y de comparsas con sus vestimentas multicolores. Esta actividades se desarrollan en los días centrales de la festividad, donde cada barrio y sectores de la ciudad se esmeran denodadamente para exponer su música, danza y alegría producto de varias semanas de minuciosos trabajo y entrenamiento. Es una buena ocasión para apreciar la creatividad y entrega de los participantes. Niños, jóvenes, adultos y ancianos dan de lo mejor de si para dejar en alto a su representada. Los disfrazados en comparsas o cuadrillas bailan al compas del bombo baile, violines y clarinetes, recorriendo calles y campos.
Entierro del Ño carnavalón, personaje más representativo del carnaval de Rioja, símbolo de la alegría y el jolgorio popular, que después de tres días de ininterrumpido gozo, "muere". Su cuerpo es llorado y sepultado simbólicamente por las viudas alegres que compartieron con el sus días de desenfreno. El entierro se lleva a cabo el día martes previo al “Miércoles de Ceniza”, iniciando la cuaresma católica.
El entierro del Ño Carnavalón es una simbólica despedida a la “carne”. Esta práctica es generalizada y la realizan personas de todas las edades, credos, razas y sexos, como ritual de despedida de las carnestolendas.
Con el entierro del Ño Carnavalón finalizan las fiestas del rey Momo. El último día de carnaval, Rioja se sumerge en una profunda tristeza “¡Ha muerto el Ño Carnavalón!”. Y se realiza el inolvidable velorio, un acto simbólico a donde se constituye todo el pueblo a llorar su partida. No faltaran las inefables viudas e hijos que en vida tuvo “No Carnavalón”; por lo general las viudas en el mismo momento, arman un lío a muerte.
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(FIN) JQC/MAO
Publicado: 14/2/2024