01:45 | Arequipa, nov. 6.
El convento de Santa Catalina, ubicado en el centro de la ciudad de Arequipa, recibió en el primer mes del reinicio de sus actividades 2,076 turistas, luego de permanecer cerrado cerca de siete meses por la emergencia sanitaria que atraviesa el país por el nuevo coronavirus (covid-19).
Javier Velarde Talleri, gerente de Promociones Turísticas del Sur S. A. que tiene a su cargo la administración del recinto religioso, afirmó que el 70 por ciento de turistas que ingresaron al convento fueron visitantes locales, seguido por un 21 por ciento de gente proveniente de Lima.
Según el registro de ingreso del
convento Santa Catalina, un 7 por ciento de visitantes provenían de otras regiones del país, y apenas un 2 por ciento de visitantes fueron extranjeros deseosos de conocer el principal atractivo turístico del Centro Histórico de Arequipa.
Los turistas interesados en conocer Santa Catalina pueden reservar presencial y virtualmente el día y el horario de visita, previsto de lunes a sábado de 10:00 a 16:00 horas.
Para ingresar al convento se forman grupos de siete personas que ingresan en horarios diferenciados, con el propósito de mantener el distanciamiento social para prevenir la propagación de la covid-19.
El gerente del recinto religioso indicó también que
para promover el turismo en el convento Santa Catalina, se acordó reducir en un 50 por ciento el costo del boleto e implementar una entrada general de 20 soles, y el último sábado de cada mes el ingreso de turistas arequipeños con el único pago de 10 soles.
Para las próximas semanas se prevé un incremento paulatino de turistas en el convento de Santa Catalina, que antes de la pandemia recibía diariamente más de 1,000 visitantes.
Monasterio histórico
El convento de Santa Catalina es el principal atractivo turístico de la ciudad de Arequipa. Su belleza arquitectónica es impresionante y es el mejor ejemplo del esplendor del Perú Virreinal, una obra en sillar blanco y rosado, con un conjunto de estrechos callejones y callejuelas circundados por arquerías, que se abren paso entre esplendorosos patios, claustros, jardines, plazoletas y las antiguas instalaciones del conjunto.
Construido para albergar a las hijas de las familias más distinguidas de la ciudad con vocación religiosa, el monasterio fue inaugurado como un centro de clausura absoluta, y así se mantuvo hasta el 1970. Ocupa un área aproximada de 20,000 metros cuadrados y su distribución es similar a la de los primeros barrios de Arequipa.
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(FIN) RMC/MAO
Publicado: 6/11/2020