Entre el brillo del estaño, las formas del arte y las huellas del tiempo, el distrito de Túcume, en la región Lambayeque, celebra un hecho histórico: la inauguración del primer Museo Taller de Hojalatería y Máscaras de la costa norte del Perú, impulsado por el reconocido artista Martín Granados Castro, ganador de los Estímulos Económicos para la Cultura 2024 en el rubro de infraestructura cultural, otorgados por el Ministerio de Cultura.
El nuevo espacio, ubicado en la calle Victoria 436, a escasos metros del parque principal de Túcume, no solo exhibe piezas de gran valor artístico, sino que también preserva la memoria colectiva de una tradición que ha dado identidad a generaciones de artesanos y danzantes de la región Lambayeque.

En sus salas, los visitantes pueden apreciar más de quince máscaras originales, entre ellas algunas con más de setenta años de antigüedad, restauradas cuidadosamente por el propio Granados. También se exhiben objetos utilitarios y piezas en proceso de creación, que permiten al público conocer de cerca la técnica artesanal de la hojalatería.
El artista destacó la importancia de conservar piezas emblemáticas como la máscara del capataz de los Diablicos de Mochumí, con más de cincuenta años de historia, o aquella con la que él mismo ha danzado en festivales internacionales y que lo ha acompañado en sus presentaciones en Estados Unidos y México.
“Este museo nace para rescatar la técnica ancestral de la hojalatería y darle un nuevo aire. Aquí las máscaras no solo son arte: son historia viva”, expresó Granados en diálogo con la Agencia Andina.

El Museo Taller de Hojalatería y Máscaras abre sus puertas gratuitamente a los residentes de Túcume y el país y atiende de lunes a viernes por las tardes, así como los fines de semana previa coordinación a través del fanpage Martín Granados Taller Artesanal. La propuesta busca fomentar la educación cultural, impulsar el turismo artesanal y fortalecer el vínculo entre la comunidad y su patrimonio.
Aunque el proyecto cuenta con el respaldo del Ministerio de Cultura, el artista espera que pronto sea incorporado en las rutas turísticas oficiales de la región. “No solo somos arqueología; también somos cultura viva”, afirmó con convicción.

Desde su apertura, el 2 de octubre, el museo ha recibido a más de 450 visitantes, entre estudiantes, periodistas, turistas nacionales y extranjeros. Su fachada, decorada con un mural lleno de color y simbolismo, da la bienvenida a quienes buscan descubrir la historia que se esconde detrás de cada máscara: rostros que hablan del pasado, pero también del presente.