Toma en cuenta estos ocho consejos para conseguir el trabajo ideal

En el mercado de búsqueda de talentos, las firmas se segmentan por el nivel de ejecutivos que colocan (Top executives & C-levels; mandos medios y personal operativo), así como por el tamaño de empresas que atienden. Saber el perfil de las headhunters nos permitirá tener una búsqueda más eficiente y efectiva con la que aseguraremos que nuestro CV haya llegado en un 100% al target de los buscadores adecuados.

Tener una hoja de vida profesional muy clara y concisa (2 hojas máximo) eleva considerablemente la posibilidad de ser pre-seleccionado. La mayoría de empresas que reclutan talentos buscan el perfil del candidato en el encabezado y, luego, en la experiencia laboral relevante de los últimos años buscan los principales logros que haya tenido el candidato como, por ejemplo: mayores ventas y/o utilidad operativa porque se cambió el sistema de distribución, reducción de costos al cambiar el proceso de producción con el uso de tecnología, mejora del clima laboral, etc. Es decir, se busca ver la generación de valor de dicho ejecutivo en los diferentes roles que le asignaron. Tener un buen CV es un paso clave para conseguir la primera entrevista con el headhunter.

Debemos identificar cuáles son las empresas en las que podemos generar valor y comunicárselo a las compañías buscadoras de talento. Las podremos encontrar analizando si tienen dinámicas de negocio o procesos parecidos a nuestra experiencia previa.

La confianza se construye en el tiempo y con coherencia en las acciones. Se basa en cumplir las promesas, hablar con la verdad así se haya cometido un error y de ser transparente o auténtico. Si no hemos tenido oportunidad de conocer al headhunter, podemos usar el “endoso”, es decir, conseguir la recomendación como un buen profesional y mejor persona de alguien (que conoce tu buen trabajo) que tiene un buen relacionamiento y confianza con el headhunter.

La empresa que busca talentos funciona como nuestro asesor de carrera, por lo que debemos ser abiertos y transparentes. Recordemos que la “confidencialidad de todo lo que se hable” queda entre candidato y el socio. Tienes que preguntar: ¿Qué queremos hacer de nuestra vida? ¿Cómo nos vemos en el futuro? De esta manera, ellos podrán entender bien nuestra situación laboral y podrán recomendarnos mejor para conseguir el trabajo ideal, que contribuya con nuestras expectativas de desarrollo profesional, retos, cultura y salario.

Esto significa acordar con el headhunter la forma de contacto para los siguientes meses. Pueden ser vía email, Whatsapp, llamada telefónica, una reunión o un café informal, dependiendo de en qué opciones se sienta más cómodo, así podremos seguir en su radar sin llegar a saturarlo.

Ellos saben lo que la empresa contratante quiere en términos de gustos y preferencias. Se fijarán en detalles como la vestimenta, nuestra forma de hablar o el mismo nerviosismo de una entrevista y nos dirán si cumplimos con el perfil profesional que busca la empresa o no, ya que por detalles tan simples como esos existen candidatos talentosos que han quedado fuera porque no conectaron en la entrevista con el cliente.

Es importante porque tener un trabajo te permite mantener el poder de negociación sobre la mesa. Por otro lado, el tiempo de reinserción es de entre 6 a 8 meses en altos mandos, por lo que la ansiedad que genera el estar sin empleo puede jugarnos en contra durante la entrevista.