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Simón Bolívar era vanidoso, arrogante, mujeriego y cobarde, afirmó general que luchó con el Libertador

Libro Memorias de Simón Bolívar y de sus principales generales, escrito en 1823, recién se edita en español.

Libro Memorias de Simón Bolívar y de sus principales generales, escrito en 1823, recién se edita en español.

12:27 | Lima, dic. 13 (ANDINA).

Simón Bolívar era vanidoso, arrogante, mujeriego y cobarde. Así lo describe un general francoalemán que lo conoció y cuya obra, escrita en 1823, recién se edita en español.

Después de la batalla de Waterloo, el ex jefe castrense de Napoleón Henri Louis Villaume Ducoudray Holstein se sumó al ejército del Libertador Simón Bolívar, en 1814, en Nueva Granada. Tras dos años de lucha y convivencia se retiró, y escribió una parte de la historia que generará polémica.

Según recoge Infobae, muchos jefes castrenses bonapartistas desocupados después de Waterloo, así como este militar nacido en Alemania, recalaron en las colonias españolas de América, para sumarse a la lucha por la Independencia. Fue así que conoció y convivió con Simón Bolívar durante dos años.

De esa experiencia, escribió un libro titulado Memorias de Simón Bolívar y de sus principales generales, que fue editado en Boston en 1828 pero que hasta ahora no había sido traducido al español.

El libro generará gran polémica, ya que da una imagen opuesta a la que la historiografía oficial presenta del prócer. Ni hablar de la que viene construyendo el presidente venezolano, Hugo Chávez, que se pretende heredero y continuador de Simón Bolívar.

Si no el único, el de Ducoudray es uno de los textos más críticos sobre el Libertador, a quien se describe como un hombre más concentrado en las artes amatorias que en las militares. Ignorante en materia de estrategia bélica, Bolívar también se habría mostrado cobarde en reiteradas ocasiones.

Algo que irritó sobremanera al prusiano fue que un ejército entero tuvo que esperar cuatro días en Los Cayos a que el héroe de la Independencia se cansara de yacer junto a su amante Pepa Machado, para poder ponerse nuevamente en ruta.

Ducoudray asegura también que la plaza de Puerto Cabello se perdió por el desenfreno amatorio de Bolívar.

"Lo que no explica (el autor) es cómo este 'disoluto' se impuso sobre sus contemporáneos y comandó la gesta independentista", señala el historiador colombiano Rafael Arráiz Lucca, en un artículo en El Tiempo.

"Los defectos predominantes de la personalidad del general Bolívar –puede leerse en el último capítulo del libro– son: ambición, vanidad, sed por el poder absoluto e indivisible, y una gran disimulación. Es muy astuto y entiende a la humanidad mucho mejor que todos sus coterráneos; él, hábilmente, voltea cualquier circunstancia a su propia ventaja y no escatima ningún esfuerzo para ganarse a aquellos que le pueden ser útiles."

Tampoco en lo físico es Ducoudray generoso en su retrato de Bolívar, a quien vio delgado, de baja estatura, de mejillas hundidas, tez "bronceada amoratada" y ojos hundidos.

Afirma que a los 31 años parecía de 65. Poco amigo del movimiento, su sitio preferido era la hamaca. No le interesaba ninguna conversación seria sobre temas militares o de gobierno civil. El baile era una de sus distracciones favoritas.

Además del amor, como ya fue dicho. Cuando estaba entregado a estas lides, su edecán tenía lista la respuesta para cualquier requerimiento: "Su excelencia está profundamente ocupado en el momento y no puede ver a nadie."

Vanidoso en la victoria, Bolívar era sumiso cuando lo golpeaba la adversidad. El libro de Ducoudray causará revuelo, sin duda. Lo curioso es que el Libertador tenía una buena opinión del general que lo maltrató en su libro.

En la carta en la que le concede la baja de su ejército, en junio de 1816, escribió: "Esta es la tercera vez que U. me dirige solicitudes pretendiendo su separación del exército. La persuasión en que estaba de que los servicios de U. fuesen importantes para la República me ha obligado a negársela por dos ocasiones; pero las razones que U. me expone en su última representación me han movido a concedérsela a pesar de mis deseos (...). Dios guarde a U. muchos años."

En la revista La Semana, Luis Fernando Afanador señala, con razón, que "no es un libro aconsejable para regalarle a (Hugo) Chávez en la próxima Navidad".



(FIN) INT/MMB 

GRM


Publicado: 13/12/2010