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Semana Santa: conoce algunas de las emblemáticas joyas turísticas de Andahuaylas

Complejo arqueológico de Sóndor, petroglifos de Sachapucro y laguna de Pacucha

El complejo arqueológico de Sóndor, también llamado Centro Ceremonial de Sóndor, se encuentra en el distrito de Pacucha, a 21 kilómetros al noreste de la ciudad de Andahuaylas y una altitud aproximada de 3,200 metros sobre el nivel del mar.

El complejo arqueológico de Sóndor, también llamado Centro Ceremonial de Sóndor, se encuentra en el distrito de Pacucha, a 21 kilómetros al noreste de la ciudad de Andahuaylas y una altitud aproximada de 3,200 metros sobre el nivel del mar.

10:59 | Andahuaylas, abr. 17.

Andahuaylas, la segunda ciudad más importante de la región Apurímac y heredera cultural de la civilización chanka, ostenta una serie de atractivos como complejos arqueológicos, petroglifos y escenarios naturales de cautivante belleza e historia que apuntan a consolidarse como joyas del turismo. El feriado largo por Semana Santa invita a visitar esta hermosa provincia en la que nació el célebre escritor indigenista José María Arguedas.

A continuación, conoce el complejo arqueológico de Sóndor, los petroglifos de Sachapucro y la laguna de Pacucha, tres de los lugares que registran un creciente arribo de turistas nacionales y extranjeros.

Sóndor 

El complejo arqueológico de Sóndor, también llamado Centro Ceremonial de Sóndor, se encuentra en el distrito de Pacucha, a 21 kilómetros al noreste de la ciudad de Andahuaylas y una altitud aproximada de 3,200 metros sobre el nivel del mar.



Se trata de una edificación construida en piedra que ocupa alrededor de 10 hectáreas, pero destaca en primer término sus andenes similares a los del complejo arqueológico de Písac, ubicado en Cusco. Si bien Sóndor fue citado por cronistas españoles del XVI como un sitio perteneciente a la civilización inca, lo cierto es que por su antigüedad –entre 2,000 y 3,000 años antes de Cristo- se considera que empezó a construirse durante el desarrollo de la civilización Wari y fue continuada luego por la cultura chanka e inca. 



Respecto a la finalidad de esta construcción prehispánica, se le considera principalmente como un centro ceremonial religioso, aunque también se cree que habría servido de centro de investigación agrícola como sucede con otros complejos donde existen andenes.   


La edificación más destacada de Sóndor es el llamado Muyu Muyu. Se trata de un promontorio o monte de más de 200 metros de altitud y de forma piramidal, en la que destacan sus siete andenes o plataformas de forma escalonada construidas en piedra. Entre uno y otro andén existe una cobertura vegetal que habría servido de área agrícola experimental que aprovechaba la altitud, el viento y el agua que aportan las lluvias para favorecer el desarrollo de diversos cultivos altoandinos como papa, quinua, oca, entre otros. En los Andenes se puede apreciar a alpacas que recorren libremente y se alimentan en los andenes. 



En medio de los andenes destaca una gran escalinata de más de 100 gradas, construida también en piedra, aunque en este caso labrada, que permite el acceso a la cima de la pirámide. 


Al llegar a la cumbre se aprecian dos grandes moles de piedra que están orientadas hacia el este, por donde aparece el sol al amanecer, y en cuya cima se habrían realizado sacrificios de animales como ofrenda al sol y a la pachamama o madre tierra para agradecer e invocar su generosidad por una buena campaña agrícola. Actualmente, se ha colocado una litera forrada en piel de oveja, así como otros símbolos como lanzas, cetros y monolitos de piedra y madera que representan el poder de los antiguos soberanos chankas. Los visitantes se toman fotos sentados allí y vestidos con indumentaria chanka para conservar un grato recuerdo de su visita a este cautivante lugar. 


La presencia de una especie de Intiwatana o reloj solar en la cumbre del promontorio también sostiene la versión de algunos cronistas españoles, como Pedro Cieza de León, que describe a Sóndor como la “Casa del sol”, respecto a la función como centro ceremonial y/o laboratorio de investigación agrícola. 


Sóndor Raymi

El complejo arqueológico de Sóndor es desde hace varios años el escenario del Sóndor Raymi, en la que se escenifica la espectacular batalla de los chankas versus los incas, civilizaciones que competían por expandir sus dominios por toda la sierra central. 


Este fiero y casi mitológico combate, en la que triunfó el ejército inca comandado por quien luego se convirtió en su soberano: Pachacútec, obligó a los derrotados líderes y nobleza chanka a desplazarse hacia otras regiones del Perú. Los chankas que se quedaron en Andahuaylas y otras provincias de Apurímac se sometieron a la supremacía inca y en adelante convivieron en paz. 


El Sóndor Raymi se celebra en junio y empieza en las inmediaciones de la laguna de Pacucha. Los actores que representan a los comandantes y a las huestes chankas e incas deben hablar quechua. Ambos ejércitos se encuentran al pie del complejo arqueológico de Sóndor y se reproduce teatralmente el histórico combate que marcó un antes y un después en la expansión del imperio inca y el sometimiento de la civilización chanka a sus vencedores. Sin embargo, como era la política de los incas, se respetaban las tradiciones y costumbres de los pueblos conquistados y sometidos a su autoridad.


El ingreso al complejo arqueológico de Sóndor es en el horario de lunes a domingo, de 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde. La tarifa de ingreso tiene un costo de 2 soles para adultos y 1 sol para niños y escolares.


Petroglifos de Sachapucro

Se trata de un conjunto de pinturas rupestres o dibujos sobre rocas, que se ubican en el distrito de San Jerónimo, a una distancia aproximada de 14 kilómetros al oeste de Andahuaylas, a una altitud superior a los 3,400 metros sobre el nivel del mar. 


Los petroglifos, cuya antigüedad se estima en más de 3,000 años, constituyen imágenes abstractas, de animales y antropomorfas que, de acuerdo a las investigaciones, expresan la relación de los primeros pobladores de Andahuaylas con la naturaleza, y revelarían sus conocimientos astronómicos que se aplicaron luego en la agricultura.


Las impactantes imágenes están inscritas en rocas de diverso tamaño, en algunos casos en zonas de no muy fácil acceso y en farallones que sobresalen de las pendientes del cerro boscoso en el que se encuentra el complejo.
Además de las figuras rupestres es posible apreciar caprichosas formaciones rocosas como la llamada “roca que llora”. 



Este peñasco que tiene la forma de un rostro de un animal que parece una tortuga donde destacan los orificios de mediano tamaño que parecen ojos y otros dos huecos más pequeños que simulan fosas nasales, así como dos hendiduras en la piedra que tiene forma de labios de una boca sonriente. Se desconoce si las marcas que generan esta especie de rostro fueron hechas por el ser humano o por acción del impacto del agua sobre la sólida roca.


Cuando el nivel del caudal del río Chumbao que atraviesa el sitio arqueológico aumenta en temporada de lluvias, las aguas llegan por detrás de la roca enclavada en medio del cauce y brotan por ambos ojos. Esa imagen del agua discurriendo por ambos ojos del rostro pétreo le confieren la fama de la “roca que llora”.


El acceso a este impactante complejo rupestre aún presenta dificultades, por lo que la Municipalidad Provincial de Andahuaylas está elaborando un proyecto que contempla la construcción de un camino, la implementación de servicios higiénicos, mejor señalización y rutas que faciliten un recorrido interno más fácil para los visitantes.        


Laguna de Pacucha

Otro de los grandes atractivos de la provincia de Andahuaylas es la laguna de Pacucha, considerada una de las más bellas de la región Apurímac y del Perú. Se localiza a 17 kilómetros al oeste de la ciudad de Andahuaylas y a una altitud de 3,125 metros sobre el nivel del mar. 


Comprende un área aproximada de 3.97 kilómetros de largo por 2.60 kilómetros de ancho, con una profundidad estimada en 30 metros, y se caracteriza por el cambio de color y la frialdad de sus aguas. Alberga especies de peces como la trucha, el pejerrey de agua dulce y últimamente se ha introducido con éxito la carpa, lo que permite su aprovechamiento sostenible para la alimentación de las comunidades aledañas y los visitantes gracias a restaurantes generados en los alrededores. Al medio de la laguna existen islotes que permiten detenerse unos minutos a apreciar la belleza de este cuerpo de agua, así como los peces que viven allí.


Servicios de paseos en embarcaciones no motorizadas (botes a pedal o remo) permiten un paseo en la laguna de Pacucha, así como la pesca sostenible.


Narraciones orales legendarias, transmitidas de generación en generación, confieren fama legendaria a la laguna de Pacucha. Mencionan la existencia de sirenas (seres mitológicos con cuerpo mitad superior mujer y mitad inferior pez) que viven en su interior y que salen de noche para atraer a los varones, quienes hipnotizados ingresan y se ahogan o no aparecen más.   


Este mito y otros sobre la laguna de Pacucha que suelen comentar los residentes de la zona no hace sino atraer más el interés de los turistas en conocer este atractivo natural de la provincia de Andahuaylas.


Estas son algunas de los atractivos que ostenta la provincia de Andahuaylas, que requieren consolidarse como joyas turísticas. Pero para ello se requiere mejorar las condiciones de acceso con vías asfaltadas, la señalización, implementar museos de sitio con información precisa y detallada sobre el lugar a visitar, así como servicios básicos como baños y teléfonos públicos.


El turismo viene convirtiéndose en uno de los ejes de desarrollo socioeconómico de la provincia de Andahuaylas, que tiene en la celebración del Pukllay, el Carnaval Originario del Perú, a su principal festividad que este año cumplió su 17° edición concitando la participación de miles de danzantes procedentes de todas las provincias y distritos de Andahuaylas, así como de las diversas regiones del Perú e incluso de varios países invitados a ser parte del "Carnaval de todas las sangres". 


La celebración de la Semana Santa también brinda la oportunidad de aprovechar el feriado largo, del 18 al 21 de abril, para visitar los diversos atractivos que ofrece esta bella región del sur peruano. 

(FIN) LZD/ 

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Publicado: 17/4/2019