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Selección peruana: conoce la danza “Pieles rojas de Paramonga” que cautivó a Lapadula

Danza de la provincia de la región Lima motivó un emblemático tatuaje en el brazo del delantero ítalo peruano

La danza "Pieles rojas de Paramonga", que inspiró el tatuaje que lleva en su brazo izquierdo el delantero ítalo peruano Gianluca Lapadula, está vinculada a festividades religiosas del catolicismo, como las fiestas del Señor de la Soledad y la Virgen de las Mercedes, que se celebran en Paramonga.

La danza "Pieles rojas de Paramonga", que inspiró el tatuaje que lleva en su brazo izquierdo el delantero ítalo peruano Gianluca Lapadula, está vinculada a festividades religiosas del catolicismo, como las fiestas del Señor de la Soledad y la Virgen de las Mercedes, que se celebran en Paramonga.

08:38 | Lima, jun. 13.

El decisivo partido de hoy entre Perú y Australia tiene como uno de sus protagonistas al delantero ítalo peruano Gianluca Lapadula, cuya entrega en cuerpo y alma, expresada en sus goles y las “heridas de guerra” sufridas por defender sin reservas a la bicolor, lo han convertido en uno de los más amados y admirados por la afición.

Pero hay también otras marcas emblemáticas que vinculan a Gianluca Lapadula con sus raíces peruanas. Una de ellas es el gran tatuaje del rostro de un indio piel roja que lleva en su brazo izquierdo y que representa a la danza Pieles rojas de Paramonga, que según reveló el atacante nacional le causó sensación tras aceptar, en 2020, su convocatoria a la selección. Y esta expresión cultural le motivó a imprimirla en su piel como sello indeleble de su identificación con el Perú, la tierra natal de su madre, iniciando desde entonces un idilio de amor patrio que lo ha convertido, gracias a sus buenas actuaciones y notable sacrificio, en el héroe de millones de peruanos.



“En el último tiempo, mi curiosidad ha crecido. He visto muchas fotos y videos, incluido este en donde se ve una fiesta en Paramonga del Patrón de la Soledad, donde se usan símbolos incas, entre ellos, la bandera del Tahuantinsuyo, y tocados con plumas. Este es el motivo de mi representación”, expresó Gianluca Lapadula, en octubre de 2020, en una entrevista con el medio de comunicación deportivo internacional Sky Sports.


En ese momento, el célebre tatuaje causó polémica por su aparente desvinculación con la ancestral cultura peruana, donde destaca el imperio inca y su magnífico legado, así como las civilizaciones anteriores que nutrieron a los incas y dejaron incontables manifestaciones de sus avanzados conocimientos y desarrollo cultural en todo el territorio peruano.


Sin embargo, la aparente confusión de Gianluca Lapadula con lo que valoró como expresión genuina de la cultura peruana, tiene una explicación en la medida que expresa un vínculo cultural entre ancestrales civilizaciones indígenas que surgieron en el norte y el sur del continente americano. Un hermanamiento entre pueblos que, según los entendidos, comparten una cosmovisión similar y un sentido espiritual que resistió a la dominación europea a través de sus danzas, idioma y sincretismo cultural. 


Pieles rojas de Paramonga


Los orígenes de esta danza, según el historiador Arturo Vergara, están relacionados con el proceso migratorio, entre los años 40, 50 y 60 del siglo XX, de pobladores del norte del Perú, procedentes de Huamachuco y Cajabamba, que llegaron a Paramonga, uno de los cinco distritos de la provincia de Barranca, la más septentrional de la costa del departamento de Lima.


Paramonga era un enclave azucarero de propiedad de la empresa Grace, que ofrecía empleo en las fábricas y el campo de cultivo de cañaverales. “Desde esos años en su gestación cultural, Paramonga se convirtió en fértil escenario de expresiones artísticas en música y danza, dentro de lo cual las relaciones hacendatarias con la presencia de los ‘dueños gringos’ norteamericanos y sus referentes: símbolos, argumentos y personajes de los medios de comunicación de esa época. En ese entonces, lo más relevante era el cine de temática western con películas de vaqueros e indios. Ello fue el sustento del cuerpo cultural de la danza de los pieles rojas de Paramonga”, sostiene Vergara.


Argumenta que la danza Pieles rojas de Paramonga, que se asemeja a las danzas "Los indios fieles" o "Los emplumados", representa una metáfora etnomusical dancística, ritual y mística que vincula a la cultura de los nativos de norte y sur de América. 


“Existe una simbología y parafernalia vinculada a cada una de estas culturas, entre ellas el cóndor y el águila como íconos representativos. En el imaginario de sus protagonistas existe un elemento subyacente homogéneo de unir a la América nativa e indígena protagonista de una historia común, víctimas de guerras de conquista, etnocidios, persecución de sus sacerdotes y depredación ecológica, que inspiró en esta danza vinculada a festividades religiosas del catolicismo, como las fiestas del Señor de la Soledad y la Virgen de las Mercedes, que se celebran en Paramonga entre los meses de mayo y setiembre, respectivamente”, puntualiza.


Vergara afirma que, desde la visión antropológica, se evidencia una fusión que mezcla memoria, tradición y exigencia, como que si la profecía del cóndor y el águila, aves sagradas para las culturas ancestrales americanas, reclamara una vigencia cultural de afirmación étnica de convivencia multicultural. 

La danza es interpretada por hombres y mujeres vestidos con los tradicionales atuendos de pieles rojas, donde destacan los flecos largos que cuelgan de las chaquetas y pantalones color camello o terracota, en el caso de los varones, y de las túnicas de color rojo y negro o terracota de las damas. 


Asimismo, los hombres que encabezan la danza usan el gran tocado de plumas que caracterizó al histórico líder conocido como “Toro sentado”, y portan un hacha de mano y un báculo adornado con plumas. Las mujeres utilizan una corona con un penacho de plumas coloridas en la parte posterior y portan un cetro de madera.

Los danzantes, acompañados por el sonido de las quenas y los tambores, avanzan en filas de tres que pueden ser solo de mujeres o mixtos, quienes realizan semicírculos hacia la izquierda y hacia la derecha, siguiendo la pauta de los líderes que encabezan la comparsa.


Agrupación cultural


Esta danza es cultivada y representada desde 1960 por la Agrupación Cultural Pieles Rojas de Paramonga en eventos religiosos y culturales. 


“Esta danza proviene del norte peruano, de Casa Grande, de Chocope, de Ascope. Con la llegada de mis abuelos a la hacienda Paramonga ponen en práctica esta danza, con motivo de las fiestas patronales, como la del Señor de la Soledad y nuestra Virgen de las Mercedes”, comentó Julio Pala, integrante de la agrupación cultural y continuador de esta tradición heredada de sus abuelos. 

Además de las festividades religiosas, esta emblemática danza del norte chico se manifiesta en efemérides cívicas como el aniversario de creación política de Paramonga, cada 23 de noviembre.


Y como lo ha manifestado públicamente la agrupación cultural, le agradecen encarecidamente a Gianluca Lapadula por acrecentar con sus palabras de elogio el bien ganado prestigio de la danza Pieles Rojas de Paramonga.

(FIN) LZD/MAO
JRA

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Publicado: 13/6/2022