San Marcos participa en ensayos clínicos para la vacuna contra el VIH

Se han realizado investigaciones para otras enfermedades infecciosas, incluyendo Covid-19, Zika, Tuberculosis, etc

Los ensayos clínicos tienen una duración prolongada, aproximadamente 2 años para fases de seguridad y hasta 5 o 6 años para las de eficacia,ANDINA/verónica Calderon

Los ensayos clínicos tienen una duración prolongada, aproximadamente 2 años para fases de seguridad y hasta 5 o 6 años para las de eficacia,ANDINA/verónica Calderon

10:03 | Lima, dic. 15.

En la búsqueda de una vacuna contra el VIH ( (virus de inmunodeficiencia humana), Perú también se suma a esta difícil tarea. En la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), un equipo de investigadores viene realizando ensayos clínicos de vacunas contra el VIH así como estudios de tratamientos preventivos.

En nuestro país, el Centro de Investigaciones Tecnológicas, Biomédicas y Medioambientales (CITBM) cuenta con una unidad de ensayos clínicos (UNIDEC) que es el responsable de la gestión de ensayos clínicos e investigación biomédica.

Precisamente uno de los ensayos clínicos que actualmente se vienen realizando es para la vacuna contra el VIH. Su función principal es servir como laboratorio de referencia para una red mundial de investigación de vacunas contra el VIH, coordinada por la división de VIH del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.


También se han realizado investigaciones para otras enfermedades infecciosas, incluyendo Covid-19, Viruela del mono, Zika, Tuberculosis y Hepatitis C.

Aquí se realizan las pruebas de detección y confirmación de VIH, como pruebas rápidas, moleculares y de carga viral, para evaluar a los participantes en los estudios. 

En entrevista con la Agencia Andina, la doctora Leonela Candia, médico patólogo de UNIDEC, explica el riguroso proceso que siguen para los ensayos desde la toma de muestra de los participantes hasta su envío a la división de VIH del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.

“Estos ensayos clínicos lo que buscan es determinar primero que sea una vacuna segura para poder distribuirla a nivel mundial y segundo que además de segura sea efectiva, o sea, que su eficacia prolongue y evite que muchas más personas se contagien por el VIH”, detalla Candia.

La especialista también explica que CITBM cuenta con uno de los pocos laboratorios en nuestro país que tiene la capacidad certificada de hacer el aislamiento de células polimorfonucleares para los ensayos.

Estas células nos sirven para determinar si la respuesta inmunológica de las vacunas del VIH ha sido apropiada y eso se estudia allá en Estados Unidos. Entonces, nosotros las aislamos de las muestras que tienen de los participantes y son enviadas congeladas a Estados Unidos para su evaluación”, detalla.

¿Cómo es el proceso?

El laboratorio de UNIDEC en la UNMSM sigue un protocolo estandarizado y de alta calidad para garantizar la integridad y relevancia de los datos clínicos obtenidos. Se realiza un tamizaje o screening inicial para asegurar que los voluntarios son adecuados para el estudio, lo que garantiza que la información final tenga importancia clínica.


Asimismo, todos los participantes otorgan su consentimiento voluntario e informado antes de la toma de muestras y se utiliza un conjunto diverso de pruebas para determinar el estatus de VIH del participante,  incluyendo pruebas rápidas, de antígenos/anticuerpos, confirmatorias (Genius), moleculares (Ginexper) y de carga viral.

“A los participantes se les hacen diferentes pruebas, entre ellas: determinación de VIH mediante una prueba rápida, determinación de VIH de antígenos, anticuerpos y confirmatorio. Manejamos dos plataformas para identificación de carga viral. Luego de esto, las muestras que se obtienen de este participante son separadas a través de plasma, suero o las células polimorfonucleares para determinar la respuesta inmunológica y todas estas muestras son empaquetadas, aisladas, congeladas y conservadas hasta su envío”, señala.

Con un segundo grupo, se realiza el ensayo "Mosaico", el cual sirve para medir la eficacia en poblaciones con riesgo de contraer la infección. Además de recibir muestras de nuestro país de diversos centros, también funciona como laboratorio de referencia para otros centros de investigación en México y Argentina.


“Como laboratorio de referencia podemos recibir de otros centros de investigación aquí en el Perú. Además de esto, también recibimos muestras de eh a nivel regional de México y Argentina. Entonces, esas muestras se reciben y acá se procesan”, señala.

Se utiliza un software que permite una trazabilidad completa de la muestra, registrando la hora de colección en la clínica, la recepción en el laboratorio, el congelamiento y el procesamiento. Toda la data enviada se analiza estadísticamente en los Estados Unidos y al final se determina si la vacuna tiene una efectividad clínica importante. 

“Investigar toma varios años, porque hay que determinar si es necesario hacer cambios o algunas modificaciones”, señala la especialista.

La médico patólogo recuerda que en el 2017 se estuvo realizando un ensayo clinico importante para la vacuna contra el VIH pero no se obtuvieron los resultados esperados.

“Se estuvo haciendo un ensayo que se llamaba Mosaico, estuvo 5 años en investigación. Durante esos años se vino investigando y la vacuna daba buenos resultados porque la cantidad o la incidencia de participantes que recibían la vacuna no se elevaba, pero ya para finalizar el estudio, se vio que no había un resultado clínico importante para la vacuna, por lo que tuvo que cerrarse”, señaló.

Sin embargo, un hallazgo crucial fue que la molécula de la vacuna sí generaba una respuesta inmunológica (detectable en células CD4 y CD8), aunque insuficiente para ser eficaz.

“Entonces, aprovecharon la molécula, la adaptaron, la modificaron y de ahí partieron nuevos ensayos clínicos que, por ejemplo, ahora somos parte de un ensayo clínico que es el HBTN206”, señala.

Los ensayos clínicos tienen una duración prolongada, aproximadamente 2 años para fases de seguridad y hasta 5 o 6 años para las de eficacia, con revisiones anuales de datos, concluye la doctora. Sin embargo, el éxito de estos estudios se ve afectado no solo por la inmunidad individual, sino también por complejos factores sociodemográficos y conductuales. 

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Publicado: 15/12/2025