La Empresa Municipal de Festejos y Promoción Turística de Cusco (Emufec) rindió hoy un homenaje póstumo a los gestores de la creación de las fiestas del Cusco y de la reinstauración del Inti Raymi, Humberto Vidal Unda y Faustino Espinoza Medrano, en el cementerio de la Almudena.
La entrega floral para ambos intelectuales que forjaron el mes jubilar de Cusco contó con la presencia del presidente del directorio de Emufec, Fernando Santoyo; el alcalde del Cusco, Víctor Boluarte; la representante del Instituto Americano de Arte, Blanca Gutiérrez; el presidente del Centro Qosqo, Adolfo Bustos; y familiares de Vidal y Espinoza.
Durante el homenaje se hicieron reflexiones sobre el desafío para las generaciones actuales que no solo tendrán que preservar la herencia cultural, sino también, con la vasta cultura que tenemos, deben forjar nuevas producciones de exportación como lo hiciera Humberto Vidal Unda, que fue capaz de aglutinar pensamiento y sentimiento para gestar la ceremonia inca más conocida del Perú [y el mundo], expresó su sobrino, Carlos Milla.
“Creo que tenemos que seguir alentando la continuidad del Inti Raymi y la búsqueda de mayores productos culturales, como la ofrenda que se hace en el Año Nuevo Andino, el cual podría convertirse en una identidad de América porque privilegia la agricultura”, afirmó Boluarte, quien destacó la importancia de las fiestas de junio para el desarrollo económico de la región.
La representante del Instituto Americano de Arte hizo hincapié en la participación femenina para la gesta de las fiestas del Cusco y resaltó la participación de María Trinidad Enríquez, Clorinda Matto de Turner y Delia Vidal. Además, indicó que la unidad entre los intelectuales forjó las bases para la identidad de los cusqueños a través de las fiestas jubilares.
En 1944, Vidal Unda y el difusor del quechua Faustino Espinoza Navarro impulsaron la recuperación del
Inti Raymi con base en los escritos del Inca Garcilaso de la Vega. El primer festejo fue el 24 de junio de ese año y contó con la presencia en el Cusco del presidente Manuel Prado Ugarteche.
El legado de ambos pertenece a una época dorada de ilustres personalidades que vieron a largo plazo la importancia de gestar las fiestas del Cusco para que se perpetúe en las generaciones futuras la identidad, orgullo y amor por la Ciudad Imperial, cuna de los incas.