El primer vicepresidente y relator para el Perú de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Edgar Ralón, señaló que en el Perú existe "una alta conflictividad en el poder público", dificultando el desarrollo del país.
Agregó que la inestabilidad política y los "persistentes cambios de autoridades han impactado en el goce de los derechos humanos”.
Recordó que el Perú atravesó varias crisis políticas por el uso reiterado de tres figuras constitucionales: acusación constitucional, vacancia presidencial y disolución del Congreso por la denegatoria de confianza a dos consejos de ministros.
A criterio de la comisión, dijo, el uso reiterativo de estas figuras debilitan la separación y equilibrio de poderes del Estado para la gobernabilidad debido a la falta de definición oficial y uso discrecional y constituyen un riesgo alto a la institucionalidad del país.
Por ello, anotó, en seis años hubo cinco presidentes de la República y tres parlamentos en el Perú.
Además, comentó que en la última visita realizada al país por la CIDH entre el 10 y 14 de octubre pasado, se produjeron hechos inéditos.
Durante su encuentro con el presidente del Congreso, en forma simultanea, se llevaba a cabo de las declaraciones de la vicepresidenta de la República ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales.
Asimismo, en la reunión con el presidente de la República, en simultaneo se daba el allanamiento a la casa de su hermana donde se encontraba la madre del jefe del Estado con salud convaleciente.
“Y ocurro un hecho inédito”, dijo, la presentación de una denuncia constitucional de la Fiscal de la Nación contra el presidente de la República y 24 horas después y otra denuncia contra la titular del Ministerio Público ante el Congreso.
“Esta conflictividad ha debilitado la confianza y la institucionalidad en el país”, remarcó.