El Reino Unido advirtió este viernes de que la sequía que afecta a partes del país podría alargarse hasta la próxima primavera boreal, tras prever que este invierno no lloverá lo suficiente para revertir la situación.
El llamado Grupo Nacional sobre Sequía (NDG, sus siglas en inglés) recordó que "la mayor parte de Inglaterra se encuentra todavía en sequía", después de un
verano en el que se superaron, por primera vez en su historia, los 40 grados centígrados.
Su informe señaló hoy que, "por primera vez en seis meses", Inglaterra registró en septiembre un régimen de lluvias en línea "con el promedio", si bien los niveles de agua "siguieron cayendo en todos los embalses".
Por ello, el NDG avisó de que incluso si se llega al "nivel promedio de lluvias" este invierno, "no será suficiente" para evitar la "
sequía inminente" o "las condiciones de sequía el próximo año".
"Todos los sectores deben hacer planes para afrontar todas las situaciones, deben seguir usando el agua de manera inteligente y facilitar el acceso a todos los sectores y el medioambiente", propuso hoy este grupo consultivo del Gobierno británico.
Su director ejecutivo, James Bevan, insistió en que "vidas, medios de subsistencia y la naturaleza" dependen "todas del agua".
"El cambio climático y el crecimiento de la población nos obligan a tomar medidas ahora para asegurar que tenemos suficiente agua durante las décadas venideras para gestionar las necesidades diarias, y para hacer frente a sequías más intensas", dijo Bevan.
La ola de calor que azotó el país el pasado verano provocó un repunte de los termómetros en el Reino Unido, donde algunas zonas llegaron a sobrepasar los 40 grados centígrados por primera vez en la historia del país.
Este clima excepcionalmente cálido para la isla británica llegó, además, después de que el pasado invierno y la primavera ya fueran los más secos desde la pasada década de 1970.
"Las temperaturas récord, la sequía generalizada que ha experimentado el país este año nos recuerdan que tenemos que adaptarnos para garantizar que nuestros suministros de agua resistirán en el futuro", agregó la ministra británica de Aguas, Trudy Harrison.