Luego de casi ocho meses de permanecer cerrada al público debido a la emergencia sanitaria por la pandemia del covid-19, la Reserva Nacional de Paracas reanudó la atención a los visitantes como parte de la reactivación turística del país y tras implementar el protocolo sanitario para evitar el contagio del nuevo corona virus (covid-19).
La Reserva Nacional de Paracas es la segunda área natural protegida de la región Ica, junto a Punta San Juan de la Reserva Nacional de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, así como la número 15 del país que reinicia sus actividades turísticas, en el marco de la campaña “Naturalmente seguros” que impulsan el Ministerio del Ambiente y el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).
Ubicada a 250 kilómetros al sur de Lima, la
Reserva Nacional de Paracas fue creada como área natural protegida por el Estado, el 25 de setiembre de 1975, para proteger muestras representativas de ecosistemas marino-costeros, convirtiéndose entonces en la primera de su tipo en el país.
Esta área natural protegida posee una superficie total de 335,000 hectáreas y alberga alrededor de 1,500 especies de animales, entre ellas 216 tipos de aves entre residentes y migratorias, 36 de mamíferos, 10 de reptiles y 168 de peces. Destacan, por ejemplo, tortugas, ballenas, aves de orilla, lobos marinos, pingüinos de Humboldt, nutrias, delfines, entre otras especies emblemáticas.
El desierto, que aparenta quietud y calma, esconde vida que habita entre el mar y la arena, como las colonias de pingüinos, coloridas bandadas de parihuanas o flamencos, las bulliciosas gaviotas, entre otras especies que pueden apreciarse al recorrer la reserva.
Al igual que el Santuario Lagunas de Mejía, la
Reserva Nacional de Paracas es un
sitio Ramsar por ser un lugar clave de descanso y alimentación para especies migratorias.
Circuito turístico
Visitar la Reserva Nacional de Paracas permite apreciar hermosas playas como “Raspón” y “La Mina”, cubiertas con fina arena y sentir el sonido y la fuerza de los vientos Paracas. El nombre “Paracas” significa, precisamente, “Viento de arena” y dio nombre a una de las más importantes culturas de la costa peruana.
Desde febrero de 2017 está en funcionamiento la nueva infraestructura turística en la
Reserva Nacional de Paracas, construida por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur). Destaca la Plaza Contigua al Centro de Interpretación, que cuenta con iconografías de las culturas Nasca y Paracas, a la cual se accede por un sendero desde la zona de estacionamiento. También cuenta con área de tótems informativos.
Otros sectores importantes son el puesto de control Santo Domingo, destinado al servicio de orientación al turista. Para apreciar el encantador paisaje marino costero se puede acudir a los miradores Santa María, Catedral, Playa Roja, Playa Lagunillas, Yumaque y Playa Supay, donde culmina el circuito turístico. También se puede conocer el sector de “Laguna Grande”, donde se realizan actividades de pesca, maricultura y colecta de macro algas.
Islas Ballestas
El disfrute de la
Reserva Nacional de Paracas se puede completar con la navegación por el sector marino, que comprende el 65 % del territorio del área natural protegida, y aproximarse a las islas Ballestas, ubicadas a 30 minutos de la costa y compuestas por tres formaciones rocosas donde habita una importante fauna marina en la que destacan lobos marinos y aves guaneras como el guanay, el piquero y el zarcillo.
Asimismo, desde la navegación por el mar se puede apreciar el famoso geoglifo de El Candelabro, ubicado sobre una colina de arena en el sector norte de la península de Paracas.
(FIN) LZD/MAO