Niños y jóvenes de la región Puno, así como internos del establecimiento penal, se beneficiarán con la entrega de libros y mobiliario para la Red Nacional de Espacios de Lectura Perú Lee que efectuó ayer el ministro de Cultura, Alejandro Neyra Sánchez en esta ciudad.
Tras remarcar que esta entrega se realizó con el objetivo de mejorar los servicios de acceso al libro dirigidos a la población, el Ministerio de Cultura precisó que en la ceremonia participó también la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Leslie Urteaga.
“Es un día importante porque hacemos entrega de estos módulos de lectura. El año pasado, pese a la pandemia, decidimos hacer la compra de libros y módulos. Fue la compra más grande en la historia del Perú. Los libros son de la mejor calidad, de editoriales peruanas, que buscan acercar la lectura a la gente. Todos sabemos el cambio que puede generar la lectura en la gente. Incluso en los que están privados de la libertad. Por eso es importante tener estos espacios en los penales. Ellos pueden encontrar la libertad en los libros”.
“La
semana pasada empezamos con una entrega simbólica en Sarhua, Ayacucho. Son módulos de lectura pensando principalmente en niños y adolescentes. Puno es famoso por ser cuna de artistas y grandes poetas, como Carlos Oquendo de Amat. Esperamos que continúe esta tradición de la poesía. Queremos que los
libros puedan llegar a lugares más lejanos. Esto es fundamental para seguir promoviendo la lectura y que la cultura siga viva en la región y en todo el país”, aseveró.
La distribución de colecciones de libros, mobiliarios y materiales para espacios de lectura en Puno, se realizará a través del Programa Nacional País, impulsado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. A esta región, se destinarán 810 libros, 8 mobiliarios, 5 bolsas lectoras y 16 agendas.
Entre los beneficiarios, se encuentran los locales del Programa Nacional País Upina, distrito de Ituata, provincia de Carabaya, y Camicachi en la provincia de Ilave. Asimismo, la biblioteca comunal de la Municipalidad Distrital de Acora, donde se está brindando asistencia a la municipalidad del distrito para implementar 5 nuevos espacios de lectura.
Por último, el Establecimiento Penitenciario de Puno, que está recibiendo un aporte de libros y mobiliarios como parte del programa La libertad de la Palabra, en el que participan hasta 100 internos. Durante el año 2020, se ha capacitado a los mediadores del penal para desarrollar exitosamente el programa.
El Ministerio de Cultura destacó que a fines de 2020, en el marco de los DU 058 y 104, se realizó la compra más grande de libros de la historia del Perú con la finalidad de relanzar la Red Nacional de Espacios de Lectura Perú Lee, articulada por el Ministerio de Cultura. En dicha oportunidad, se logró adjudicar 169,544 libros y 757 módulos de lectura para la implementación de 435 espacios y bibliotecas de la red.
Sobre los espacios de lectura
Los espacios de lectura son áreas físicas habilitadas por una institución u organización para brindar acceso al libro y a la lectura de manera gratuita. A la fecha, se cuenta con 280 espacios de lectura, en 21 departamentos. En el año 2021, en coordinación con gobiernos locales provinciales y distritales, se contará con 155 espacios nuevos, con los cuales se alcanzará a cubrir los 26 departamentos del Perú (incluidos Callao y Lima Metropolitana).
Visita a Sillustani
Luego de la ceremonia, el ministro visitó el Complejo Arqueológico de Sillustani, que se encuentra ubicado en la península de Umayo, al este de la laguna de Umayo, en el distrito de Atuncolla, provincia de Puno.
Las estructuras de Sillustani representan una necrópolis o cementerio, que alberga al menos 90 tumbas, en una extensión de 150 hectáreas, a donde se accede a través de una escalinata.
En el cementerio, se pueden observar estructuras de carácter monumental, con la presencia de las denominadas chullpas que alcanzan los 12 metros de altura. Muchas de ellas, se encontraron a medio construir, posible indicio de que, antes de la llegada de los españoles, se mandaban a construir por los personajes de poder para servir de moradas mortuorias.
Las construcciones de las chullpas se hallaban hechas a base de piedra labrada, algunas de manera rústica y otras finamente. Presentan formas circulares, cuadradas y rectangulares.