Ante las intensas heladas que afectan las zonas altoandinas del país, el ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Wilder Sifuentes Quilcate, entregó 38 viviendas rurales Wasiymi a familias en situación de vulnerabilidad de los centros poblados de Achacune, en el distrito de Cabanillas, y de Sutuca, en el distrito de Mañazo, en la región Puno.
“Llevar una vivienda rural, una casita caliente Wasiymi es algo muy sensible para mí, que vengo también de provincia. No solo es la vivienda, sino también es salud, comodidad, un mejor espacio donde van a vivir como seres humanos. Este programa es importante desarrollarlo en todas las regiones que están sufriendo por las heladas y el friaje”, sostuvo el ministro.
Claudia Zapana, beneficiaria del programa Wasiymi, destacó el impacto directo de estas viviendas en su vida y la de su familia. “Quiero agradecer de corazón al Ministerio de Vivienda y a todos los profesionales que han llegado hasta nuestras comunidades. Gracias a su trabajo, nuestras vidas cambiarán y ahora estaremos mejor protegidos frente a las heladas”, expresó.

Estas viviendas bioclimáticas, con un área ampliada de 44 m², demandaron una inversión superior a los 2 millones de soles y beneficiarán directamente a 152 personas, principalmente niños, adultos mayores y familias que durante años enfrentaron condiciones extremas de frío sin una vivienda adecuada.
Las casas Wasiymi, ejecutadas a través del Programa Nacional de Vivienda Rural (PNVR), fueron construidas mediante el mecanismo de núcleos ejecutores, organizaciones conformadas por las propias familias beneficiarias, que gestionaron y ejecutaron los recursos asignados. Este modelo promueve la participación comunitaria, genera empleo local y fortalece el tejido social de las comunidades rurales.
La ejecución de las viviendas se hizo en un periodo aproximado de cinco meses. A diferencia de las versiones anteriores, las nuevas Wasiymi de ladrillo pasaron de 26 m² a 44 m² e incorporan dos dormitorios, un ambiente común de sala-comedor, un espacio multifuncional y un área tapón, diseñada para impedir el ingreso de corrientes de aire frío y conservar el calor en el interior del hogar, que contribuye a la prevención de enfermedades respiratorias.
Durante 2025, en el distrito de Cabanillas, provincia puneña de San Román, se culminaron 67 viviendas rurales Wasiymi en beneficio de 268 personas vulnerables; mientras que en el distrito de Mañazo se finalizaron 51 viviendas que mejorarán la calidad de vida de 204 personas.
En la región Puno suman 1,762 casitas bioclimáticas las que hoy contribuyen a reducir la vulnerabilidad de familias frente a las heladas y al cambio climático.