Joseline Chero aprendió desde pequeña matemáticas con su padre, quien tenía un taller de soldadura y le enseñaba conceptos con sus trabajos de estructuras, planos geométricos y otras operaciones. Ella ingresó a la carrera de Economía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y estudiará con todos los gastos pagados tras obtener el primer puesto de Beca 18, convocatoria 2023.
Josefina y Oscar partieron de Huaral a Lima en el 2002 con la consigna de transformar la vida de su familia con la educación. Ellos no pudieron estudiar una carrera profesional, por lo que decidieron esforzarse para que sus hijos sí tengan esa oportunidad.
Su hija mayor, Joseline, es resultado de esta lucha. Ella creció en Lima y desde pequeña, impulsada por sus padres, ha sentido un gran entusiasmo por estudiar, especialmente las matemáticas.
“Él me enseñaba números y álgebra, sobre todo, y con mucho ánimo, porque era algo que también le gustaba. Creo que hubiera sido un buen profesor”, menciona la universitaria.
Con esas ganas de seguir aprendiendo, comenzó a sobresalir desde el primer grado de primaria, por lo que fue seleccionada por el Programa de Atención Educativa para Niños con Facultades Talentosas Sobresalientes (Paenfts) del Ministerio de Educación, que está dirigido a estudiantes con altas capacidades, talentos especiales o con un coeficiente intelectual (QI) superior al promedio.
Este programa brindaba clases de reforzamiento a niños a través de enseñanzas más avanzadas y en aulas didácticas. Su madre la incentivó a que participe y se esforzó cada día acabando sus labores con más rapidez para luego acompañarla a sus clases, que se ubicaban en otro distrito. Joseline recibió esta educación durante toda la primaria.
En secundaria continuó destacando con sus calificaciones y ganó la beca de Perú Champs, que se otorga a escolares de bajos recursos con alto talento académico, artístico o deportivo, para que accedan a una educación de calidad. Gracias a este apoyo, estudió en un colegio privado y también pudo desarrollar otras habilidades como la danza.
“Desde que estoy en primaria he dedicado varias horas de mi tiempo a los estudios. Mis padres nunca me obligaron a ello, sino que me daban la libertad de elegir, y al ver mi potencial, me apoyaron en seguir estudiando. Yo disfrutaba el proceso de estudiar. He aprendido que si se ve el lado bueno, que estás aprendiendo cosas nuevas y mejorando como persona, no va a ser tedioso”, explica Joseline.
Así, desde muy joven, la becaria se propuso la meta de convertirse en una profesional, por lo que al egresar de la secundaria se inscribió en una academia preuniversitaria. La llegada de la pandemia, sin embargo, le obligó a postergar esta meta porque se dedicó a apoyar a su familia. A mediados del 2021 retomó su preparación.
La primera profesional de su familia
Joseline tenía claro que Economía era la carrera de sus sueños, por considerarla con una visión holística, que involucra criterios sociales y de otras ramas profesionales. Además, quería estudiarla en la UNMSM por ser la universidad pública más grande del país y con gran reconocimiento.
“Ingresé al tercer intento. Hubo todo un proceso de altos y bajos, por momentos desconfiaba de mi capacidad. Pero siempre he tenido a mis padres, quienes me repetían que yo podía con esto, que era capaz. Han sido un gran apoyo para mí. Y ahora soy la primera que va a estudiar una carrera profesional en mi familia”, señala.
Joseline también logró alcanzar otra de sus metas: ser beneficiaria de Beca 18 del Pronabec, dirigida a jóvenes con alto rendimiento académico, en condición de pobreza o pobreza extrema o en situación de vulnerabilidad, para que estudien una carrera profesional con todos los gastos pagados por el Estado peruano. Luego de ingresar a la universidad, participó de la convocatoria 2023, en la que ocupó el primer puesto de todas las modalidades de postulación con un puntaje de 200, cercano al máximo.
“Cuando me enteré que había conseguido la Beca 18 fue un momento muy alegre. Mis padres me felicitaron y me decían ‘lo lograste’. Yo estaba muy feliz y sorprendida por el alto puntaje que había conseguido y que era fruto de mi esfuerzo”, resalta. El Pronabec también le dará un acompañamiento socioemocional y de bienestar para su desarrollo integral.
La becaria del Pronabec se siente muy agradecida por el apoyo que ha tenido de sus padres, así como de otras instituciones para tener acceso a una educación de calidad. Bajo estos principios, tiene claro que tras acabar la carrera buscará seguir sirviendo a su país.
“El conocimiento que voy a adquirir con la carrera de Economía será una herramienta para más adelante poder hacer un cambio en el país, ayudar a su desarrollo, ya sea a través de un cargo público o desde la posición en la que me encuentre. El objetivo que tengo como persona y como profesional es poder ayudar a otras personas, así como me han ayudado”, subraya.