Pero, ¿qué son los prebióticos y los probióticos? La nutricionista Saby Mauricio, directora de la Escuela de Nutrición Humana de la Universidad Privada Norbert Wiener, señaló que son nutrientes que permiten tener la flora intestinal en óptimo estado, además nos defienden de los virus y bacterias que provocan diversas dolencias en el organismo.
“Cuando digerimos un alimento tenemos que absorberlos, tomar los nutrientes necesarios y lo que no sirve excretarlos. Entonces, los prebióticos y los probióticos lo que hacen es mantener el balance de la digestión, hacer que todos los días evacuemos y que todo lo que consumimos sea aprovechado favorablemente por nuestro organismo”, precisó la licenciada Mauricio a la Agencia Andina.
De esta manera, el intestino actúa como la puerta de entrada de los nutrientes y, a la vez, como barrera contra diversas toxinas tanto externas como internas. Sin embargo, cuando este órgano se altera o empieza a funcionar mal, pierde esta capacidad de enfrentar a los microorganismos causantes de enfermedades.
La experta señaló que los prebióticos son sustratos o fertilizantes que estimulan el crecimiento de especies bacterianas que mejoran el equilibrio de los microorganismos en el intestino y que se encuentran en las frutas, verduras, cereales, menestras y granos integrales.
Además, indicó que el consumir continuamente estos productos alimenticios evitan que nuestras células se oxiden y en consecuencia impiden el desarrollo del cáncer y otra serie de enfermedades en nuestro organismo.
Esto se debe a que los vegetales y frutas tienen abundante fructooligosacáridos (FOS) que son un tipo de fibra que estimulan la función inmunológica, sintetizan ciertas vitaminas y promueven el crecimiento de bacterias que benefician la flora intestinal.
Por ello, hizo hincapié en que las personas deben incrementar los prebióticos en su alimentación diaria sobre todo los de color rojo naranja que tienen una mayor cantidad de caroteno como la zanahoria, el tomate, el pimiento rojo, etc. que tienen efectos antioxidantes.
“Podemos encontrar los prebióticos en las lentejas, habas, coles, pallares, frijoles, etc. Por eso deberíamos comer menestras 2 o 3 veces por semana y las frutas y verduras todos los días ya sea en el almuerzo y en la cena”, acotó.
Recomendó también consumir la cáscara de la papa y el camote porque, de esta manera, se aprovecha mejor la fibra que poseen dichos tubérculos en beneficio de nuestro organismo.
¿Y los probióticos?
Los probióticos son alimentos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar la microbiota intestinal y se encuentran, por ejemplo, en el yogurt, manifestó la nutricionista.
Este producto lácteo fermentado contiene bacterias vivas, como las bifidobacterias y lactobacillus que ayudan a cuidar la salud del sistema digestivo.
La forma de consumirlo debe ser de manera natural preparándolos en casa, pero de adquirirlo en centros comerciales o tiendas es importante identificar que el yogurt no tenga altos contenidos de azúcar y aditivos que perjudiquen al organismo, acotó.
Leche materna
En otro momento, la licenciada subrayó que el primer probiótico que recibe el niño al nacer es la leche materna cuyas propiedades protegen al recién nacido de infecciones estomacales o intestinales, enfermedades respiratorias y fortalecen su sistema inmune.
“El primer alimento que tiene estos probióticos es la leche materna, por eso siempre le decimos a las mamás que no les quiten el pecho a sus niños porque ninguna fórmula maternizada ha logrado tener esta composición que fortalecen el sistema inmunológico del niño”, aseveró.
Frascoterapia
Con referencia a los suplementos vitamínicos que contienen probióticos y prebióticos, la especialista señaló que éstos, generalmente, son caros por lo que lo más ideal es fomentar hábitos alimenticios saludables con la ingesta de frutas, verduras y proteínas en nuestro plato de comidas diarias.
¿Cómo alimentarnos?
Según Mauricio, un plato de comida saludable debe tener un 50 % de vegetales crudos o cocidos; el 25 %, alimentos proteicos como la carne vacuna, pollo, pescado, cerdo o huevo y el 25 % restante debe estar destinado a los carbohidratos como menestras, papas, legumbres, cereales, etc.
“Todos los alimentos necesitan de todos, por eso que en el plato tienen que ir estos 3 grupos de alimentos, sino, no funciona. Si tú te alimentas de manera saludable no te vas a enfermar”, enfatizó.