El estrés es un estado de tensión ante los desafíos o demandas que enfrentamos y, de no ser bien manejado, puede tener efectos nocivos en nuestros hábitos alimenticios, proceso digestivo y peso. Conoce en esta nota cómo detectarlos y prevenirlos.
Una persona que experimenta mucha presión o malestar emocional puede tomar decisiones inadecuadas respecto a su alimentación y tener dificultades incluso para controlar su peso, detalló la nutricionista Katherine Cántaro en entrevista con el programa Saludable Mente de la Agencia Andina.
"Los alimentos no tan nutritivos pueden liberar momentáneamente una cantidad de endorfinas, que ayudarán a reducir ese momento de estrés, sin embargo, esa sensación pasará luego y llegará el sentimiento de culpa por consumir una comida inadecuada", refirió.
La especialista del portal médico “Salud en Casa" indicó que el estrés puede afectar la alimentación de una persona cuando elige qué llevarse a la boca y las veces que decide comer a lo largo del día .
Quienes estén más estresados, posiblemente, buscarán alimentos que alivien su carga emocional y los hagan sentirse mejor, sin importar las calorías que tienen.
En esos momento, por lo general, no se eligen los elementos adecuados, con las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita, alertó la especialista, agregando que si esto es recurrente se afectará la microbiota intestinal, profundizando la sensación de ansiedad o depresión que justamente se buscaba eliminar.
¿Qué alimentos no permiten pensar bien?
La experta aclaró que no hay alimentos que contribuyan a tomar malas decisiones, pero que las cantidades sí influyen en marcar la pauta entre lo bueno y lo malo.
Puso de ejemplo los carbohidratos, como el arroz o la papa, indicando que no son malos, pero que consumidos en exceso, como el peruano promedio, complican la meta de tener un peso estable y sentirnos bien.
"El peruano tiende a comer mucho más y deja de consumir otros alimentos antioxidantes como diversas frutas o verduras. Igualmente, no come semillas como chía, linaza o frutos secos, las que son necesarias para tener un alimentación balanceada", apuntó.
Al ser consultada sobre el vinculo del estrés con el estreñimiento o el estómago flojo, subrayó que sí puede darse y merece la atención de un especialista, porque se están somatizando problemas que no se han podido resolver a nivel emocional.
"Llega un punto de estrés en el que no se producen algunas enzimas o sustancias necesarias para romper los alimentos y lograr que sus nutrientes lleguen a la sangre. Eso impacta en la digestión y proceso de evacuación. Sin embargo, ese problema podría deberse también a falta de alimentos con fibra y agua. Hay que analizar cada caso, porque hay casos de colon irritable muy relacionados a los estados emocionales. Puede que no se esté comiendo mal, pero igual se tengan problemas digestivos porque no se manejan bien las preocupaciones o emociones", añadió.
Respecto al peso, la especialista dejó en claro que algunas personas tienen dificultad para perderlo debido al exceso de cortisol.
"El cortisol es una hormona que se segrega cuando hay mucho estrés, que en pequeñas cantidades nos lleva a la acción, pero en exceso puede alterar la forma en cómo se digieren los carbohidratos, además de hacer más fácil su guardado dentro del cuerpo. El control del cortisol tiene que ver con un mejor manejo del estrés y un tratamiento psicológico, si es necesario".
Indicó que buscar el peso ideal nos quita la mirada de que se trata de un proceso, con altos y bajos, y que siempre se puede empezar a comer verduras y tomar más agua, así como dormir más horas.
"No tenemos que ir a lo blanco o negro. El peso ideal es relativo. Lo que tenemos que mejorar es nuestro sistema interior.. Lograr un peso ideal debe estar siempre vinculado a la actividad física, al manejo de los horarios y al poder relajarse, al tener tiempos para el descanso".
Estados emocionales y delivery
Katherine Cántaro, quien es docente universitaria y especialista en actividad física, deporte y bienestar, advirtió que ante situaciones de estrés, muchos recurren inmediatamente a la ingesta de alimentos grasosos o dulces en exceso.
"Así terminamos pidiendo delivery para pasar este proceso de malestar o cansancio, lo cual empeora el nivel de estrés".
En esas circunstancias y a pesar del cansancio, recomendó preparar algo en casa y buscar un equilibrio entre la alimentación sana y compartir un momento en familia con alguna preparación fuera de casa. Si es de vez en cuando, no hay problema, detalló la experta.
Recomendó incluir en nuestra alimentación una amplia gama de frutas y verduras, porque tienen innumerables beneficios y son protectores contra diversos males, además de darnos una mayor sensación de saciedad y bienestar.
"Hay que escoger las verduras que tienen más fibras y los alimentos más integrales. Más menestras. Tomar líquidos. Consumir semillas y frutos secos. Beber suficiente agua", añadió la especialista quien es coordinadora del centro de nutrición Nutritiva.
Por último, aconsejó buscar el equilibrio alimenticio y movernos más físicamente.
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(FIN) JAM/KGR