José Vadillo VilaCoimas. Corrupción. Políticos de centro, izquierda y derecha, empresarios, magistrados. Pasan revista ante las cámaras enmarrocados. Casos como los
Cuellos Blancos del Puerto y Odebrecht han quedado en la retina de la memoria colectiva de los peruanos.
Los encargados de detenerlos son los agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac). Los acompaña un fiscal, que porta un expediente o carpeta que detalla los delitos imputados o la necesidad de una prisión preventiva.
Si bien la prensa da cuenta de casos como el de la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, o el del expresidente de la Corte Superior de Justicia del Callao Walter Ríos, los megaoperativos sobre delitos de corrupción representan solo el 10 % del trabajo diario de esta división policial.
“Nos identifican más como un grupo que interviene a personas vinculadas con la política que cometen actos de corrupción; sin embargo,
el 90 % de nuestra labor está abocada a los delitos urbanos, violentos y de economías ilegales”, detalla al
diario El Peruano el jefe de la Diviac, coronel Harvey Colchado, desde la sede en Surco. Aquí se dirige, planea y monitorea el trabajo de todas las bases a escala nacional.
Los últimos dos años, con los destapes de casos de corrupción del más alto nivel, la joven dirección policial ha cobrado notoriedad mediática.
La Diviac se creó en agosto del 2016 y suma a la fecha 87 megaoperativos. El primer año hizo dos; mientras que en el 2017 y 2018 registró, en cada uno, 31. En lo que va del año suma 23 y la meta es cerrar el 2019 con 40, como parte de un compromiso del Ejecutivo y la Policía Nacional de llevar a cabo 70.
Cuerpo de élite
Hace tres años, Colchado empezó a armar su grupo de trabajo buscando oficiales y suboficiales que reunieran un determinado perfil, ¿cuál?, pues, policías con experiencia en investigación a organizaciones criminales que roban, secuestran, extorsionan, etcétera.
Solo el 20 % del personal de la Diviac lo conforman exagentes de otras unidades o destacados a comisarías. El resto son suboficiales de segunda y tercera, con los que se formaron cuadros. A todos les enseñaron la metodología de trabajo: abrir carpetas fiscales y desarrollar labor de inteligencia. Es una tarea a largo plazo que permite desarticular una organización criminal. Un megaoperativo puede tomar de 3 a 24 meses.
“Acá todo se sabe. Y sí, he tenido que sacar a algunos que parecían buenos. ¿De qué sirve que seas muy inteligente, muy investigador, muy hábil, pero transas con delincuentes? Sin integridad, no sirves para nada”, comenta el coronel.
Más agentes
En la actualidad, la Diviac cuenta con 710 agentes que trabajan en 41 departamentos de investigación a escala nacional. De ellos, 381 están en Lima y el resto, en las demás regiones del país, excepto Pasco, adonde se desplaza personal de Huánuco, Huancayo o Lima cuando se efectúan los operativos.
Este año, por ejemplo, se envió un grupo de agentes para el megaoperativo que desarticuló a la organización criminal los Incorregibles de Pozuzo, implicada en 60 secuestros entre Huánuco y Pasco, además de tener vínculos con el narcotráfico.
Cada uno de los 41 departamentos de investigación cuenta con un promedio de cuatro carpetas fiscales en proceso de indagación. Es decir, 170 en total.
Para investigar la carpeta fiscal de una organización criminal pequeña, de unas 12 personas, se requiere un mínimo de seis policías: dos para las labores de escucha y otros agentes asignados, por lo menos, a dos vehículos. Además, se necesitan calaboceros. “Lo ideal sería contar con no menos de 20 agentes por base”, precisa Colchado.
En provincias, todas las casas de seguridad que utiliza esta unidad son alquiladas. Y hay carencia de autos y motos.
¿Resulta suficiente el personal? “Tenemos un déficit de agentes, pero es algo que se ve en toda la Policía. Si se demoran un promedio de dos años es por falta de personal. Se tiene que dejar la investigación de una carpeta para que los agentes se enfoquen en otra”.
Tras la clausura de los
Juegos Parapanamericanos, el domingo 1, se espera que se incorporen al cuerpo alrededor de 200 agentes que egresarán este año de la escuela de formación de la PNP.
Orden fiscal
De acuerdo con el Decreto Supremo 026-2017-IN, la Diviac investiga a las organizaciones criminales de alta complejidad, transversalmente a todos los delitos indagados por los fiscales (crimen, trata, lavado de activos, contra el medio ambiente, corrupción, terrorismo).
“No investigamos bandas, sino organizaciones criminales complejas –explica el jefe de la Diviac–, mientras que otras unidades policiales combaten a las bandas ‘incipientes’ y ‘medianas’. Solo con las pesquisas, con los elementos de convicción completos, se ejecuta una medida de allanamiento o incautación. Y se produce el operativo”, explica.
Otras direcciones
Los meses que a la Diviac le toma una investigación sirven para tener los “elementos de convicción necesarios” para una futura prisión preventiva y condena. Es un trabajo contundente. “En flagrancia es distinto: ves cómo se captura a la banda y empiezan las leguleyadas. Un seguimiento no basta”. Por eso, dice el coronel, se invierte en las Dirincri y las Depincri (Departamento de Investigación Criminal).
Subraya que no se comete delito contra la intimidad porque se procede en el marco de la carpeta fiscal, con videovigilancia, escucha y seguimiento. Las declaraciones provienen de testigos protegidos o colaboradores eficaces. Y las infiltraciones de agentes encubiertos se hacen dentro del marco legal.
Cifras
-710 agentes en 25 regiones del país tiene la Diviac.
-40 % de los megaoperativos de la PNP lo efectúa esta dirección.
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(FIN) JVV/RRC
GRM
Publicado: 5/9/2019