A solo once kilómetros de la ciudad del Cusco, el distrito de San Jerónimo conserva una riqueza cultural que se expresa en la tranquilidad de sus calles y en una gastronomía ancestral que ha pasado de generación en generación. Platos como el chicharrón de cabeza de chancho, el yuyo con mote, los purus (habas) y el tradicional caldo de chuto siguen vivos gracias al conocimiento y dedicación de adultas mayores que hoy transforman su herencia culinaria en una fuente de desarrollo y dignidad.
Juana Castillo Nina (78), Faustina Huayta Quispe (78) y Jacinta Subleto Quispe (73) son reconocidas como verdaderas "maestras del sabor" en el distrito de San Jerónimo. Las tres cocineras forman parte del programa social Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). Sus manos expertas no solo preparan recetas emblemáticas de la cocina cusqueña, sino que también preservan la identidad cultural de su distrito y cautivan a quienes buscan una experiencia gastronómica auténtica.

¿Qué hace tan ricos estos potajes?, se pregunta doña Juana mientras aviva el fogón de tierra que construyó hace décadas en el patio de su casa, con piedras y barro. La respuesta llega acompañada de una sonrisa. “El ingrediente principal es la felicidad que uno pone en la preparación. Por eso me buscan por mi chuto”, señala.
El proceso es tan cuidadoso como ancestral. El hocico de vaca se sancocha durante horas con hierbas aromáticas; luego, algunas presas se sazonan con cebolla, ají amarillo, sal, pimienta, comino y ajo, antes de dorarse lentamente en aceite caliente. El plato se sirve en dos tiempos: el caldo reconfortante y la fritura acompañada de mote, una combinación que despierta los paladares más exigentes.
Las tres adultas mayores, que son parte del Midis, además de recibir la subvención económica que contribuye a mejorar su calidad de vida, participan activamente en la intervención Saberes Productivos, una iniciativa que, con el apoyo del gobierno local, revalora sus conocimientos tradicionales y fortalece sus emprendimientos.
Gastronomía impulsa desarrollo local
San Jerónimo es uno de los distritos más atractivos del circuito turístico cusqueño, donde la gastronomía y las danzas tradicionales generan un fuerte vínculo entre pobladores y visitantes. Por ello, fue escenario de la Intervención Multisectorial de Servicios y una feria de emprendedores, en la que las usuarias de Pensión 65 lograron vender alrededor de 400 platos típicos.

“Preparamos yuyo con papa y chicharroncito, soltero de habas, ccapchi de habas con setas y puchero. Nuestro sabor ya es conocido gracias a las ferias que impulsa Pensión 65 y al apoyo que recibimos para nuestros emprendimientos”, señala Faustina Huayta Quispe.
El reconocimiento al trabajo de estas maestras culinarias confirma que la tradición, cuando es valorada y acompañada, se convierte en una herramienta poderosa de inclusión social y desarrollo económico.
Saberes que se heredan
El amor por su distrito ha motivado a Faustina y Jacinta a participar en diversos Encuentros de Saberes Productivos, espacios de transmisión intergeneracional promovidos por Pensión 65. A través de estas actividades, desarrolladas en instituciones educativas, los adultos mayores comparten sus conocimientos y habilidades con niñas, niños y jóvenes, fortaleciendo la identidad cultural y el respeto por las tradiciones.
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