Uno de los platos más reconocidos del Perú y que despierta un mar de emociones en los paladares de todas las personas es el emblemático ceviche, un manjar donde el pescado, limón, la cebolla y otros ingredientes, se abrazan para generar una explosión de sabor. Sin embargo, en el Perú hay diferentes versiones que cautivan corazones, pero ninguna es tan singular como la que no lleva pescado y tiene como principal estrella a la calabaza.
Esta receta parte de Huancayo, departamento de Junín, al ombligo de Carabayllo, en la ciudad de Lima, gracias a las manos de doña Eugenia Carrión Ocaña, una usuaria del programa Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), quien el 12 de noviembre cumplirá 75 años. La señora Carrión sorprendió a todos sus comensales con el ceviche de calabaza, cuyos secretos en la preparación los heredó de su amiga Nancy, hace un año, para un concurso gastronómico que se realizó en su localidad.
En el 2024, cuando doña Eugenia manejaba a la perfección los condimentos e insumos del ceviche de calabaza, participó y ganó un concurso gastronómico en los encuentros de saberes productivos que el programa Pensión 65 del Midis y el municipio de Carabayllo realizan constantemente, lo que le permitió al gobierno local alcanzar el galardón del Sello Municipal del Midis.

“Me reconocieron por este plato y me puse como objetivo difundir más este tipo de ceviche en Lima; porque, aunque no tenga pescado, es delicioso y tiene muchas proteínas, vitaminas y hierro”, comenta mientras sirve una porción que vende a solo 5 soles en ferias y festivales.
Si no ha probado este potaje huancaíno, que rescata la frescura del ceviche tradicional, puede comunicarse con doña Eugenia y su nieta María Olano (35), al 956 320 599 y vivir una gran experiencia gastronómica. “Quiero que más personas disfruten de este ceviche. Con la calabaza se siente muy rico”, agrega emocionada.
Manos ancashinas
Doña Eugenia nació en Pomabamba, departamento de Áncash. Lamentablemente, su mamá falleció cuando apenas tenía 8 meses y se quedó con su abuelita, Úrsula de la Cruz, de quien aprendió todos los secretos de la cocina norteña.

“Mi especialidad es el pato. Lo preparo en arroz, ceviche, incluso pachamanca. Dejo reposando el pato en una esencia de huacatay, espinaca, ajo, sal, con chancho y pollo también, y luego con todo el aderezo de una pachamanca a la olla, siempre con un toque de cerveza negra para que salga concentrado y los comensales queden maravillados”, detalla doña Eugenia, llena de alegría.
Asegura que seguirá preparando platos tradicionales para las personas que quieran ir a su domicilio y vivir una experiencia donde los sabores los sumergirán en los recuerdos más sublimes que tengan.
Gran matriarca
La usuaria de Pensión 65 vive con su esposo, Máximo Moreno, con quien tiene 16 nietos, la mayoría los visita y se reúnen en su domicilio en Carabayllo para ayudarla y probar la sazón que los arrullaba cuando eran pequeños. “Así como mi abuelita me engreía con la comida, yo hago lo mismo con mis muchachitos que ya están grandes”, dice entre risas.
(FIN) NDP/LZD