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Ni la pandemia frena el sueño de ser arquitecto de un abuelo en Brasil

El diseñador brasileño Carlos Augusto Manço mientras usa su computador. Foto: EFE

El diseñador brasileño Carlos Augusto Manço mientras usa su computador. Foto: EFE

12:30 | Minas Gerais, ago. 18.

El diseñador brasileño Carlos Augusto Manço nació dos décadas antes de la llegada de la televisión a Brasil. Ahora, a los 92 años, ha aprendido a manejar el ordenador, asiste a clases virtuales y mantiene vivo el sueño de graduarse en una universidad en tiempos pandémicos.

Tras servir en el Ejército y trabajar por más de 35 años como diseñador de proyectos en un hospital de Ribeirao Preto, en el interior de Sao Paulo, Manço se inspiró en sus nietos y decidió ingresar en un curso universitario de Arquitectura y Urbanismo en 2018, al cumplir los 90 años.

"Siempre tuve ganas de tener un diploma universitario, entonces decidí arriesgar y aventurarme. Decidí intentar, pues mi nieto hizo ese curso y yo dije 'también voy a hacerlo'", contó a Efe el anciano, quien se vio obligado a postergar su sueño durante décadas debido a la humilde condición de su familia cuando estaba en la juventud.

Actualmente en la mitad de la carrera y después de haber dejado atrás diversos obstáculos, el abuelo se cruzó ahora con la pandemia del coronavirus, que obligó a escuelas y universidades de todo el país a migrar al ámbito virtual debido al avance de la covid-19, que ya deja más de 106.000 muertos en Brasil.

Pese a las dificultades para escuchar, teclear y la falta de familiaridad con el ordenador y otros aparatos tecnológicos, Manço no se desanima y se reinventa día tras día en búsqueda de realizar el sueño de convertirse en arquitecto. Padre de dos hijos, abuelo de ocho nietos y bisabuelo de cuatro, el anciano reconoce que el volumen de deberes y actividades demandado por los profesores puede ser "abrumador", pero asegura que la voluntad de estudiar "es mayor". 

Universidad en tiempos de confinamiento


Durante el periodo de aislamiento social, la nieta Isabella le ayuda con la tecnología, a acceder a los programas y planificar la agenda. "Miramos los horarios de las clases y vamos organizando juntos el calendario. Poco a poco le voy enseñando cómo se manejar, acceder a las salas virtuales, y a veces dejo unas chuletas para él", dice Isabella.

Pero Manço revela que, cuando cree que es necesario estudiar más a fondo alguna asignatura específica, recurre a los libros y a las maneras tradicionales de aprender. "Tengo también una preocupación mayor de leer, estudiar y profundizar las asignaturas que serán importantes para mi profesión futura de arquitecto". Es "una rutina un poco pesada, fatigosa, porque te toma todo el día", puntúa.

Para cuando se pueda retomar la normalidad, Manço planea hacer unas prácticas y dedicarse a la proyección de construcciones y obras de hospitales, lo cual anhela hace décadas y que sueña con poder concretar en breve. En su casi un siglo de vida, este abuelito ya vio pasar la II Guerra Mundial, la Guerra Fría, incontables crisis financieras y, ahora, la peor pandemia de los últimos cien años. Por eso, lo tiene bastante claro: "Hay que mantener la mente funcionando y recordar que eso también va a pasar". 

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(FIN) EFE/JAM



Publicado: 18/8/2020