Varios miles de indígenas de Ecuador llegaron el lunes a Quito y hoy continúan las manifestaciones en el noveno día de protestas contra el gobierno del conservador Guillermo Lasso, cuyo manejo de la situación fue tildado de "errático" por parte del Legislativo.
Con 81 de los 137 votos, el Legislativo -en el que el partido indígena Pachakutik es la segunda fuerza- aprobó una resolución en la que exige al gobierno una propuesta "seria, clara y honesta" de diálogo. Además, llamó a una mesa de trabajo a organismos como la ONU, la Cruz Roja, universidades y la Iglesia católica para proponer mecanismos de solución.
Tras la llegada de la marcha a la capital, Lasso amplió el estado de excepción que desde el sábado estaba vigente en las provincias de Pichincha (cuya capital es Quito), Cotopaxi e Imbabura, a las andinas Chimborazo y Tungurahua, y la amazónica Pastaza.
"Con esta decisión se precautela el bienestar de la ciudadanía frente a la violencia. A la vez se tutelan los derechos de quienes se manifiesten pacíficamente", señaló la casa de gobierno a través de su secretaría de Comunicación.
A pie, en motocicletas y en abarrotados camiones, los aborígenes iniciaron una marcha pacífica desde el sector de Cutuglagua, en la entrada sur de la capital. Al final se concentraron en universidades que sirven de albergue en el norte de la ciudad, de tres millones de habitantes.
Algunos cientos de indígenas también entraron por el norte. En la costera Guayaquil (suroeste) se registraros dos marchas multitudinarias: una por la paz y otra en contra el gobierno.
La opositora Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que participó en revueltas que derrocaron a tres mandatarios entre 1997 y 2005, impulsa desde hace una semana marchas en Quito y otras ciudades, y bloqueos de rutas para reclamar al Ejecutivo una rebaja de precios de combustibles.
El galón de diésel subió un 90% (a 1,90 dólares) y el de gasolina corriente en 46% (a 2,55) en casi un año. Desde octubre pasado los precios están congelados por la presión social. La Conaie, liderada por Leonidas Iza desde 2021, reclama rebajarlos a 1,50 y 2,10 dólares, respectivamente.
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