Milan sufrió, se llevó un susto y marcó tres goles contra el Club Brujas, que realizó un buen partido arruinado por una tarjeta roja decisiva. Bajo las luces de San Siro, los locales lograron su primera victoria en la fase de la Liga de Campeones por 3-1. Los cambios de Paulo Fonseca, Chukwueze y Okafor, que marcaron la diferencia al servir una asistencia cada uno en la segunda parte, fueron decisivos.
Inicio insuficiente
Los italianos se mostraron demasiado pasivos al principio del partido, en el que sufrieron el sorprendente arranque del club belga, muy cerca de marcar en varias ocasiones con Christos Tzolis y Joel Ordóñez, que toparon con Mike Maignan, muy atento en los primeros disparos peligrosos de los adversarios, y por el larguero en el remate del ecuatoriano.
Mucho miedo para los rossoneri, atemorizados por las iniciativas bien orquestadas del Brujas, que dominó el partido en los 10 primeros minutos. Fue una batalla inesperada del Milan, que trató de restablecerse con cuidado dominando la posesión del balón y buscando colarse entre las líneas contrarias.
El único acercamiento para los de Paulo Fonseca se produjo en el minuto 27, cuando Rafael Leao combinó con Álvaro Morata, entró en el área y contactó con Christian Pulisic. El centrocampista estadounidense, sin embargo, remató desviado. Fue este último, auténtico superhéroe del Milan al principio de la temporada, quien posteriormente encontró el gol en el minuto 34 de una manera espectacular.
Un final letal
El número 11 deleitó a todo el estadio con un maravilloso gol olímpico, un saque de esquina que se coló directamente en la red. Un fenomenal tanto del mediapunta rossonero, crucial para encarrilar un partido que estaba tomando un cariz cada vez peor.
El camino se puso cada vez más cuesta arriba para los visitantes, que vivieron un final de período traumático, al encajar el 1-0 y, poco después, quedarse en inferioridad numérica al ver Raphael Onyedika la tarjeta roja por una desafortunada falta sobre Tijjani Reijnders.
Cambios decisivos
A la vuelta de vestuarios, los italianos se quedaron estupefactos por la forma en la que sus rivales saltaron al terreno de juego, y enseguida cedieron el balón al Brujas y se dejaron someter pese a la superioridad numérica. Fue un planteamiento que costó caro a los rossoneri, que encajaron un gol ingenuo, el del empate, en el minuto 51. Una acción bien maniobrada por los visitantes encontró libre en el segundo palo al recién entrado Kyriani Sabbe, protagonista de unremate diagonal con la derecha que dejó inmóvil a Maignan.
Fonseca expresó su descontento tanto con el lenguaje corporal como con los cambios: se marcharon Ruben Loftus-Cheek y Rafael Leao, visiblemente frustrado mientras abandonaba el terreno de juego. Decisiones contundentes que, sin embargo, dieron la razón al técnico portugués, que lanzó al campo a los protagonistas del último partido disputado por los milanistas, Samuel Chukwueze y Noah Okafor.
El extremo suizo, literalmente 10 segundos después de hacer su entrada, se hizo con el balón con personalidad, driblando y encontrando a Tijjani Reijnders solo en el área, que no se hizo de rogar y tras un buen remate hizo el 2-1. Así, el Milan se resarció rápidamente del susto sufrido, lanzándose al ataque y rompiendo las piernas de su tenaz rival.
Exactamente 10 minutos después, el holandés marcó un gol fotocopiado, esta vez con asistencia del otro recién llegado, Chukwueze, que sembró el pánico por el carril izquierdo y sirvió a remolque al 14 rossonero, todavía letal con el interior de su pie derecho.
Camarda hace historia en San Siro
Fue una tarde mucho más tranquila al final para todo San Siro, que también vio y acogió con satisfacción la entrada al campo de Francesco Camarda, que se convirtió en el jugador italiano más joven de la historia en disputar la Liga de Campeones, superando el récord que hasta ahora pertenecía a Moise Kean. 16 años y 226 días para el delantero, que reescribió la historia de Italia en la competición más prestigiosa de Europa.
Un final emocionante para los rossoneri, con el primer gol del prodigio milanista anulado por fuera de juego por centímetros. Un grito de lamento de Camarda resonó en toda Lombardía, que sin embargo ayudó a su equipo a superar al Brujas y a ganar los tres primeros puntos de la fase de campeonato de la Liga de Campeones.